El documento que dejará más beneficios que el Mundial
Ojalá que los programas prosociales sean llevados a cabo de manera transparente en nuestro México “lindo y querido”, cumpliendo "a rajatabla" con el enorme objetivo de prevenir la delincuencia y las adicciones, a través de la práctica del deporte.
A propósito del importantísimo evento que a la fecha de este trascendido se está llevando a cabo, quiero destacar que en Qatar, además del Mundial de futbol, también se realizó un documento con igual o mayor relevancia que la justa mundialista.
Sin intención de molestar a los amantes del balompié, deporte que también disfruto, en la Declaración de Doha -capital del país qatarí-, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), lanzó una iniciativa que, por mucho, traerá más beneficios para la población mundial que el torneo más relevante que nos regala el futbol.
En el año 2015, dicho suborganismo tuvo la brillante idea de poner sobre la mesa, la importancia que tiene el deporte en materia de seguridad y prevención de adicciones, así como la enorme necesidad de implementarlo en las generaciones más jóvenes.
De acuerdo con la UNODC, el deporte puede ser aprovechado para fortalecer la resiliencia de niños y adolescentes, en un contexto de inseguridad y de condiciones que facilitan el consumo de drogas.
Esa es la premisa. Ahora bien, la organización internacional, como decimos los mexicanos, "no dio paso sin huarache", ya que contempló la participación de gobiernos nacionales y regionales para la implementación de un programa que da sentido al título de este escrito, "Line up, Live up" (o en español, "Juega, Vive").
Con recursos aportados por el gobierno de Qatar y otros países, el programa educativo "Juega, Vive", fue aprobado en Viena, capital de Austria, en el año 2017, y tiene como eje central la participación de los jóvenes como agentes de cambio en sus comunidades, quienes a través de sus testimonios de vida podrán concientizar a sus contemporáneos, sobre los riesgos que hay al llevar una vida delictiva o sumergida en el consumo de estupefacientes, así como las nefastas consecuencias de ello.
Acompañando tan poderoso mensaje, los gobiernos tendrán que entrarle con "una lana", para construir o dignificar espacios aptos para la práctica del deporte, y junto con otras medidas, blindar a la juventud de un entorno nocivo (el cual, tendría que ser combatido con políticas públicas en materia de seguridad, pero ese es otro tema).
De manera coloquial y sin tanto rollo, "Juega, Vive", al encaminar a los jóvenes en la práctica del deporte, busca que aún estando entre fuego, "la chaviza" no se queme; aunque lo ideal sería que no hubiera "ni tantita lumbre".
Ahora bien, si tú, estimado gradista, no estabas familiarizado con dicho programa, déjame contarte que México no es ajeno a su implementación, pues en diciembre de 2021 la UNODC llevó a cabo el “Entrenamiento para entrenadoras/es del programa global Juega, Vive”, en la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México.
La capacitación se le dio a 33 promotores del programa "Iztapalapa, la más deportiva", donde se les impartieron herramientas para manejar el estrés y controlar las emociones, el autoconocimiento y la empatía, aprender a decir que "no" y habilidades de comunicación y toma de decisiones.
Sí, los gradistas chilangos, un paso adelante; enhorabuena.
Ojalá que este y otros programas nacionales, estatales y municipales sean llevados a cabo de manera transparente en nuestro México “lindo y querido”, cumpliendo "a rajatabla" con el enorme objetivo de prevenir la delincuencia y las adicciones, a través de la práctica del deporte, por el bien de los jóvenes que el día de mañana serán padres y forjadores del futuro de las próximas generaciones.
Y ya se la saben, gente: el deporte es vida.