La otra cara del Puebla Femenil
Los problemas que vive el equipo dentro del terreno de juego sólo son parte de un auténtico iceberg que es todavía más profundo de lo que uno pudiera imaginar. Lo que vive La Franja es un reflejo de la disparidad que padece la Liga MX Femenil.

Amigos gradistas, qué gusto saludarlos de nueva cuenta en este su espacio. Quisiera arrancar preguntándoles ¿Ustedes se imaginan a André Jardine, director técnico del Club América, tricampeón de Liga MX “dobleteando”, es decir, tener un segundo trabajo? La respuesta por unanimidad será que no, porque el cuadro de Coapa le da un buen salario, uno de los mejores en México sin duda.
Ahora, les replanteo el cuestionamiento ¿Se imaginan a un director técnico de la Liga MX Femenil teniendo otro empleo? La respuesta puede ser muy diferente porque a pesar de que hay clubes económicamente estables como América, Tigres o Monterrey varios equipos tienen a contar con un presupuesto limitado por más que lo nieguen..
Porque hago esta comparativa ustedes me dirán. La respuesta es simple. En el Club Puebla Femenil, el director técnico promedio tiene un salario que quizás no está tan alejado de la sociedad mexicana, cosa que en teoría no debería ocurrir pero sucede y que termina reflejando esa disparidad abismal que existe a nivel salarial en el balompié nacional.
Hace unos días, el ex director técnico del Club Puebla, Guillermo Cosío reveló a “Franjitis” algo que era un secreto a voces, el presupuesto de La Franja Femenil es limitado y por ende, los salarios son austeros, muchos de ellos inclusive no llegan ni al salario mínimo. Se sabe desde hace tiempo, pero faltaba una prueba fidedigna para que se supiera públicamente.
Que un director técnico de Primera División en el fútbol femenil mexicano tenga que recurrir a otro empleo para mantener el sustento de una familia con tres hijos dice mucho sobre los recursos limitados que este caso tiene el Club Puebla Femenil, pero que fácilmente podrían tener otros tantos equipos de la Liga MX Femenil.
Rivales invisibles
La cosa se pone todavía peor porque el tema no sólo pasa por el banquillo, sino también en el terreno de juego. El ex timonel de La Franja reveló también que algunas jugadoras tenían un trabajo en sus tiempos libres para ganar un dinero extra y con ello poder pagar sus cosas. Es increíble pero totalmente real que jugadoras profesionales tengan que “dobletear” para tener lo elemental.
Jugadoras de Primera División que por sus ratos libres trabajen en una cafetería, un restaurante o cualquier labor digna para poder pagarse sus botines, sus despensas o lo que necesiten porque el equipo no puede cubrir eso, esta es la otra cara de La Franja.
La crisis del equipo camotero no sólo es un tema de la cancha, la falta de refuerzos o de ideas colectivas; por un momento pónganse en el lugar de ellas. Jugar fútbol en el alto rendimiento y después tener que buscar el sustento como cualquiera de nosotros, llega un punto en el que es imposible no preocuparse por temas financieros cuando la lana no alcanza.
Lo revelado por Cosío no pretende echar leña al fuego en el equipo poblano, al contrario, que sea una razón más para entender el porqué de ciertas cosas y al mismo tiempo, exhibir y exigir mejoras para las futbolistas porque ya estuvo bueno de que algunos clubes consideren como “imposición” tener un equipo femenil y no invierten; lo mínimo que merecen es tener condiciones dignas.
La brecha salarial no es un tema nuevo, pero en pleno 2025 no debería seguir sucediendo tomando en cuenta todos los avances que presume la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) y cuyos 18 clubes de Liga MX no tienen riesgo en sus franquicias, pues por eso abolieron el descenso, para tener estabilidad financiera, o eso dijeron en plena pandemia.
¿Son desafiantes?
Recordemos que en 2021, la Comisión Federal de la Competencia Económica (Cofece) sancionó a la Liga MX Femenil por promover la brecha salarial de género al tener un tope salarial de 14 mil pesos en un máximo de cuatro jugadoras por plantel, hecho que ha sido muy cuestionado desde entonces.
Por su parte, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias reveló en 2023 que el salario promedio de una jugadora profesional en México es de 3 mil 700 pesos, mientras que Mariana Gutiérrez, presidenta de la Liga MX Femenil afirmó el año pasado que los salarios mínimos han “mejorado muchísimo”.
Lo que nadie puede negar es que en la actualidad gana más una persona en la Beca Jóvenes Construyendo el Futuro (8 mil 300 pesos) que en algunos equipos de la Liga MX Femenil y si no me cree, vea cuántas jugadoras se han retirado por los bajos salarios o le han apostado a otros rubros.
Ojalá algún día de verdad hagan las cosas por y para ellas, no sólo la foto, el comunicado, el tuit y el video, porque eso en el Estado de México se lo saben desde hace casi 100 años.