Winterbotham, posible inversor del Club Puebla: manchado por lavado de fortunas
Investigación GRADA: Documentos judiciales y reportes internacionales vinculan a Winterbotham, grupo financiero internacional detrás de “G.O.O.L Capital” —fondo que presuntamente invertiría en el Club Puebla— con los casos más graves de corrupción de América Latina en las últimas décadas: el esquema que hizo dimitir al presidente brasileño Fernando Collor, la escandalosa “Operación Lava Jato”, y el lavado de sobornos millonarios del exgobernador de Río de Janeiro, Sérgio Cabral.

Winterbotham Group, el grupo financiero que respalda al presunto fondo de inversión deportivo “G.O.O.L Capital” —mencionado el pasado 21 de mayo por el presidente del Club Puebla, Manuel Jiménez, como posible inversor en la institución— está involucrado en investigaciones internacionales por facilitar operaciones de lavado de dinero, evasión fiscal y estructuras financieras opacas utilizadas por redes criminales en todo el mundo.
Fundado en Uruguay en 1990 y con licencia fiduciaria en Bahamas desde 1994, Winterbotham Trust Company ha sido pieza silenciosa en algunas de las tramas de corrupción más escandalosas de América Latina en las últimas décadas.
Su nombre figura en el escándalo de Paulo César Farias, empresario y operador de campaña del expresidente brasileño Fernando Collor de Mello, quien dimitió en 1992 entre protestas masivas por corrupción; años después, Farias fue hallado muerto en circunstancias sospechosas, mientras enfrentaba cargos por lavado, tráfico de influencias y vínculos con la mafia.
Más tarde, Winterbotham reapareció en 2015 en el epicentro de la “Operación Lava Jato”, la investigación que sacudió a la clase política y empresarial de Brasil y que arrastró a decenas de figuras de alto perfil.
También está implicado desde 2017 en el caso de Sérgio Cabral, exgobernador de Río de Janeiro, condenado por recibir más de 100 millones de dólares en sobornos a través de estructuras financieras como las que Winterbotham facilitó.
El vínculo con “G.O.O.L Capital”
La conexión entre Winterbotham Trust Company y el presunto fondo “G.O.O.L Capital” se revela a través del sitio web (goolcapital.com) —compartido por la jefatura de prensa del Club Puebla a medios de comunicación el 21 de mayo—, el cual incluye en su pie de página la leyenda: “A venture by SeventyTwo Global”.
Registrado ante el gobierno australiano en marzo de 2021 —como lo demuestra el documento en poder de GRADA—, SeventyTwo Global es un conglomerado financiero australiano, estructurado por Winterbotham Group, y dedicado a inversiones offshore y planificación patrimonial. Dentro de este grupo existe una sola división con experiencia real en el deporte profesional internacional: “SeventyTwo Sports Group”, firma especializada en la representación de atletas y gestión deportiva de alto nivel.

