En los últimos años, el deporte poblano ha vivido momentos de altas y bajas, así como de transformaciones administrativas a su máximo representante gubernamental: el Instituto Poblano del Deporte (INPODE).

Yadira Lira Navarro, actual titular de dicho organismo, impulsó la descentralización de la institución desde su curul, cuando fue diputada local en 2019; esto con el objetivo de separarlo de la Secretaría de Educación y dotarlo de autonomía presupuestal y de trabajo. 

Dicho cambio regresaría al INPODE a su anterior configuración, antes de la reforma orquestada por la mayoría afín al entonces gobernador Rafael Moreno Valle en el Congreso Local de 2012.

Aumento momentáneo de presupuesto

La entonces legisladora Lira Navarro, quien ostentaba el cargo de Presidenta de la Comisión de Deporte y Juventud, contó en ese momento con un amplio respaldo del gobernador Miguel Barbosa Huerta, quien asignó al instituto un presupuesto que superaba los 87 millones de pesos. En comparación con el año inmediato anterior, antes de la administración barbosista, donde se destinaron 46.5. 

Los 87 millones de pesos presupuestados inicialmente fueron rebasados por una segunda propuesta de egresos por 93.1 millones. De esta manera el presupuesto asignado por la nueva administración de Barbosa Huerta en 2020 fue efectivamente de más del doble del apoyo dado en el anterior sexenio.

El cambio administrativo fue más allá, pues en un paquete de iniciativas enviadas del gobernador al Congreso, se separó lo que entonces era el Instituto Poblano del Deporte y Juventud (IPDJ) en dos organismos separados, los correspondientemente llamados Instituto Poblano de la Juventud y el Instituto Poblano del Deporte; aunque presupuestal y estructuralmente seguían unidos.

Afectación del Covid-19

Lamentablemente para el deporte y la vida nacional, el 2020 se vio fuertemente impactado por los efectos de la pandemia del Covid-19, lo que se reflejó en la cancelación masiva de eventos deportivos. 

A nivel nacional, juvenil e institucional la medida que mayor impacto tuvo fue la cancelación de los Juegos Nacionales CONADE, mismos que se hubiesen llevado a cabo en abril de ese año en Nuevo León, y pospuestos para octubre, luego diciembre, para finalmente ser cancelados por primera vez en los 24 años de existencia de la competición.

Al año siguiente (2021), el INPODE sufrió una fuerte contracción en su presupuesto en medio de la crisis de la pandemia, donde tan solo se le designó un monto apenas por encima de los 4 millones de pesos; es decir, ¡24 veces menos que el año inmediato anterior!

Para el año siguiente (2022), ya en partidas presupuestarias separadas, los institutos del Deporte y la Juventud poblana, el monto asignado al INPODE se recuperó marginalmente para quedar en 43 millones 329 mil 171 pesos; un monto menor a lo que le tocó en 2019, pero con la ventaja de estar separados del organismo de la Juventud, quien tuvo asignados casi 20 millones de pesos.

En este 2023, la Ley de Egresos le indicó al INPODE aumentar su presupuesto por cuatro (4) pesos en relación al año anterior, quedando en $43,329,175.

De las inversiones más bajas

Para dimensionar este monto, se debe poner en contexto con otras entidades en el marco de los Juegos CONADE 2023.

Jalisco, máximo ganador de esta competencia con la exorbitante cantidad de 1,032 preseas (430 oros, 322 platas y 280 bronces), destinó a su Consejo Estatal para el Fomento Deportivo (equivalente al INPODE), un total de 266 millones de pesos. A esta cantidad se suman 73 millones etiquetados para el deporte de alto rendimiento y desarrollo competitivo, así como 22 millones a la promoción de la actividad física y 326 millones en la gestión interinstitucional para la integración del deporte en el sistema estatal de educación.

En suma, con más de 420 millones destinados al deporte, Jalisco invirtió casi 10 veces más que la entidad poblana. Comparados en el medallero, y con Puebla alcanzando 113 medallas y Jalisco con un total de 1, 032 preseas, la diferencia en la cosecha de metales se da en la misma magnitud que el presupuesto.

La correlación entre presupuesto, rendimiento deportivo y medallero no queda del todo clara.

Nuevo León (segundo lugar en el medallero con 709 preseas), invirtió 329 millones en su plan de alto rendimiento y asignó otros 366 millones a su Instituto Estatal de Cultura Física y Deporte. Por su parte, Baja California (tercer lugar con 467 medallas), tuvo un presupuesto de 272 millones para su instituto del deporte estatal.

De cualquier manera, en la misma comparativa, Nuevo León invirtió 16 veces más que Puebla, ganando seis veces más en total de medallas; y Baja California invirtió seis veces más que Puebla, ganando cuatro veces más en total de medallas.

Sometidos en la precarización

Es de destacar cómo entidades con un territorio y población mucho menor, han etiquetado mayor presupuesto deportivo en comparación a Puebla.

Por ejemplo: Aguascalientes y 232 millones a su Instituto del Deporte del Estado; o Tlaxcala, a su Instituto del Deporte con 52 millones de pesos; montos que rebasan lo destinado en Puebla para el INPODE.

O también en comparación respecto a estados con mayores dificultades económicas, tales como: Chiapas, que le destina al Instituto del Deporte del Estado 64 millones de pesos; o Oaxaca, con 70 millones para el Instituto de Cultura Física y Deporte.