El futuro del Puebla femenil
Puebla tiene el gran reto de recuperar la confianza y el cariño de la afición que, a pesar de no ser muchos los que asisten a cada juego, los que están presentes sí son constantes y les quedaron a deber –mucho –la pasada temporada con los resultados obtenidos.
El día de hoy concluye un torneo más de la Liga MX Femenil en el que Club Puebla se despidió desde el pasado 23 de octubre en su último partido contra Juárez Femenil. Este Apertura 2022 dejó muchas enseñanzas a las enfranjadas que, sin duda alguna, marcaron al equipo; uno de esos aprendizajes fue el tener el peor torneo en toda su historia.
Ahora que se sabe que la directiva del Club Puebla ha decidido mantener a Pablo Luna como director técnico del equipo sin importar los resultados, es importante evaluar qué se necesita para que la Franja tenga una buena participación en el siguiente torneo.
En primer lugar se requiere de un proyecto, pero la diferencia radica en qué tipo de proyecto será: ¿uno pasajero sin posibilidad de crecimiento o uno sólido que dé resultados en el presente y en un futuro? El verdadero reto empieza ahí; y una parte importante –pero no única –son las jugadoras que están fichadas.
Deben cerciorarse que el plantel pueda ofrecerle un futuro al Puebla por su calidad de juego en una liga que cada día crece más y más. Y no solo eso; que se mantenga una base de jugadoras, como ya se había logrado en torneos pasados, con elementos confiables y que sienten la camiseta.
Aún existen algunas jugadoras que se han mantenido desde temporadas pasadas en el equipo y que son titulares con resultados, como la ahora capitana Dulce Martínez, así como Ivonne Najar, Mariam Castro, María Ramírez, Silvana Zago, Sofía Jiménez y María Aceves.
Y darle fuerza a las básicas para empezar a impulsar jugadoras jóvenes que den resultados en su categoría y que se preparen para formar parte de la fila de la primera división profesional, como lo han ido trabajando con Sofía Jiménez, quien es Seleccionada Nacional de categorías inferiores y a la que se le han dado pocos minutos con el primer equipo.
Esto no se logrará hasta que la directiva invierta tiempo, atención y dinero en el proyecto de futbol femenil, otorgándoles mejores condiciones a las jugadoras para que puedan entrenar, además de mejorar los sueldos para que se mantengan en el equipo.
En esto entran los posibles fichajes que puedan realizar en esta temporada en las áreas débiles del equipo. Puebla podría voltear a ver a las instituciones universitarias del estado y a las diferentes ligas amateur, con el fin de sumar nuevos talentos a sus filas. Además de extender el mercado de fichajes a jugadoras extranjeras que desean tener una oportunidad en la Liga MX Femenil.
En lo que respecta al entrenador Pablo Luna, tendrá un gran reto en modificar los errores cometidos en la temporada pasada y fijar objetivos claros deportivos para seguir adelante, sin importar la edad del plantel.
Puebla tiene el gran reto de recuperar la confianza y el cariño de la afición que, a pesar de no ser muchos los que asisten a cada juego, los que están presentes sí son constantes y les quedaron a deber –mucho –la pasada temporada con los resultados obtenidos. Y esto se reflejó en la grada, así que otro de los desafíos será mejorar la asistencia en los partidos que se vienen, pero esto dependerá de los resultados que se obtengan.
Recuerden que un equipo se conforma de diferentes elementos como jugadoras, entrenadores, directiva y afición. Y si alguno de ellos falla, los resultados se verán mermados en una liga que va en ascenso.
Si Puebla Femenil no quiere quedarse atrás, tendrá que ponerse a la altura en todos los aspectos.