Lo que viene
Preferiría que sacaran un plan para mejorar la liga, formación y captación de talentos tanto de jugadores como de técnicos, y ya después, con esto claro, se preocupen por decidir quién será el entrenador.
La eliminación de México en fase grupos fue sorpresiva estadística e históricamente, porque llevábamos al menos desde 1994 calificando al mundial y a octavos de final, pero esperada por cómo fue el proceso, y por las decisiones que han tomado los directivos desde 2016.
Decisiones que han dañado el desarrollo deportivo mexicano, el que justamente necesitas en una Copa del Mundo. Determinaciones como la aprobación de la regla 10/8 para poder tener a 10 extranjeros en cancha, bajo la argucia del término “No Formado en México”; dejar de competir en la Copa Libertadores; dificultar el ascenso con requisitos y la posibilidad de pagar multas para los descendidos hasta eliminarlo y eliminar también la Copa MX…
De alguna forma, tanto afición como técnicxs, jugadrxs y gente dentro de la industria esperan que se tomen medidas, más porque tenemos el Mundial en casa en 2026; medidas que arreglen todo lo que se ha venido echando atrás desde 2016.
Pero antes de que se toque eso, que es medular y más importante que lo que viene, y muy a pesar del comunicado del presidente ejecutivo de la Liga MX, Mikel Arriola, reiterando el apoyo de la liga a selecciones nacionales, lo que viene es la renovación del director técnico del “Tri” varonil. El detalle es que, así como las decisiones en competiciones han sido malas, el proceso de decisión de entrenador tiende a ser pobre porque, en general, nos compramos el “lo que importa son los resultados,” rehusándonos a pensar en largo plazo o en mejoras graduales.
Por esto, no me dejarán mentir, pero el show de quién va a ocupar la silla “más caliente” del futbol mexicano será algo así:
- Se contratará a alguien en una sensación de desesperación por el mal Mundial y
fracasos en todos los demás procesos, tanto juveniles como femeniles este último año.
- Por esa “desesperación” realmente se irán sobre un candidato, en vez de parar y tomarse el tiempo de entrevistar y analizar a fondo varios perfiles, de acuerdo a su planeación (la cual parece inexistente).
- Como la formación en la Escuela Nacional para Directores Técnicos (ENDIT) es muy deficiente (que no es igual a que tengamos entrenadores poco capaces), pasará una de 2 cosas:
- Se buscará directamente a un extranjero (como ya han ido candidateando a directores técnicos argentinos). Como México parte en un punto de “desesperación”, cualquier extranjero que hable bonito y deslumbre, o que tenga un logro reciente, será capaz de obtener el trabajo por una gran suma de dinero (que curiosamente no están dispuestos a darle a un mexicano). Aquí figura Guillermo Almada porque acaba de quedar campeón con Pachuca. El campeonato habla de capacidad, pero pesará mucho porque acaba de suceder, no porque sea una normalidad. En desesperación, ves el triunfo inmediato, no precisamente continuidad en buenas prácticas, que no es lo mismo.
- “Más vale malo por conocido que bueno por conocer”. Si el argumento patriota termina por pesar, ‘barajearán’ a algún director técnico mexicano, de entre los cuales ha habido muy poca rotación en los últimos 20 años. Desde que soy chica, ha estado Víctor Manuel Vucetich, Miguel “Piojo” Herrera, Javier Aguirre. Quizá el más nuevo, que por trabajo merecería una oportunidad, es “Nacho” Ambriz.
- Independientemente de a quién escojan, tienen que arroparlo con gente capaz. Cuando los salarios de mandos medios en selección no son tan altos, la capacidad no es tanta.
En fin, usualmente esta lógica de decisión también pasa a nivel clubes. Entonces, asumo que esto será lo que viene. Aunque honestamente, preferiría que sacaran un plan para mejorar la liga, formación y captación de talentos tanto de jugadores como de técnicxs, y ya después, con esto claro, se preocupen por decidir quién será el entrenador.
A ver qué pasa.