El mejor festejo en los 80 años del Club Puebla
La gran interrogante es, ante una desastrosa temporada: ¿cómo pensará la directiva festejar los 80 años del equipo? ¿Con la tradicional emisión de una playera conmemorativa? ¿Con la arenga de algunas figuras del equipo?
A mi querido amigo Carlos Eduardo Díaz Cid
Piso por primera vez en mi vida la cancha del estadio Cuauhtémoc (de cualquier estadio). Es otro mundo. Una vez adentro todo fluye, todo es cotidiano, sencillo, inevitable, todo mundo comprende el código, la verdadera lengua materna: fragmento de Ponte la del Puebla de Gabriel Wolfson.
El pasado martes 20 de febrero me enteré de la terrible noticia del fallecimiento de Carlos Eduardo Díaz Cid, hijo del fundador del Puebla, don Joaquín Díaz Loredo; hombre muy querido, cronista de la ciudad y con quien tuve el privilegio de coincidir muchas veces. A mi querido “Tata Copito”, como él se hacía llamar, lo recuerdo por hablar del amor de su padre para el equipo, en la construcción del estadio, en la entrega y la pasión que dedicó al Puebla, en el podcast de dos muy buenos amigos, Dany “Camotero” y “Hectoriño”.
En ese mismo día, ya por la noche, el Puebla fue exhibido y vapuleado por el Pachucha; dos instituciones diametralmente opuestas (si es que al Puebla todavía se le puede llamar institución). Por un lado, un equipo sin rumbo, sin identidad, que sobrevive en la liga, que no lleva gente a su estadio, que no genera ningún interés y que en los últimos años ha decidido sobreponer lo económico a lo deportivo con la venta indiscriminada de jugadores; por el otro lado, un equipo que sabe contratar, sabe generar futbolistas de su cantera, que vende jugadores cuando tiene ya las bases para cubrir posiciones, que ha sido protagonista, contendiente al título y que le da confianza y herramientas a sus técnicos.
No pasó mucho tiempo, el pasado viernes 23 de febrero para ser exactos, cuando el modesto Querétaro desnudó la triste realidad del Puebla; un equipo naufragando en el mar de la ignominia, repudiado, abucheado y con una directiva tan cínica, que con la destitución de Ricardo Carbajal cree poder recomponer la situación tan lamentable y desastrosa.
Parece que en esta ocasión, el “modelo de negocio” les ha estallado en las manos y resulta una ironía que sea justo a unos meses de celebrar los 80 años de historia, el equipo se encuentre en el fondo de la tabla y firmando una de las peores temporadas de los últimos años.
Aquí es donde directivos como don Joaquín Díaz Loredo alcanzan un valor superior, donde el amor al equipo se antepone a los intereses económicos, donde en su época no había inteligencia deportiva; había caballeros y hombres de palabra buscando forjar y consolidar la historia de un club de fútbol, aquí es donde el hombre trasciende, aquí, donde todo inició.
¿Tendrá algún sentido comenzar a enumerar culpables? En lo personal, creo que no. Es infructuoso y estéril, no nos lleva a ningún lado; la situación es desesperante, la actual directiva en su soberbia, piensa que la culpa es de cualquiera menos de ellos, faltaba más, quiénes somos los aficionados para cuestionar a tan ilustres personajes que nos hacen favor de guiar los destinos del Puebla, finalmente la “Operadora de Escenarios Deportivos S.A. de C.V.” ha sido un gran negocio. Lo demás es lo de menos.
La gran interrogante es, ante una desastrosa temporada: ¿cómo pensará la directiva festejar los 80 años del equipo? ¿Con la tradicional emisión de una playera conmemorativa? ¿Con la arenga de algunas figuras del equipo? ¿Con un partido de corte internacional que no alcance ni medio estadio de entrada? ¿Con un pastel?
La verdad es que la mejor manera de festejar sería con un anuncio de sus propietarios decidiendo hacerse a un lado y permitir que algún otro grupo o inversionista tome las riendas del equipo; la realidad es que esto, está muy lejos de suceder. Mientras el mentado “modelo de negocio” les siga dejando ganancias, las cosas, lamentablemente, no van a cambiar.
Descansa en paz, mi querido amigo “Tata Copito”. Se nos quedó pendiente una paella negra y la ilusión de ver juntos a un mejor Puebla de la Franja, el Puebla que creó tu señor padre, don Joaquín Díaz Loredo. El Puebla de los que amamos al equipo; el Puebla de a deveras.
Con el gusto de saludarles, nos leemos la próxima semana.