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PSG: campeón con base en un proyecto

En un momento de brillantez administrativa encontraron en el grandísimo Luis Enrique a ese instructor de vida, ese filósofo del fútbol y formador de personas que participan del hermoso deporte, a ese gran líder y planeador del éxito.

Antonio
Antonio Palomino

Actualizado: 3 JUN 2025 - 5:20

PSG: campeón con base en un proyecto
Arte: GRADA

Había una vez un equipo millonario, con fondos suficientes para comprar a los jugadores más caros del mundo, que no es consecuentemente los mejores. Este equipo tenía la consigna de andar sin rumbo ni camino, pero obteniendo a los futbolistas a cualquier costo y maneras. 

Tuvieron al León sueco, al goleador uruguayo, al Fideo, a Donatello, al heredero de la magia brasileña, a la Pulga biónica, y en el paso de todas estas leyendas del deportes no pudieron ganar la Orejona. Este equipo actuaba reaccionando a las exigencias de su dueño, Nasser Al Khelaifi, y contrataban entrenadores de fútbol pero no organizadores completos de un club.  Inclusive tuvieron a don Carlo, un italiano de ceja alta, ganador y sencillo, pero que no pudo lograr la añorada copa de las grandes orejas para el club parisino.

En un momento de brillantez administrativa encontraron en el grandísimo Luis Enrique a ese instructor de vida, ese filósofo del fútbol y formador de personas que participan del hermoso deporte, a ese gran líder y planeador del éxito.

Luis Enrique ya había hecho campeón a otro equipo con más herramientas y recursos en el vestidor y que realmente era seguir trabajando un proyecto que él conocía desde sus tiempos de futbolista.

La estrategia y las formas de manejar el grupo por parte de Luis eran las más simples y obvias pero llevadas a cabo desde la organización y estructura.  Entonces y solo entonces Les parisiens comenzaron a cambiar.

Siempre es útil tener a las leyendas, a esos nombres que solitos causan pavor en el rival, pero en este caso todos los que pasaron no lograron ganar el ansiado trofeo. Luis implementó métodos de seguimiento en el entrenamiento, la famosa grúa y la música, los comentarios desde lo alto con apoyo de un micrófono para que los futbolistas desde su posición de juego supieran lo que el entrenador veía y modificada.  Ajustó horarios de entrenamientos y comidas, tal cual lo hacen en todos los clubes, pero su idea seguía con base en el triunfo.

Una personalidad eléctrica, simple y directa lo llevó a relajar la presión hacia adentro de sus jugadores tomándola toda él.  El puesto de entrenador de fútbol en los grandes clubes consume y ya lo habíamos notado con Pep, Mou, Klopp y el mismo Luis Enrique, sin embargo a pesar de las necesidades y obligaciones en este equipo, Lucho no había sucumbido a estos desgaste intensos.

Su vida en el ámbito familiar tuvo un momento muy duro de pasar, en el cual tuvo que hacer fuerza y aceptar que ese evento en particular lo debería hacer más fuerte y agradecido.  Muy pocos en su lugar hubieran salido adelante de la manera en que él lo pudo hacer.

Sumando toda su experiencia, promoviendo nuevos métodos y adaptando lo que habitualmente se hacía en el tema deportivo, él trabajó con la plantilla que tenía, potenció a los que eran promesas y afirmó a los que venían siendo buenos.

Armó una estrategia de juego donde de acuerdo a sus elementos encontraría mejores y mayores oportunidades de triunfo.

Los fichajes que realizaron fueron con muchísima inteligencia para salvaguardar la transición de titulares a suplentes. Recuperó futbolísticamente al mosquito, quien con muchísima pena, un tanto más de lesiones y fallas interminables frente al arco dejó al club blaugrana con pérdidas económicas mayores al ser tasado infinitamente mayor a su valor real.

Ante la salida de Kiki y después de haberlo apoyado y enseñado a ir un paso adelante, no sucumbió al cerrar la puerta al tridente mágico que Messi, Neymar y Mbappé proponían, sino que siguió trabajando desde el colectivo, el éxito mediante el proyecto estructurado.

La meta seguía vigente y el camino se estaba andando.

Cuando un equipo tiene un proyecto estructurado, un entrenador con idea y una plantilla que se acopla a ambos, el proceso será ganador. El título y las metas se van a conseguir.

Con mucha discreción Luis Enrique logró el triplete, y posiblemente un sextete en futuro corto, con un equipo que no parecía fuera lo más posible de conseguir.

Hizo lo más complicado desde el trabajo diario. Ganar la Champions, aquí no hubo más que hambre de triunfo y futbolistas apegados a su entrenador.

No hubo filosofías de historia, no hubo míticas, no hubo ADN, no hubo todas esas historias que otros equipos pueden presumir, el PSG es un equipo en continua rebeldía y reconstrucción y obtuvo lo que el trabajo constante y bien hecho logra.

Enhorabuena al PSG.

Y recuerden, la pelota siempre al 10.

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