De prInceSas a heroínAs

El fútbol femenil ha crecido a pesar de las dificultades que el mundo como tal ha impuesto en la lucha por la igualdad de oportunidades en el deporte. Pasaron de ser las princesas a las heroínas de muchas niñas que las ven como ejemplo a seguir.

Nunca fue más lindo escuchar a alguien decir “Juegas como niña”. Hoy día son mucho más profesionales que el 80% de los varones, pelean noblemente hasta la última pelota del partido y nunca se rinden a pesar de la diferencia de planteles en los partidos.

Las mujeres han tomado fuerte la batuta en el futbol y muestra de ello es el crecimiento y el talento que, aproximadamente, desde hace unos 20 años atrás venían mostrando, pero en pocas jugadoras; el entrenamiento diario, la preparación, las oportunidades que van teniendo y que aún son pocas para el talento y proyección que tienen hoy y que han hecho divisiones profesionales con alto nivel de competencia y jugadoras talentosísimas, y algunas más que contrarrestan el talento con lucha y entrega. Pasaron de ser las “raras” que querían jugar con los niños a las talentosas que nos dan, no una, sino varias (muchas) vueltas.

Existieron ejemplos enormes que irrumpieron en el mundo de la pelota como Mia Hamm (de las primeras atletas globales y por quien Nike hizo apuesta de poner al nivel de mercadotecnia que cualquier varón), pasando por Martha, brasileña que fácilmente podría ser titular en el 80% de los equipos varoniles; en su lucha actual y activa tenemos a Megan Rapinoe, quien ha aprovechado su posición como figura del futbol para exigir igualdad de derechos financieros para las seleccionadas en sus países; por México, la “Peque” Rubio fue la primera en ingresar al Salón de la Fama; en España, Jenni Hermoso y sus continuos “Balón de Oro” ganados; y todas ellas han partido desde aquel lejano inicio en 1894 cuando Nettie Honeyball (activista) fundara el club British Ladies Football Club (como con los varones, el futbol naciendo en Inglaterra para mujeres también), marcando el inicio de un camino largo y sinuoso que hoy día ve resultados con creces, pero que todavía tiene una oportunamente mayúscula de crecimiento.

Las ligas fueron sumando equipos y competiciones para crecer en el mundo hasta que en 1996, en Atlanta, el COI decidió incluirlas en el programa total de los Juegos Olímpicos.  Este parteaguas ha abierto la puerta totalmente para que las chicas tengan el panorama de crecimiento deportivo a placer; sin embargo, la parte económica sigue quedando en el limbo, generando que muchas de las futbolistas deban tener una fuente de ingresos alterna para que puedan subsistir en la vida.

Hoy, el futbol femenil tiene un gran futuro y en México se espera que la inversión que solo algunos equipos realizan se haga general para que compitan los 18 equipos y que no sea una liga de 5 o 6 equipos, nada más. En Europa, la Champions League femenil acapara miradas por el alto nivel competitivo; las ligas de Alemania, Inglaterra, Italia y España tienen grandísimas jugadoras que son parte primordial de los Mundiales y el desarrollo que necesitan seguir teniendo.

Cuando te decían “Juegas como niña”, pensábamos en una ideología machista que era una ofensa; hoy es un privilegio que lo hagan: las “niñas” no se tiran, no hacen drama, no buscan engañar al árbitro; quieren jugar lo más posible del tiempo de juego, compiten de tú a tú no importando si son el primer o último lugar de la tabla, así van y compiten y aunque salgan goleadas, el siguiente juego es igual. Hoy más que nunca “jugar como niña” debería ser ejemplo y no insulto.

Las chicas tienen ya jugadoras favoritas y siguen los equipos, compiten, quieren ser parte de equipos infantiles y juveniles, sueñan con llegar a primera división, conseguir una beca mediante el deporte, formarse y seguir irrumpiendo en el mundo internacional del futbol. El esfuerzo de años y años de futbolistas que han pasado y dejado su granito de arena es la razón de los resultados que hoy se obtienen y que, puedo decir sin problemas, no están ni a la mitad del camino.

Las mujeres siempre harán de lo imposible algo posible y cuando tienen sus energías puestas en el éxito, no hay quien las detenga. Hoy, más que nunca, debemos “jugar como niñas”.

Y recuerden, la pelota siempre al 10.