Espigares hunde más a las Fuerzas Básicas del Club Puebla

Los números ya eran malos, pero desde la llegada de Albert Espigares se volvieron peores.

Desde que TV Azteca tomó el control del Club Puebla en 2017, las Fuerzas Básicas han mostrado una tendencia irregular y con escasos logros: apenas un título en 54 torneos cortos en las divisiones juveniles. Sin embargo, la verdadera alarma suena desde febrero de 2024, cuando asumió el mando Albert Espigares, actual director de Fuerzas Básicas.

En entrevista reciente, Espigares presumió los cambios estructurales y mejoras en las categorías menores del club. Pero los datos cuentan otra historia: bajo su gestión, cinco de las siete divisiones juveniles terminaron en el fondo de la tabla. La Sub-15, por ejemplo, firmó los dos peores torneos de la temporada con 9 y 11 puntos.

El colapso va más allá de lo deportivo. GRADA pudo confirmar que varios entrenadores fueron colocados por Espigares pese a no contar con experiencia previa, algunos debutando como técnicos gracias a su cercanía personal con el director de cantera. La falta de resultados, por tanto, no es casualidad: responde a una estructura que ha priorizado lealtades por encima de capacidades.

Este periódico realizó un análisis completo de los registros desde el arribo de TV Azteca a la Angelópolis, y el diagnóstico es ineludible: la cantera camotera vive una de sus etapas más oscuras —y en lugar de corregirse, el modelo se ha viciado aún más.

Sub-23, escalón de arena

La categoría mayor del futbol formativo ha mostrado momentos irregulares. Aunque logró clasificar a Liguilla en el Clausura 2024 bajo el mando de Fernando Aristeguieta, el equipo quedó eliminado en cuartos de final ante Pachuca. Desde entonces, el rendimiento ha sido decreciente: 27 puntos en el Apertura 2024 y apenas 25 en el Clausura 2025.

Lejos de ser un trampolín para el primer equipo, la Sub-23 parece un limbo sin proyección. Más puntos que el plantel mayor, sí, pero sin talentos consolidados ni evolución clara.

Sub-20, una montaña rusa sin freno

Antes de su eliminación por la nueva estructura de categorías, la Sub-20 era el termómetro de la cantera. Sus resultados fluctuaban sin explicación: de un tercer lugar en el Apertura 2017 a ser último en el Clausura 2022. Entre 2017 y 2023 sólo clasificó a cuatro Liguillas y fue colero en al menos dos torneos.

Este patrón refleja lo que ha sido la cantera poblana durante toda la era TV Azteca: chispazos esporádicos en medio de una profunda inestabilidad.

Sub-19 y Sub-18, el descalabro más evidente

Las categorías de transición —donde se debería preparar al talento real— muestran los peores números. En la Sub-19, el equipo fue último y penúltimo en los dos torneos más recientes. En la Sub-18, la historia no cambia: cinco torneos consecutivos en la parte baja, sin clasificaciones y con un desplome progresivo desde 2021.

En lugar de levantar la base formativa, Espigares ha optado por importar talento de otras regiones, como Veracruz, en un intento desesperado por tapar años de negligencia estructural. Pero el resultado ha sido el mismo: una cantera sin identidad ni competitividad.

Sub-17, un título que se desvaneció

La única joya en ocho años fue el campeonato del Guardianes 2020 en la Sub-17. Aquella generación prometía cambiar el rumbo, pero desapareció sin dejar huella en el primer equipo.

Desde entonces, la categoría ha navegado en la mediocridad: últimas posiciones, sin Liguillas y sin continuidad. El título, lejos de ser un parteaguas, fue apenas un destello fugaz.

Sub-16, un experimento fallido

Entre la creación y eliminación constante de esta categoría, la Sub-16 sólo acumula malas participaciones. Su mejor actuación fue en 2019, con 19 puntos. Desde entonces, últimos lugares, puntajes de un dígito y un papel irrelevante en el sistema de formación del club.

Sub-15, el sótano como zona de confort

La Sub-15 ha sido la categoría más vergonzosa del sistema formativo camotero.

Su historial incluye el peor torneo de cualquier categoría en la historia del club: un punto en 16 fechas del Apertura 2017. Y en los dos torneos bajo la gestión de Espigares —Clausura y Apertura 2024— terminó en el último lugar con 9 y 11 puntos, respectivamente.

Lejos de revertirse, la tendencia negativa se ha acentuado, haciendo de esta categoría un reflejo perfecto del descontrol en la base.

Sub-14, una excepción aislada

Curiosamente, la categoría más joven fue la que mostró mayor progreso reciente, llegando a Liguilla en el Clausura 2024. Tras varios torneos como coleros, lograron incluso superar en puntos a sus hermanos mayores Sub-18 y Sub-19.

Aunque el mérito es puntual, no basta para maquillar el derrumbe generalizado del sistema formativo.

Una dirección entre amigos

Más allá de los pobres resultados, lo que ha generado mayor inquietud en torno a la gestión de Albert Espigares es la manera en la que ha estructurado su equipo de trabajo. Tras su llegada al Club Puebla el 28 de febrero de 2024 —por invitación directa del Director General, Gabriel Saucedo, con quien trabajó en Atlas—, Espigares recibió manga ancha para reorganizar completamente las Fuerzas Básicas.

En ese proceso, no sólo reemplazó a casi todos los entrenadores del sistema formativo, sino que colocó en los banquillos a perfiles cercanos a él, varios de los cuales debutaban como directores técnicos sin experiencia previa. El resultado: un desplome aún más profundo en todas las categorías.

Para la Sub-19 varonil, llegó José Alujas Arriaga, procedente de Atlas. Su gestión acumuló un último y penúltimo lugar en los torneos Apertura 2024 y Clausura 2025, respectivamente, con una diferencia de goles alarmante y un récord de 4 victorias en 34 partidos.

En la Sub-17 fue nombrado José Armando Morales Xicohténcatl, cuyo historial en el futbol estaba limitado a labores como preparador físico e incluso masajista. Su estreno como estratega fue desastroso: penúltimo lugar en su primer torneo, con 14 derrotas acumuladas hasta el Clausura 2025.

El caso más extremo fue en la Sub-15, donde Bruno Flores Rodríguez, exauxiliar técnico en categorías inferiores de Atlas, recibió su primera oportunidad como entrenador principal. El resultado: último lugar en ambos torneos, con sólo una victoria en 18 partidos en el Clausura 2025.

Incluso en la Sub-23, la categoría con mejor desempeño, los resultados estuvieron acompañados de tensión. Fernando Aristeguieta, quien logró meter al equipo a Liguilla en el Clausura 2024, fue removido tras el torneo por diferencias con Espigares, quien insistía en imponer jugadores. Su relevo, Gabriel Simón Aguirre, también tuvo roces con la dirección, y terminó saliendo tras el Apertura 2024. En su lugar, Martín “La Rata” Bravo asumió el mando para el Clausura 2025, pero no logró la clasificación.

Pese a estos antecedentes, Espigares ha mantenido intacto su núcleo de confianza y el modelo de designación directa, sin procesos abiertos, sin filtros técnicos claros y sin rendición de cuentas ante los fracasos acumulados.

A un año y medio de su arribo, los resultados deportivos no sólo no mejoraron, sino que se agravaron, y el costo no sólo es competitivo: la cantera del Club Puebla, hoy, no forma, no compite y no proyecta.

Resultados de Fuerzas Básicas en la era TV Azteca