Deporte femenil, una (histórica) deuda pendiente
Sin su talento, inteligencia, fuerza, esfuerzo y valentía imagínense qué sería de nuestro país.

“No llego sola, llegamos todas”, con este mensaje la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum daba el primer paso a una nueva era en un país que históricamente se ha forjado en un machismo que trata de ser erradicado en sus raíces más profundas las cuales trastocan el deporte.
Hablar del 8M es decir infinidad de frases, palabras, pero sobre todo, de las mujeres alzando la voz a tantos problemas que viven de los cuales han rayado en el hartazgo y el deporte nacional no ha sido la excepción.
Acoso, desigualdad salarial, violencia de género, falta de oportunidades, machismo, misoginia, son tan solo la punta de un iceberg que no puede seguir negando su existencia. Si algo han demostrado las mujeres en este país es que logran muchísimo todos los días en todos los ámbitos.
Pareciera inverosímil que en pleno 2025 todavía se hable más de cuestiones físicas acerca de las deportistas que de su enorme talento, pero sí, pasa y más seguido de lo que debería. Se tienen que romper esos patrones que solamente han alimentado más conductas que no favorecen a la igualdad de género y ahí entra el deporte.
Les pongo un ejemplo muy simple, hace unos días Lizbeth “La Maga” Ovalle marcó el que es quizás, el mejor gol en la historia de la Liga MX Femenil, un campeonato que en sus pocos años de vida ha estado luchando contracorriente en muchos rubros pero que sigue soportando las adversidades.
Mucha gente dejó de lado el gol y simplemente cayó en este triste y burdo debate sobre la poca visibilidad que tiene el fútbol femenil en México el cual es provocado por muchos factores pero que eso ya se sabe de antemano.
Qué me dicen acerca de las últimas medallas de México en Juegos Olímpicos, desde Sydney 2000 a la fecha, más del 60% de ellas han sido conseguidas por atletas que se dejan el alma y que al igual que los varones, luchan contra un sistema lleno de corrupción pero que aparte de eso, superan las barreras del género.
Hablar del Día Internacional de la Mujer sin ser del género femenino es un tema muy complejo por el tacto que se debe tener y sobre todo, comprender las razones por las cuales esta fecha causa las movilizaciones que tiene donde el deporte forma parte de ello.
Y justo de ese tema no quiero dejarlo en el tintero, el Club Puebla Femenil puede ser el ejemplo perfecto de lo que pasa cuando solo tienes un proyecto por cumplir ante las reglas y no porque lo consideres sustentable.
La Franja Femenil hasta hace un año tenía un proyecto y mejor aún, una identidad que la hacía distinta en la Liga MX Femenil. Hoy, todo eso quedó atrás, los de pantalón largo decidieron recortar el presupuesto, dejar ir a casi toda la plantilla titular y apostar por chicas jóvenes que no tienen el suficiente cobijo en la Primera División.
Escribir acerca de esta versión del Club Puebla más que sentir enojo, genera tristeza porque ninguna jugadora debería padecer el abandono de las directivas que tienen equipos de futbol femenil que viven situaciones similares: Santos Laguna, Mazatlán FC, Necaxa, Querétaro, por mencionar algunas.
Y si eso ocurre en el deporte más popular de nuestro país, imagínense cómo están otros que no tienen tantos reflectores, pero que también necesitan ser escuchados y atendidos por la CONADE y por la propia Presidenta de México.
No todo está perdido y no todo es malo, el mejor ejemplo es la Liga Mexicana de Softbol que en su segunda temporada ha ido creciendo y como vienen las cosas, todavía puede tener resultados favorecedores el siguiente año pensando en Los Ángeles 2028.
Estas líneas buscan resaltar y reconocer a la mujer en todos su ámbitos no sólo porque llega el 8 de Marzo, sino todo el tiempo al ser actores de cambio en la sociedad; sin su talento, inteligencia, fuerza, esfuerzo y valentía imagínense qué sería de nuestro país.