Corta Héctor Gabriel oreja de mucho peso en Corrida por la Libertad
Octavio García “El Payo” y Héctor Gabriel cortaron una oreja en la Corrida por la Libertad, celebrada la noche del viernes en Tlaxcala.

Enorme expectación causó “La Corrida por la Libertad”, celebrada la noche del viernes en la plaza de toros Jorge “El Ranchero” Aguilar de Tlaxcala. Ante tres cuartos de entrada, partieron plaza el queretano Octavio García “El Payo”, el español Juan Ortega, el poblano Héctor Gabriel y abrió el festejo el novillero tlaxcalteca Jesús Sosa.
El encierro tuvo un punto en común: el exceso de kilos. Toros en puntas, con un respeto absoluto y escrupulosidad, empero, de un juego bastante desigual.
La lluvia dio tregua justo para comenzar el festejo en una tarde apacible en la hermosa “tacita de plata”, el coso tlaxcalteca que lució sus mejores galas para la corrida mixta que continúa con la actividad en un intenso mes de abril.
Mucho público de la capital del país y de Puebla se descolgó a Tlaxcala, que se ha convertido en uno de los principales bastiones de la tauromaquia en México.
Jesús Sosa recibió en los medios a “Secretario”, novillo con 480 kilos de la ganadería de “El Recuerdo”. Porfiador, el joven novillero de Tlaxcala no pudo cuajar una faena importante en el inicio de la velada.
“Jesuita” de 506 kilos de peso, pasó la factura del exceso de kilos, o volumen, que no es lo mismo que trapío. Habrá que reconocer el pundonor y la determinación de “El Payo”, que logró una buena faena ante el primero de Teófilo Gómez, muy artística y de la que la plaza quizá se enteró poco o nada. El acero privó del primer apéndice de la noche al diestro queretano, que pinchó y recibió ovación.
La reivindicación de Octavio García llegó ante el segundo de su lote: “Arrebujado”, de 451 kilos de peso. Por mucho, el mejor astado de la noche, al que “El Payo” logró entender desde el primer tercio y consumó una gran faena, que coronó con un estocada, ciertamente baja, pero certera, que fue premiada con una oreja y con fuerte petición de una segunda, que negó el juez de plaza. El toro recibió arrastre lento.
El que definitivamente no le pudo al primero de su lote fue el maestro del barrio de Triana, Juan Ortega. El número 2 del mundo, se estrelló ante “Pintalabios”, de 460 kilos de peso. Detalles muy toreros del andaluz, que sin embargo echó por la borda luego de pinchar, escuchó palmas.
Con su segundo toro, “Cien amores”, de 500 kilos de peso —el menos potable de todo el encierro— Ortega abrevió y se fue en silencio. Pitos al toro. No fue la noche del torero español que padeció el peor lote.

Una oreja ganada a pulso
Héctor Gabriel iba decidido a todo. El torero de Puebla sabía de la importancia que tenía este cartel en su carrera. La oportunidad que le brindó la empresa encabezada por Leopoldo Carvajal, no la iba a desaprovechar el poblano.
Ante su primer toro, “Desvelo”, de 480 kilos, recibió ovación luego de solventar la labor con eficacia en los tres tercios. El momento cumbre llegaría con “Codorniz”, de 479 kilos.
La torería y la determinación del único matador poblano en activo, le dio una dimensión muy emotiva y llena de sentimiento a una faena variada, con la mejor tanda de derechazos del festejo y culminada con un estoconazo que el diestro poblano y la afición que lo acompañó desde la Angelópolis, celebraron y en serio.
Con actuaciones como la de este viernes, Héctor Gabriel se ha ganado a pulso recibir más oportunidades para poder demostrar su arte y su valor.
Al finalizar el festejo, la afición que acudió a la plaza de toros Jorge “El Ranchero” Aguilar de Tlaxcala, reconoció la labor de los alternantes, que lo dejaron todo ante un encierro errático que quedó por debajo de las expectativas.