Sin embargo, el pasado jueves, ejecutivos de “SeventyTwo Sports Group” contactaron directamente a GRADA para deslindarse por completo del fondo “G.O.O.L Capital”, aclarando que no han sido consultados ni tienen relación alguna con la operación presentada por el Club Puebla. El deslinde ocurrió apenas unas horas después de que este medio documentara que el sitio “goolcapital.com” fue creado solo tres días antes de la conferencia de prensa, no cuenta con correos empresariales válidos, y fue construido con Wix, una plataforma gratuita sin acreditación institucional.
Además, tras una búsqueda exhaustiva en Companies House, el registro oficial de empresas del Reino Unido, no existe ninguna entidad legal inscrita bajo el nombre “G.O.O.L Capital Fund Ltd”, lo que confirma la falta de sustento jurídico del supuesto fondo.
Las raíces de Winterbotham
Winterbotham Group es un conglomerado financiero internacional con sede en las Bahamas, especializado en fideicomisos, banca offshore, administración de fondos, corretaje y servicios corporativos transfronterizos.
Con operaciones activas en Bahamas, Islas Caimán, Uruguay, Puerto Rico, Hong Kong y Reino Unido, el grupo opera a través de una red de entidades reguladas —como The Winterbotham Trust Company, Winterbotham Fiduciaria, WTC International Bank Corporation y Winterbotham Corporate and Fund Services— que ofrecen desde asesoría en inversiones hasta estructuras fiduciarias y soporte contable.
Esta presencia global en jurisdicciones reconocidas por su laxitud regulatoria le permite ofrecer “soluciones financieras integrales” que han sido aprovechadas en múltiples ocasiones para facilitar el movimiento de capitales opacos, eludiendo controles fiscales y legales en distintas partes del mundo.
Lavó dinero que tumbó a presidente de Brasil
En 2001, el diario argentino Clarín reveló que el entramado financiero del grupo fue pieza clave en el esquema de corrupción del empresario brasileño Paulo César Farias —asesinado en 1996—, operador de campaña de Fernando Collor de Mello, el primer presidente electo tras la dictadura y el primero en dimitir bajo juicio político en 1992.

Desde Montevideo, Winterbotham trianguló fondos en efectivo recolectados en “cuevas” de Buenos Aires que luego eran girados al Citibank de Nueva York, sin dejar rastro legal. La operación se dirigía desde un chalet en Montevideo, Uruguay, donde operaba “The Winterbotham Trust Co. (Uruguay)”, comandada por María del Carmen Forcella, hija del operador bursátil Ricardo Forcella, señalado en investigaciones brasileñas como parte de la red de lavado.
Clarín documentó que Winterbotham controlaba el 75% de las sociedades offshore involucradas, muchas de ellas más numerosas que los empleados del grupo. Las firmas —como Winterbotham Investment Fund, Sabre Elite Fund y Winterbotham Insurance Co.— estaban diseñadas para ocultar la verdadera titularidad de los capitales.
Como constató GRADA en registros de Companies House, María del Carmen Forcella, nacida en 1956, figura como directora en al menos dos entidades del grupo en Reino Unido: “Winterbotham Trading UK Limited”(2002–2008) y “Winterbotham Trustees (UK) Limited” (2006–2015).

Así empezó a operar una estructura opaca que, con los años, perfeccionaría sus métodos en Bahamas, Caimán, Hong Kong y Uruguay.
Caso Lava Jato: lavado de 40 millones de dólares
En 2015, durante el avance de la “Operación Lava Jato”—el mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil—, el Ministerio Público Federal de Brasil demostró que Julio Camargo, empresario y delator clave en el caso, recibió más de 40 millones de dólares entre septiembre de 2006 y septiembre de 2007 en su cuenta personal n.º 2009071 del “Winterbotham Merchant Bank”, con sede en Uruguay.

De acuerdo con el documento judicial de más de 115 páginas —al que GRADA tuvo acceso—, al menos 15 millones de dólares fueron enviados desde esa cuenta a bancos en Suiza, Hong Kong, Estados Unidos y España, configurando una red internacional de lavado de dinero facilitada por la entidad financiera.

