Parchar el Estadio Cuauhtémoc, una constante
Desde la remodelación entre 2014 y 2015 con un costo de 688 mdp, el denominado material "ETFE" prometía tener una durabilidad superior a los 20 años, cosa que no ha sucedido, pues en menos de 10 años, ya ha sido “parchada” al menos un par de veces.
La cubierta blanquiazul que se incluyó en la onerosa remodelación del Estadio Cuauhtémoc sigue siendo un tema debatible, pues a casi 10 años de su aplicación, este ha mostrado no ser de la calidad que se prometió en su momento y ponerlo al nivel de inmuebles de talla internacional.
Durante el juego inaugural del Apertura 2024 entre Club Puebla y Santos Laguna hubo un “invitado” inesperado y este se trató de un panel de polímero termoplástico en la parte alta del “Dos Veces Mundialista” que se apreció en todo el inmueble deportivo.
Este panel de material conocido como Etileno-Tetra Fluoro Etileno (ETFE), se rompió dejando un mal aspecto tanto para la Franja como para la propia Liga MX al hablar de un estadio mundialista que fue noticia por la razón equivocada.
Hasta el momento se desconocen los motivos que generaron el daño a este panel, sin embargo, esta no es la primera vez que este material genera debate, pues ha tenido otros episodios donde el material no ha cumplido con la durabilidad prometida.
Elevada inversión
El proyecto de remodelación del Estadio Cuauhtémoc, implementado en el gobierno estatal del exgobernador acaecido Rafael Moreno Valle, se llevó a cabo entre 2014 y 2015 con un costo de 688 millones de pesos, teniendo como principal característica el recubrimiento del inmueble con paneles ETFE, material que de acuerdo a la empresa encargada del trabajo, Dünn Lightweight Architecture, tendría una durabilidad superior a los 20 años.
La remodelación del inmueble fue entregado a la empresa Acapro de Hidalgo SA de CV, que a su vez subcontrató a la empresa norteamericana con trabajos deportivos y de otro tipo a nivel internacional.
Durante la remodelación, el Gobierno de Puebla explicó que el uso del material ETFE se redujo 40% el peso de la estructura metálica, además de tener otras ventajas como soportar los cambios de temperatura y los rayos ultravioleta (UV).
Tras la reinaguración del 18 de noviembre de 2015 con el amistoso entre Club Puebla y Boca Juniors, la casa de la Franja mostraba una imagen renovada para los siguientes años con un diseño que se asemeja a estadios como el Allianz Arena del Bayern Munich o el Nuevo San Mamés del Athletic de Bilbao.
Sin sorpresas
No obstante, el primer dolor de cabeza llegó mes y medio después, pues el 9 de enero de 2016 Intolerancia Diario evidenció que una parte del inmueble se había maltratado y por ende, terminó siendo “parchado” con materiales parecidos para no perder la forma.
Este fue el primer caso polémico de dicho material que fue colocado en el proyecto Etfe Single Layer, iniciaron las críticas por el elevado costo de los materiales y su fragilidad en menos de seis meses de su inauguración.
Con la reciente aparición de este daño en un material de “alta” calidad, se espera que se tomen cartas en el asunto a la brevedad al tratarse de un daño que puede ser mayor en otros paneles si no se detiene en tiempo y forma.
Un punto a considerar es que desde su inauguración en noviembre de 2015, el estadio Cuauhtémoc no ha tenido un mantenimiento adecuado en cuanto a la estructura se refiere, pues han existido “manitas de gato” en otros rubros como la iluminación dentro y fuera del inmueble, en el drenaje y la más reciente en la cancha.
En este periodo, Puebla ha tenido diversos cambios de administración y hasta el momento ninguna le ha dedicado un mantenimiento integral ya sea por falta de recursos o por cuestión de prioridades al tener proyectos de primera línea en el ámbito social.