¿La calma después de la tormenta?
Hoy ganamos y entendimos que pudimos hacer más, pero nos quedamos como siempre, a la orilla. El sentimiento atora el nudo en la garganta pero deja el corazón a mil para seguir apoyando.
Se cumplió el tercer partido y la voluntad de muchos en México llegó a “buen” término. La cabeza (ya anunciada) del entrenador a cambio de la eliminación del equipo en el Mundial. Las televisoras y directivos disfrazados de sentido común han ganado la popularidad que el clamor del pueblo pedía: “Fuera Tata”. A cambio vimos a 26 futbolistas con su deseo mancillado por la falta de efectividad ante la puerta (cuando tuvimos oportunidades).
Ahora viene la “revolución” del futbol mexicano, vienen los cambios estructurales que nos harán ser protagonistas y no complementos, que permitirán que en los 10 partidos jugables en México, presumiblemente los 2 de grupo más lo que se acumule para el combinado tricolor permita el éxito esperado desde siempre en la justa mundialista.
No, no, estimado amigo. Esto del futbol no es así de simple, los deseos de miles de mexicanos, lastimados por el deseo de un buen accionar futbolístico, no se cumplirán con la salida de Gerardo. Solamente revivirán el ciclo mundialista de la selección: nos eliminan y salimos frustrados; presentan nuevo proyecto; nos ilusionamos; nos dan el golpe de realidad en el Mundial; y se repite nuevamente. Y así es y será hasta que realmente venga una reestructuración total, que los intereses financieros jamás permitirán porque consideran que van en contra de la ganancia. El día que se den cuenta que van de la mano se van a dar de topes, pero shhh, es un secreto que parece el hilo negro. Ellos no lo quieren descubrir y nosotros de ese hilo podemos seguir jalando.
Crítica al no ascenso y descenso. Argumento: “pero Estados Unidos no tiene ascenso y descenso y están compitiendo”; réplica: sus futbolistas se forman atleticamente y tienen oportunidades desde más jóvenes en clubes europeos. Argumento: “la Liga es competitiva, cualquiera entre los 12 puede ser campeón”; réplica: La liga es mediocre y permite que cualquier pueda ganar. Argumento: “tenemos jugadores en Europa que no rinden en la selección”; réplica: allá juegan con jugadores distintos, disciplina distinta y entrenamientos distintos, por lo que su resultado es plenamente distinto. Y podemos ahondar en muchas formas del pópulo y sus constantes quejas.
Lo real, el trabajo que debe hacerse en la Federación parte del modelo o identidad, y hay que definirla. Durante mucho tiempo hemos hablado de identidad nacional, pero es inexistente. Habla de españoles, argentinos, brasileños, italianos, alemanes y sabrás que tiki taka, pisaditas y jugadas en una baldosa, picardía y alegría, defensiva férrea, orden milimétrico, tienen una relación explícita a cada una de las nacionalidades.
Partiendo de la identidad, entonces buscamos a un entrenador capacitado para lidiar con futbolistas jóvenes y con experiencia, locales y externos, buenos y malos, adecuados e inadecuados, talentosos y guerreros (de esta teoría les hablaré en alguna columna posterior).
Con un perfil adecuado, no popular ni famoso, sino adecuado, podemos establecer un orden de ideas en el que vamos ‘paso a pasito’ hasta hacer un gran y consistente camino. Por futbolistas no vamos a parar, hay gran cantidad de grandes futbolistas que fácilmente pueden llenar la lista de 26 para competir en Selección.
Acoplar los perfiles, las ideas del entrenador, el camino y las maneras serían una gran planificación. Ahora el punto de hacer que la federación en sus miembros permitan un accionar totalmente en beneficio de lo futbolístico será poco posible, pero si se les hace entender de las ganancias que pueden tener con el éxito deportivo, será un acercamiento distinto que les hará sonreír.
El futbol hoy para México perdió en la cancha la oportunidad de avanzar en la Copa del Mundo pero ha perdido durante años, no solo estos últimos 4, han sido años y años donde no se avanza porque se prefiere el gusto que el gasto, que sobre y no se invierta.
Tácticamente el plan será el que un individuo deseé y a eso se debe acoplar el futbolista y nosotros como espectadores, entender que quien está para decidir es uno y no todos. Que nosotros podemos ser críticos y disfrutar las alegrías o sopesar las tristezas, pero ese es y será nuestro papel. Desde fuera, siempre desde fuera, apoyar. Dentro hay 11 en cancha que deben realizar un plan, activar sus talentos y evitar que el rival potencie los suyos, para demostrar los muchos miles de pesos que ganan día a día.
Días de tranquilidad para pensar en lo que viene. Mundial en casa y millones de posibilidades para limpiar lo que durante años ha estado sucio.
Hoy ganamos y entendimos que pudimos hacer más, pero nos quedamos como siempre, a la orilla. El sentimiento atora el nudo en la garganta pero deja el corazón a mil para seguir apoyando.
Y recuerden, la pelota siempre al 10.