Las transferencias formaban parte del pago de 30 millones de dólares en sobornos para asegurar contratos con la estatal Petrobras, mediante empresas fachada conectadas al cambista Alberto Youssef.
Durante la investigación, Winterbotham retuvo información clave que Camargo intentó entregar a la justicia como parte de su colaboración, retrasando el rastreo del dinero y protegiendo la opacidad del circuito financiero.
El impacto judicial fue inmediato: Julio Camargo fue condenado, pero accedió a un régimen de prisión abierta tras colaborar con la fiscalía; Fernando Baiano, operador del PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño), recibió una condena de 16 años; y Alberto Youssef, pieza central del esquema, fue sentenciado a más de 120 años de prisión, aunque parcialmente reducidos por su cooperación.
El caso dejó claro que Winterbotham no solo fue el banco de paso, sino una pieza estructural en la maquinaria global del lavado de dinero político-empresarial.
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Caso Cabral: otro multimillonario lavado
“Winterbotham Trust” en Uruguay fue el banco que ayudó a blanquear activos que mandó a prisión al exgobernador de Río de Janeiro en 2017 como resultado de la “Operación Eficiência” —desprendimiento de “Lava Jato”—.
Parte de los más de 100 millones de dólares desviados por Sérgio Cabral —una de las figuras políticas más poderosas de Brasil durante más de una década y condenado a más de 400 años de prisión por corrupción y lavado de dinero— pasaron directamente por cuentas del banco fiduciario en Montevideo.
Así lo revela el expediente del Poder Judicial Federal de Brasil —en poder de GRADA—, quien consigna que en 2011, por indicación del ejecutivo Flávio Godinho (trabajador del empresario Eike Batista), se firmó un contrato de fachada entre “Centennial Asset Mining Fund LLC” (holding de Batista) y “Arcadia Associados S.A.” (empresa creada por Renato Chebar, uno de los delatores).
Este contrato simuló la intermediación en la compra de una mina de oro, pero en realidad fue el mecanismo para justificar el pago de 16.5 millones de dólares en sobornos. Al no poder abrir una cuenta en el TAG Bank de Panamá, los fondos se depositaron en una cuenta de “Arcadia Associados S.A.” en la filial de Winterbotham en Uruguay.

Además, el dinero se usó —a pedido directo de Cabral— para comprar acciones de Petrobras, Vale y Ambev en la Bolsa de Nueva York, que posteriormente fueron custodiadas en favor del exgobernador a través de la red financiera montada por Winterbotham. Todo fue organizado en reuniones celebradas en oficinas en Río de Janeiro y documentado en contratos falsos firmados el 4 de enero y el 1 de septiembre de 2011, también incluidos en el expediente judicial.
Este tramo se suma a otra vía paralela del mismo esquema, revelado por el medio uruguayo especializado en periodismo de investigación “Sudestada”, en la que los hermanos Chebar operaban junto al cambista Vinicius Claret, desde una oficina en el World Trade Center de Montevideo, usando “Sterci S.A.” y otras fachadas corporativas vinculadas a Winterbotham para mover decenas de millones de dólares.
Winterbotham fue la plataforma de confianza utilizada por el círculo de Sérgio Cabral para recibir, custodiar y ocultar sobornos millonarios, recurriendo a contratos simulados y estructuras offshore desde territorio uruguayo.
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Día definitivo para TV Azteca
Este lunes 26 de mayo, en punto de las 11:00 horas se realizará la Asamblea Ordinaria Anual de Socios del Futbol Mexicano, la cual —según pudo saber este periódico—, tiene como tema en la orden del día la discusión del presunto fondo de inversión vinculado al Club Puebla, así como el caso del posible cambio de dueños del Club Querétaro.
De acuerdo con el Artículo 41 de los estatutos vigentes en la Federación Mexicana de Fútbol, cualquier cambio en la estructura societaria de un club —incluyendo la entrada de nuevos socios o inversionistas— debe ser considerado como una sustitución de afiliación. “El cambio de persona moral y el cambio o adición de accionistas, socios y/o asociados a la persona moral titular de la afiliación, será tomado como una sustitución”.
Esto implica la autorización previa del Comité Directivo y de la Asamblea General, donde se requiere el voto favorable de 14 de los 18 clubes que la conforman.
Por ello, la discusión en torno al presunto fondo “G.O.O.L Capital” cobra especial relevancia, no solo por su falta de registro legal y estructura operativa verificable, sino también por su relación directa con Winterbotham Group, comprobada en múltiples investigaciones internacionales por facilitar operaciones de blanqueo de capital y evasión fiscal.