Los Aquino Amador, ejemplo de pasión por Pericos de Puebla
Con la emoción a flor de piel, Héctor y su pequeño hijo Alonso viven intensamente cada juego de la “Novena Verde”, cariño que fue reconocido por los emplumados en el Hermanos Serdán.
La presencia de los Pericos de Puebla en los playoffs de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) ha despertado a la afición poblana por el béisbol, que en la serie de semifinales ante Diablos Rojos del México ha vivido momentos épicos en el Hermanos Serdán.
Uno de esos momentos fue captado por la cámara de un celular, que dejó ver a un pequeño aficionado gritando y llorando de emoción con la victoria de la “Novena Verde” en extrainnings del pasado martes, donde Leo Germán fue el gran héroe.
De inmediato, la directiva de Pericos de Puebla pidió apoyo a la afición para encontrar a este pequeño fan que dejó ver con llanto el amor a los emplumados, a fin de darle un premio acorde a su pasión.
Ese pequeño gran fan de Pericos de Puebla resultó ser Alonso Aquino Amador, quien junto con su padre, Héctor Gabriel Aquino Amador, llevan tatuados en el corazón a los Pericos de Puebla y, como buenos poblanos, al Puebla de la Franja.
El premio para Alonso fue lanzar la primera bola del quinto juego de la serie entre Pericos y Diablos. Previamente, en charla con GRADA, Héctor y Alonso resaltaron lo que significa para ellos la “Novena Verde” y toda la pasión que les genera.
Alonso no se guardó nada y sentenció que esa emoción que desbordó el pasado martes seguirá para próximos juegos, recordando el momento en que explotó en júbilo tras las carreras que impulsó Leo Germán.
“Sentí muy bien porque fíjate que me concentré en Leo (Germán), no me concentré en otros jugadores. Me emocioné mucho porque me gustó mucho el partido, fue un partidazo, fue el primer extrainning que he visto y todos en el estadio estábamos muy emocionados”, comentó.
Este pequeño fan de Pericos no dudó en señalar que esa misma emoción se sintió el miércoles con el jonrón de Leo Germán en la novena entrada para darle el triunfo a los emplumados, pues en el estadio “seguro todos lloraron”.
Alonso no ocultó su emoción de estar en la cancha para lanzar la primera bola, pues aunque ya había pisado el diamante del Hermanos Serdán, esta es la primera vez que lo hace con un estadio lleno.
“Estoy muy nervioso porque es con estadio lleno y con jugadores y me da mucha pena. Claro, también puedo llorar. Espero ganarme un autógrafo o una bola de foul”, mencionó Alonso, quien además se dijo gran fan de Danny Ortiz y de Leo Germán “porque tiene el cabello pintado”.
Por su parte, Héctor Gabriel Aquino Amador se dijo orgulloso de ver la manera en la que su hijo disfruta del deporte, pues no solo en el béisbol desbordan emociones, ya que él es matador de toros y junto con su hijo es también gran aficionado al Puebla de la Franja.
“No es la primera vez que nos pasa algo así. En el Cuauhtémoc también vivimos algo similar en el repechaje contra Chivas, en los penales, que termina ganando Puebla, y Alonso también se emocionó mucho, llegando a las lágrimas”, comentó.
Héctor reveló que el día fue “raro, pero muy emocionante”, porque desde muy temprano le avisaron que estaban buscando a su pequeño, algo que lo llena de orgullo, pues ha buscado inculcarle el amor al deporte.
“Es un regalo de la vida y es un regalo que vamos a estar eternamente agradecidos con la gente de Pericos. Lo que se vivió en el estadio es difícil de explicar, entonces que esta emoción la pueda vivir un niño, que pueda bajar a la cancha con estadio lleno, es algo que me llena de alegría”, agregó.
Finalmente, Héctor resaltó que Alonso tuvo la suerte de ser visto en medio de su emoción, pero resaltó que ha visto muchos niños en el Hermanos Serdán completamente entregados a Pericos, algo que resulta importante, pues se está fomentando el amor a los equipos poblanos.