Aprendiendo en tiempo récord

No le daba buenos augurios al equipo del Puebla. Demasiadas ventas de jugadores estructurales; cambio de técnico muy joven; jugadores que se quedaron importantes como Férnandez y Aristeguieta, lesionados; los que llegaron con más dudas que certezas; afición con demasiada memoria en el equipo, por sus últimas actuaciones en Liguilla; falta de información aclaratoria hacia el aficionado, explicando lo que todo mundo supone, pero sólo lo supone porque nadie se manifiesta para comprobar hipótesis. En fin, muy nublado el cielo, cuando en las últimas cuatro temporadas no paró de salir el sol.

El inicio contra Pachuca, el último campeón y con un técnico que está haciendo todo lo posible por ser el candidato número uno para dirigir a la Selección; mostró muchas carencias el equipo poblano, en lo individual, colectivo e idea. Con un Diego De Buen que no sabía o no se acomodaba en ser tercer central o ayudar a Mancuello en la contención. Con dos jóvenes por la lateral que nunca tuvieron ayuda de su mediocampista más próximo, y también nunca ayudaron al mismo en hacer las famosas sociedades que el equipo tenía por las bandas. Con dos centros delanteros de inicio, que sí pueden ser complementarios en cuanto a sus características, pero que la forma de parar a los otros nueve en nada les ayudaron. Para finalizar, sin la alineación de su mejor contratación: Facundo Waller. El resultado terminó en derrota abultada.

El segundo juego, ya en casa, contra Gallos, ya se vieron cosas más lógicas en el once inicial, con Lucas en el lateral Izquierdo, De Buen con mejores movimientos en cuanto a ayudas defensivas, un solo punta, Facundo de inicio y la incorporación de los centrales en táctica fija. El rival, más allá de jugar con diez muy temprano, su técnico arriesgó en sacar a un contención, poner a un central y dejar a los dos puntas, mismos que hicieron muchos peligros en zona defensiva del Puebla. El equipo supo tener paciencia y se dio cuenta, pienso yo, de las malas marcas y la poca coordinación que tenían en la zona central por la expulsión de Balanta, y con dos centros precisos en esa zona, consiguieron los dos goles y el triunfo. Más allá de los puntos, el equipo se vio con más confianza y atención en desarrollar sus tareas. ¿Cuáles tareas? Defender en bloque, siempre juntos; aprovechar la pérdida de balón del rival y aprovechar el hombre de más. Pocas tareas, pero llevadas a cabo al 100%.

El tercer juego se veía muy difícil: el América, en su estadio, sin ganar en sus primeros dos juegos. Lo que sucedió es que se encontraron a un Puebla con pocas instrucciones, pero muy precisas, para competirle al rival: una línea de 5 que siempre estuvo atenta; una media cancha de 4, muy compacta y cerrando cualquier conexión que intentara el rival; y un punta que nunca dejó de luchar cualquier balón que llegaba a su zona.

A todo esto, se le tiene que sumar la convicción total en táctica fija ofensiva. Se les nota en la cara, cuando se colocan en el área rival, la seguridad que tienen en terminar felizmente la jugada, todo basado, me imagino, en el plan, entrenamiento y motivación del técnico. Y en segundo lugar, saben que Mancuello les dará, en su golpeo, las facilidades para que los rematadores saquen ventaja al rival.

Quiero insistir en lo que he visto, de menos a más y me refiero a que esto del futbol, mientras menos indicaciones hagas, mientras más te adaptes a tu material humano y sepas aprovechar sus dos o tres virtudes, mientras más escondas sus defectos, mientras más simplista seas, los resultados van a llegar. Todo esto último, es el Puebla de hoy; sí cambió, y mucho, porque las circunstancias cambiaron, y mucho.

Hoy se tiene un juego por demás difícil. El Monterrey tiene a una estrella en cada posición. Empiezo por el final: el Puebla no pierde si juega a las 3 cosas que domina: jugar juntos a la defensiva, con ayudas permanentes; despliegues rápidos ante la recuperación y táctica fija a la ofensiva.

Se escribe o se dice ‘en 3 renglones’, pero se necesita mucho convencimiento y humildad para desarrollarlo. El Puebla cada vez lo tiene más entendido.