La muerte anticipada de Jorge Rodríguez

Hace una década y media —quizá menos, quizá más— los medios de comunicación en México estaban en un proceso de migración en lo que a formato se refiere, de tal manera que, del formato tradicional de cómo se hacía un periódico, un programa de radio o televisión, se daba el cambio a la manera digital, en donde se incluía paulatinamente el uso de redes sociales.

No recurriré a la nostalgia porque esta hace referencia a un tiempo pasado que se ve con los ojos del presente, mismos que, de manera sesgada, tienden a romantizar alguna realidad que fue, pero que ahora, desde otra perspectiva temporal, se distingue, posiblemente, diferente.

Sin embargo, sí puedo señalar que en el formato anterior en lo que a la elaboración de contenidos informativos se refiere, es decir, en la forma tradicional —casi exenta del uso de herramientas digitales— existía algo que hoy es cosa muerta o al menos vetusta, algo que muchos profesionales de los medios parecen no emplear más: la verificación de la información destinada a publicarse.

Antes, ya sea para realizar la edición de un periódico impreso o bien, para producir un programa de radio o televisión, quien escribía, quien hablaba ante el micrófono o quien salía a cuadro tenía que, por obligación, pasar algunas horas en la sala de redacción, sitio en donde uno terminaba por pulir sus ideas, confirmar y reconfirmar la información para evitar que ésta fuera errónea.

Esto que describo es cosa pasada; hoy en día, por desgracia, pareciera que la veracidad de la información no es tan importante como lo es la métrica, las interacciones, las visitas y los minutos de reproducción que se presentan en medios digitales y en redes sociales. El rubro de la comunicación deportiva, por supuesto, no está exento de dicha problemática, al contrario, es una vitrina en donde hay muchos casos que son dignos de analizar, uno de ellos el que describiré a continuación.

Ayer, durante la primera parte del día, falleció Jorge Rodríguez, quien en la década de los noventa fuera jugador de los Diablos Rojos del Toluca y Santos Laguna, así como de la selección que a México representó en la Copa del Mundo de Estados Unidos 1994. Ayer, el otrora futbolista murió, no obstante, desde hace un par de días diversos medios de comunicación —varios de ellos de circulación nacional— reportaron erróneamente el deceso de Jorge Rodríguez. ¡Hasta la cuenta de X de la Federación Mexicana de Futbol publicó de manera equívoca la muerte del exjugador!

Hace años, si cualquier comunicador hubiera firmado una nota con una información tan imprecisa como ésta, ¡habría perdido el trabajo y la credibilidad!

Ahora, yerros como este carecen de relevancia porque son tan comunes que, lamentablemente, forman parte de la cotidianeidad de la comunicación deportiva en nuestro país, tan lejana de la verificación y tan cercana a la obsesión por ganar likes.