¿Qué gana Qatar hospedando el Mundial?
Son más los beneficios de marca-país y de posicionamiento global que temas financieros. Según datos de analistas internacionales, incluso la Guerra entre Rusia y Ucrania beneficiará más al país en términos económicos, ya que Qatar se ha convertido en uno de los proveedores preferidos de gas natural licuado.
Algo nos tiene que quedar claro: Qatar no ganará en términos económicos. La tirada, por decirlo de alguna manera, no va por ahí. Este pequeño país (nos referimos a la extensión territorial) gastó nada más y nada menos que 200,000 millones de dólares para albergar el evento de futbol más importante del mundo.
Cuando haces esta inversión está claro que no hay venta de boletos, ni de merchandising ni derechos comerciales o de licencias que lo paguen.
Así que, bueno, queda desde un inicio descartado que el punto sea financiero. Que Qatar hospede la Copa del Mundo pasa más por un posicionamiento de marca-país, lograr aumentar en cierta medida el turismo y, sobre todo, colocar a este territorio árabe como un epicentro global de negocios, tendencias, innovación, tecnología, que le permita en el largo plazo convertirse en una referencia internacional.
Se le llama soft power y no hay herramienta más poderosa que lo otorgue (al menos hasta ahora) que los megaeventos deportivos. Tampoco es nuevo, siempre ha existido.
Desde la Alemania Nazi con los Juegos Olímpicos de Berlín, el Mundial del fascista Benito Mussolini, los JO de Beijing 2008, cuando, por primera vez en la era moderna, se abrieron a la comunidad internacional e incluso los JO de Sochi 2014 y el Mundial en Rusia 2018, donde Vladimir Putin –un ex agente de la KGB –‘mostró’ a todo el planeta la potencia y el poder que tenían.
Qatar busca ser el referente de Medio Oriente, una nación rica en petróleo y gas natural. Si nos remontamos un poco a su historia, hay que decir que empezaron a formar fortunas después de 1975, cuando se encontró el primer yacimiento de petróleo en el país y ahí todo comenzó a suceder.
Como nación, el gobierno y el Supremo Comité Organizador de Qatar 2022 han vendido la idea que buscan “exponer su cultura”; “abrirse al mundo occidental”; “que el mundo entero los conozca”. Es verdad, pero también hay que decirlo, son beneficios secundarios, no primarios.
Seamos honestos: nada de eso lo lograrán con el Mundial de futbol. Y no es un tema de percepciones. Solo falta ver qué es lo que ha pasado con países que han organizado megaeventos deportivos. Si no tienes la capacidad económica para hacerlos, mejor ni te metas.
Grecia organizó los JO de 2004. ¿Qué sucedió? Se fueron a la bancarrota. Brasil tuvo el Mundial y los JO. ¿Qué sucedió? Instalaciones abandonadas, crisis económica, un descontento social elevado. Bueno, para resumir, podemos decir un ejemplo que me parece relevante: Montreal, la ciudad canadiense, organizó los JO en 1976 y terminó de pagar la deuda que les generó hasta el Siglo XXI. De eso estamos hablando de que un torneo no te cambia la vida.
Alguien me podrá decir que está el caso de Barcelona 1992. Una excepción no hace la regla. Es verdad, esta ciudad española se desarrolló gracias a todo lo que construyeron alrededor del evento, pero es solo eso, un vaso de agua en el desierto.
Recibir el Mundial, mostrar a todo el planeta que hicieron un evento tecnológicamente moderno, que muchas cosas “de las que se dicen no son” y que están dispuestos a abrirse son solo algunos de los beneficios que da el soft power.
En términos de números, las autoridades de Qatar prevén que el Mundial les deje unos 20,000 millones de dólares, apenas un 10% de todo lo que invirtieron para tener el evento. Además de la creación de 1.5 millones de nuevos puestos de trabajo (pero a qué costo, después de todas las denuncias de violación de derechos humanos y laborales).
Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI) predice que la economía de Qatar crecerá un 3.4 % anual gracias al impulso de la Copa del Mundo, pero luego disminuirá a un 1.7 % anual para 2024. Además, se espera que el torneo atraiga a 1.5 millones visitantes (más de la mitad de su población).
Así que son más los beneficios de marca-país y de posicionamiento global que temas financieros. Según datos de analistas internacionales, incluso la Guerra entre Rusia y Ucrania beneficiará más al país en términos económicos, ya que Qatar se ha convertido en uno de los proveedores preferidos de gas natural licuado y el propio FMI considera que eso ayudará a que el PIB de Qatar aumente hasta en un 3.8% en 2027.
Los Mundiales de futbol siempre han validado, a su forma, en su momento, gobiernos, regímenes, personajes. Ahora, la FIFA certifica que Qatar es una nación moderna. ¿Lo es?