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Martín Quintanilla: una vida ligada al futbol y al periodismo en televisión

La noticia me generó tristeza. Hace apenas unas semanas, en la víspera del Día del Padre, Martín publicó una imagen en donde rendía homenaje a su papá y otra en donde —parafraseo— dejaba testimonio del orgullo que le generaba ser padre de dos jóvenes talentosos. Inesperada, inobjetable, siempre inoportuna: así es la muerte.

Omar
Omar Rodríguez

Actualizado: 28 JUN 2024 - 5:12

Martín Quintanilla: una vida ligada al futbol y al periodismo en televisión
Arte: GRADA

Hace casi tres años mi índice, que previamente se movía de abajo hacia arriba, se posó en la parte central de la pantalla de mi teléfono celular. Esa mañana de lunes yo pasaba el tiempo viendo Facebook cuando una imagen llamó mi atención y, sincrónicamente, me sorprendió de mala manera; en la fotografía digital aparecía Zico —el mediocampista que a la Franja llegó en los primeros años de la década de los noventa— y junto a él dos periodistas que lucían jóvenes, en sus veintitantos o inicios de los treintas: Carlos Hernández Reyes y Martín Quintanilla Solís.

Aquella imagen no fue el motivo de mi sorpresa, sino el moño negro que opacó a la tercia de personajes ligada al futbol de Puebla. Aquella mañana no terminé por comprender o aceptar el pie de foto que, de manera obsesiva, leí diez o quince veces, mismo que, palabras más y palabras menos, anunció el deceso de Carlos Hernández Reyes, periodista con el que compartí muchísimas tardes en nuestra oficina de redacción o bien en un palco del estadio Cuauhtémoc comentando o narrando los partidos del Puebla. 

En aquella publicación, Martín Quintanilla dio el pésame a los amigos y familiares de Carlos, entre los que se encontraban numerosos personajes ligados al deporte de Puebla y Tlaxcala. A manera de conclusión, en dicho post, Martín evocó algunos de los momentos que ambos vivieron en la década de los ochenta y noventa, uno como periodista de medios escritos y radiofónicos y el otro como reportero y conductor de televisión.

Casi tres años después de aquel suceso, el miércoles por la mañana, tras recibir el mensaje de alerta de un amigo con pasado en el Puebla glorioso de los ochenta, ingresé a Facebook para corroborar que ahora quien había fallecido era precisamente Martín Quintanilla Solís.

La noticia me generó tristeza. Hace apenas unas semanas, en la víspera del Día del Padre, Martín publicó una imagen en donde rendía homenaje a su papá y otra en donde —parafraseo— dejaba testimonio del orgullo que le generaba ser padre de dos jóvenes talentosos. Inesperada, inobjetable, siempre inoportuna: así es la muerte. 

A Martín lo recuerdo en los espacios noticiosos de Televisa Puebla. En una era en donde no había tantos medios como los hay ahora, Martín, con su voz distintiva y con su carácter afable, mostraba a través de la pantalla el día con día de los entrenamientos del Puebla de Larios, Ruiz Esparza, Poblete y Aravena.  

Muchos años después, quizá en el invierno de 2017, invité a Martín Quintanilla a escribir una columna en el extinto periódico Esto de Puebla. Conversamos y él, lo recuerdo bien, estaba muy emocionado por emprender un proyecto que, a final de cuentas, no se concretó.

La última vez que conversé con Martín fue en plena pandemia; en el vestíbulo de un edifico colindante con el Parque del Arte nos encontramos casualmente, mientras acudíamos a comprar un ejemplar del libro Historia con goles. Aquella ocasión nos pusimos al día y platicamos sobre la posibilidad de grabar alguno de los contenidos que en sus últimos años difundió por redes sociales. Ya no hubo oportunidad para grabar aquel audiovisual.

Sobre el autor

Omar Rodríguez
Omar Rodríguez

Periodista poblano, escritor, conductor de radio y televisión. Ha realizado coberturas de 30 torneos de Liga MX y coberturas internacionales, entre ellas Copa del Mundo FIFA y Copa Confederaciones.