¡Arde ya el fuego olímpico!
Recreando la ceremonia tradicional del fuego nuevo griego, las ruinas de la legendaria ciudad de Olimpia serán nuevamente la sede en donde se encenderá la llama de la esperanza.
En un tradicional ritual que tuvo lugar en la Antigua Grecia y con la presencia de Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), se realizó la ceremonia del encendido de la Flama Olímpica que llegará a París, Francia, el 26 de julio en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos.
Recreando la ceremonia tradicional del fuego nuevo griego, las ruinas de la legendaria ciudad de Olimpia serán nuevamente la sede en donde se encenderá la llama de la esperanza.
La Sacerdotisa y su séquito portaron trajes negro y blanco a diferencia de los blancos y tradicionales y, una vez encendida, entregaron la antorcha al primer relevo, el campeón griego Stefanos Douskas.
Tras “dormir” una noche en la embajada francesa en Atenas, se realizará un relevo de 11 días en territorio griego para entonces viajar en velero hacia Francia, llegando a Marsella el 8 de mayo.
El relevo de la antorcha en territorio francés durará 68 días y se prevé que cerca de 150 mil asistentes estén presentes en la ceremonia de llegada de la flama a territorio francés y que deportistas, actores, niños, personas de la tercera edad, diplomáticos y figuras del deporte mundial participen de los relevos.
“Este poder del deporte hará de los Juegos Olímpicos de París 2024, un gran símbolo de la excelencia humana y unidad en el mundo. Estas expectativas son compartidas por miles de millones de personas en todo el mundo”, dijo Thomas Bach.
El dirigente deportivo agregó que “los Juegos Olímpicos son el único evento que reúne al mundo entero en una competencia pacífica. Los atletas olímpicos brillarán y mostrarán su grandeza y de lo qué son capaces de hacer con excelencia, determinación y resiliencia”.
Destacó que la llama olímpica “es algo que nos da esperanza. Es el símbolo que nos llena de unidad en todo el mundo”, puntualizó. La culminación de todo este trabajo se verá reflejado cuando el 26 de julio, de alguna forma espectacular y simbólica se encienda el pebetero olímpico de París 2024.
