Juan Carlos Rodríguez, el enfranjado que replicó el estadio Cuauhtémoc

En días pasados, diversas imágenes sobre el estadio Cuauhtémoc realizado a escala cobraron auge en las redes sociales. Por tal motivo, en GRADA nos dimos a la tarea de buscar al responsable de este fascinante trabajo de homenaje al “Coloso de Maravillas”, y afortunadamente dimos con él:

Se trata de Juan Carlos Rodríguez Meyo, artista poblano de 43 años, quien lleva trabajando en este espectacular proyecto desde hace 4 meses.

Juan Carlos se dedica a la elaboración de monumentos históricos de Puebla y Tlaxcala, desde hace más de 20 años. En exclusiva para los gradistas, nos relató el proceso creativo y las dificultades que ha presentado esta ardua labor.

El inicio

El deseo de replicar la casa del equipo del estado de Puebla nace del amor que Juan Carlos tiene por el futbol y, sobre todo, por su afición a la escuadra blanquiazul, a la  que quiso otorgarle un regalo al igual que a todos sus aficionados.

“Esta réplica del Coloso de las Maravillas es un trabajo que se hizo por iniciativa. Fue un trabajo de 4 meses en el que reduje el estrés y el enojo por las diferentes situaciones de economía, limitantes de conseguir algún trabajo y poco a poco fui saliendo”, mencionó Juan Carlos.

“Soy poblano de nacimiento y poblano por convicción, tenemos la franja cruzada en el corazón. Y sí, mi pasión es el futbol y el Puebla de la Franja”, aseguró.

“Creo que es un trabajo donde le he dedicado mucha pasión, mucho amor, mucha destreza, además del conocimiento y la habilidad”, agregó el artista.

Proceso de construcción

Cuando el “Coloso de Maravillas” se encontraba en plena construcción, previo a su reinauguración del pasado 18 de noviembre de 2015, Juan Carlos visitó el recinto y conoció al ex gerente operativo del equipo, quien le dio la facilidad de ingresar al  estadio para tomar fotografías y medidas de lugares claves para detallar el trabajo. 

En esta ocasión, el artista decidió no encasillarse en materiales específicos para darle más realismo al estadio, entre algunos de ellos, madera, acetato y acrílico.

“Se inicia con tener un cálculo, tener una escala, marcar las divisiones del terreno y empezar a hacer los trazos de las gradas. Después viene lo de los palcos y ahí mismo se va midiendo. Se corta, se pega, se pinta y se va iluminando, todo va por secciones y eso hace que poco a poco se vaya dando el resultado”, mencionó el autor de esta maqueta.

Costos y apoyo económico

El padre de Juan Carlos fue una de las personas que financió este proyecto desde sus inicios, además de ofrecerle apoyo moral durante la construcción de la réplica del estadio Cuauhtémoc.

“Fue algo que me alentó a trabajar, porque ya vino alguien a ver mi trabajo y le pareció muy bien, tan solo cuando estaba en el primer nivel de gradas. Me preguntó qué necesitaba para continuar y me dio dinero para que me dedicara a esta meta”, apuntó Juan Carlos.

Otros monumentos

Además de su reciente maqueta del “Dos Veces Mundialista”, Juan Carlos cuenta con una colección de réplicas a escala de monumentos del “Pueblo Mágico” de Chignahuapan, actualmente expuestos en el Palacio Municipal.

Otro de sus trabajos fue en San Andrés Cholula en el Cerro de los Remedios, las iglesias de La Merced y La Medalla Milagrosa, así como el reconocido Puente de Bubas y el Instituto Municipal de Puebla.

Pide apoyo a la Franja

Según nos comenta el artista poblano, a la réplica del estadio Cuauhtémoc le faltan algunos detalles por terminar, como las jardineras y la placa del estadio. Sin embargo, la mayor parte del trabajo ya está hecha y el poblano requiere ayuda de la directiva del Club Puebla para presentarlo en el mismo estadio, o en algún lugar estratégico en donde pueda ser vista; esto además de una vitrina para poder mostrarla sin riesgo a que pueda sufrir algún tipo de accidente.

“Estoy por terminarlo, lo que me detendría para poder sacarla al público sin riesgo de que se pueda dañar es una vitrina de 6 milímetros y ensamblar para una vista mucho mejor”, respondió el autor de esta magnífica obra.

“Con este trabajo estoy buscando llegar a la directiva del Puebla, estaría padre una invitación. Si me están viendo o escuchando, ojalá les interese exponerlo en algún lugar estratégico en el estadio Cuauhtémoc o del Centro Histórico, en algún bar o algún café. Y de ser posible obtener el reconocimiento que merece este trabajo”, externó Juan Carlos.

Para concluir, Rodríguez Meyo agradeció a su esposa, sus dos hijos –e incluso a su mascota –por respetar su trabajo e impulsarlo para continuar con este proyecto independiente.