La necesidad de justicia deportiva en México

El deporte ha sido un rubro esencial en la vida del mexicano, desde lo más simple como realizar ejercicio por salud hasta llegar a aquellas personas que han convertido el practicar una disciplina como una forma de vivir. Tan importante es el deporte en México que representa el 1.5% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

El deporte crece a pasos agigantados y por esa razón sus necesidades se vuelven más complejas de lo que eran antes; la comunicación, la nutrición, la psicología, el derecho, entre otras ciencias, han sido necesarias para ayudar a su crecimiento.

No obstante, la necesidad de implementar normas más eficaces  cuyo alcance regule cualquier actividad deportiva se ha vuelto algo indispensable si queremos que en México el deporte se vuelva profesional. Partiendo del hecho de que cualquier ley, norma, estatuto de cada federación deportiva deben ser creadas y legisladas con apego a los Derechos Humanos, a mi consideración, se violan muchos de ellos, los cuales, son esenciales en la vida del ciudadano mexicano. 

Y es que uno de los más importantes es el derecho al acceso a la justicia, otro más puede ser el derecho a una tutela judicial efectiva, sin dejar de mencionar el derecho a ser oído y vencido en juicio, y todos esos derechos también deben ser válidos y aplicados en la vida deportiva.

Pero en México, ¿quién imparte justicia sobre el deporte? ¿Quién vela por los derechos de imagen del deportista? ¿Quién puede hacer que los entrenadores respeten los pobres apoyos económicos nombrados “becas deportivas” que reciben los jóvenes que buscan convertirse en medallistas olímpicos? ¿Quién le pone un alto a la comisión disciplinaria de la FEMEXFUT cuando multan sólo por expresar libremente una opinión sobre el arbitraje?

Aquí en México tenemos a la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte, un órgano desconcentrado de la Secretaría de Educación Pública, es lo más cercano que se puede tener a lo que se llama “Justicia Deportiva”. 

Desde mi punto de vista, sus atribuciones no son  suficientes para ayudar a resolver las controversias que se suscitan en el deporte. Para empezar: ¿por qué la SEP tiene que impartir justicia?, cuando se supone que en nuestro estado de derecho, la justicia debe ser impartida por el Poder Judicial, en una actividad tan importante como lo es el deporte, no le puedes delegar la responsabilidad de impartir justicia a una entidad cuyo objetivo es velar por la educación.

Ahora bien, México no sería el primer país en darse cuenta sobre dicha necesidad; países como España y Brasil han optado por la creación de sus respectivos tribunales especializados en la materia. Habría que analizar a fondo qué tanto ayudó en el rendimiento deportivo el hecho de tener una institución judicial especializada, pero no por nada son países que destacan en los deportes.

Tampoco podemos dejar a un lado la importancia que tiene a nivel mundial el TAS, el Tribunal de Arbitraje Deportivo, al cual sólo puedes acceder si en los estatutos de la federación del deporte que practicas se someten a la jurisdicción de este para resolver controversias. En México, el fútbol es un claro ejemplo de que cuando sus respectivas comisiones emiten resoluciones no favorables a los jugadores, entrenadores o equipos, estos pueden optar por llevar su caso ante dicho tribunal.

¿Pero qué pasa con los demás deportes? ¿Cuántos deportistas tendrán que seguir sufriendo injusticias? ¿Cuántos seguirán sufriendo la mala interpretación y aplicación de reglas y reglamentos en el deporte? ¿Cuánto tiempo más seguirá el deporte sin justicia en México?

Como conclusión, pienso que México necesita crear tribunales especializados en el deporte. También necesitamos que sean integrados por jueces que conozcan de las diversas materias del derecho implicadas en el deporte; que conozcan de las reglas y los reglamentos que cada disciplina deportiva aplica en el campo de juego. Y por último, necesitamos que las leyes existentes en materia deportiva se apeguen al respeto de los derechos humanos. La justicia puede representar un gran avance en la profesionalización del deporte y con ello, un gran crecimiento en el deportista mexicano.