La corta memoria de Ana Guevara en los Juegos Centroamericanos
Enterarse a distancia de que la directora de CONADE, Ana Gabriela Guevara, minimiza de alguna manera los logros de los atletas mexicanos al llamar a los Juegos Centroamericanos “de relleno”, provoca desconcierto.
Enterarse a distancia de que la directora de CONADE, Ana Gabriela Guevara, minimiza de alguna manera los logros de los atletas mexicanos al llamar a los Juegos Centroamericanos “de relleno”, provoca desconcierto.
Es la palabra más ligera que me vino a la mente para tratar de ejemplificar el sentimiento que provoca una declaración más en este tono. Así como fue el “que vendan calzones”.
Desafortunado término el utilizado para ejemplificar que en el tabulador del Organismo rector del deporte en México, los resultados de San Salvador 2023, no son importantes. Aquí, en El Salvador, a kilómetros de distancia de CDMX, hay un grupo de atletas entregando alma y corazón por destacar y por mostrar que en México hay calidad.
Tienen una lucha importante por lograr el primer lugar del medallero, compitiendo contra atletas de alta calidad de 36 países más, superando todas las circunstancias posibles para estar aquí y lograr ganar. Con orgullo portan sus uniformes con la bandera de México en ellos, se hacen acompañar de sus padres, que están más que orgullosos de sus hijos deportistas.
Hay júbilo, hay emoción, hay llanto, hay pasión, entrega, fuerza, poder y, lo más importante, están moldeándose buenos seres humanos.
“Para muchos de estos muchachos, estos son sus Juegos Olímpicos”, me compartió en una charla, Jimena Saldaña, vicepresidenta de Centro Caribe Sports y de Panam Sports, mientras se premiaba al relevo femenil que acaba de ganar oro en natación.
La directiva no solo se refería al esquema deportivo, sino también, al esquema de vida. Para muchos, el logro fundamental es trascender en el día a día, gracias a lo que el deporte sembró en ellos. “Les da bases para ser personas exitosas”, agregó. Y a la distancia, ellos, que acaban de luchar por subir a México al pódium, se enteran que su dirigente minimiza los resultados.
Es penoso. Y más cuando ella, Ana, luchó en tres Centroamericanos (ganó seis medallas) que en su época, para su dirigente, sí eran importantes y sí contaban para el tabulador de su beca. Yo la vi ganar dos oros en Cartagena 2006, por cierto.
Es penoso, porque el deporte la forjó, la moldeó, la preparó para triunfar y la llevó al sitio en donde está; la hizo exitosa, pues. Hasta que perdió el estilo.
Es penoso, porque seguro, la mayoría de los atletas han dejado de verla como un buen ejemplo.