Problemas en el paraíso
La Selección Mexicana vivirá una Copa Oro muy atípica, algo que no sucedió ni en época post-pandemia padeciendo un ambiente social hostil para los “incondicionales”, incertidumbre en la alineación y un pobre nivel competitivo.

Dedicado a todos los poblanos y mexicanos que viven en Estados Unidos, mucho ánimo.
CONCACAF, esta área futbolística históricamente ha estado llena de momentos sublimes como ridículos en donde el nivel competitivo sigue siendo muy distante entre los favoritos y los emergentes.
Su máximo torneo, la Copa Oro, ha pasado por muchos momentos para el recuerdo, unos mejores que otros donde sus tres únicos campeones (México, Estados Unidos y Canadá) han sido protagonistas y se han cansado de ganarlo, incluso con alineaciones alternativas generando una opinión colectiva de menosprecio por tan pobre nivel.
La edición 2025 de este torneo que se hace cada dos años y reúne a las mejores selecciones de Norteamérica, Centroamérica y El Caribe tendrá un sabor distinto y no precisamente por las razones correctas pues irónicamente la fiesta previa al Mundial del próximo año está marcada en medio de una crisis social y política sin precedentes en lo que va del siglo XXI que genera incertidumbre para los aficionados que piensan asistir al país vecino el próximo verano.
A diferencia de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) acá si podemos decir sin problemas que miles de mexicanos que radican y trabajan en Estados Unidos se viven con miedo a ser deportados por la patrulla fronteriza, esto, por las medidas tomadas por el mandatario Donald Trump, quien desd campaña había prometido llevar a cabo las acciones que se ven diariamente.
Si bien este espacio, Contragolpe jamás se ha dedicado a los temas políticos en sus años de existencia tampoco ha sido ajeno a mencionar situaciones reales que afectan al deporte porque al hacerlo, lastiman a la sociedad por más que se niegue o minimice.
La Copa Oro 2025 está tocada por la situación ya mencionada previamente al grado que CONCACAF analizó que un partido de la Selección Mexicana se disputara a puerta cerrada. Contra todo pronóstico, el organismo está priorizando la seguridad antes que el negocio, algo no antes visto y que de verdad, se agradece.
CONCACAF está en medio de una situación social que podría generar pérdidas financieras considerables en caso de que persistan estás medidas migratorias, pues las autoridades norteamericanas confirmaron la presencia de oficiales en los partidos por medidas de seguridad lo que provocaría vacíos en estadios que suelen llenarse para cantar el cielito lindo.
En lo meramente deportivo, la Selección Mexicana buscará refrendar su título como campeón de la edición pasada con una fase de grupos que en el papel no debería complicarse y dónde Javier Aguirre seguirá tratando de buscar ese once ideal de cara al próximo año.
Aunque esto suene un poco exagerado, la situación podría expandirse para los siguientes meses afectando considerablemente la prestigiosa y siempre competitiva Leagues Cup donde el público mexicano hace pesar el torneo con su asistencia, algo que no estaba contemplado por la gente de pantalón largo.
A menos de un año de la Copa del Mundo 2026, la situación social y hasta migratoria del presidente norteamericano podría causar facturas económicas incalculables a los proyectos más anhelados del mandamás de la FIFA, Gianni Infantino.
Por último y no menos importante, el futuro de los Juegos Olímpicos Los Ángeles 2028 podría tener secuelas de seguir con este clima de hostilidades porque si algo caracteriza al COI es defender su máximo evento ante cualquier cosa que vulnere su espíritu y desarrollo.
Mientras tanto, el espacio se termina en está ocasión no sin antes mandar un mensaje de apoyo a toda la comunidad latina que está pasando momentos difíciles, un abrazo y mucho ánimo.