Orillan a la Franja al precipicio
La Franja suma un solo punto de 12 disputados y se encuentra a muy poca distancia de igualar el desastre del campeonato pasado, con la salvedad de que en esta ocasión no existe una Leagues Cup en turno que acreciente la humillación.
Cuando parecía que el bochorno del torneo anterior había quedado completamente enterrado, el Club Puebla ha dado una muestra clara y contundente de que las tragedias siempre encuentran manera de superarse.
La Franja suma un solo punto de 12 disputados y se encuentra a muy poca distancia de igualar el desastre del campeonato pasado, con la salvedad de que en esta ocasión no existe una Leagues Cup en turno que acreciente la humillación.
Dentro de lo poco a favor con lo que cuenta el actual proceso camotero, sin lugar a dudas, son los lapsos en los que el equipo ha mostrado ciertos rasgos del fútbol que le permitió levantarse de entre los muertos en el torneo anterior, para consumar un registro de puntos extraordinario y clasificarse a la Liguilla de manera directa y contra todos los pronósticos (incluidos los de los más fervientes fanáticos enfranjados).
La muestra de ello, sin ir más lejos, fue lo ocurrido anoche en el TSM de Torreón, sobre todo en la primera parte, donde los poblanos fueron ampliamente superiores, aunque con la ya acostumbrada falta de eficiencia frente al arco rival; una asignatura pendiente que tomó mayor fuerza tras la salida de Guillermo Martínez y la cual, hasta el momento, ninguno de los atacantes disponibles en la plantilla ha dado argumentos de poder solventar.
Una semana atrás, previo al duelo frente a Toluca, en este mismo espacio se descartó que la Franja estuviera “en crisis”.
Al menos desde el plano futbolístico, y aunque los resultados siempre inclinarán la balanza por encima del contexto y los matices, la Franja y –sobre todo –Ricardo Carbajal contaban con cierta confianza de su afición para revertir la inercia. Sin embargo, dos jornadas (y derrotas después), además de frustrante, bajo esta triste dinámica, la situación se encamina a ser insostenible.
En menos de 72 horas y ante su ‘hermano’ Mazatlán, en un duelo de coleros, Puebla tendrá una nueva oportunidad en casa (la tercera en tres semanas consecutivas, increíblemente), para sacar el triunfo y recuperar un poco del tiempo y crédito perdidos.
Pero que no se pierda de vista lo realmente importante:
He aquí las consecuencias de contar con un modelo deportivo sumergido en la mediocridad, carente de utilidad y dignidad, sostenido única y exclusivamente por mero compadrazgo. ¡Disfruten su obra!
Y recuerden: la intención sólo la conoce el jugador.
