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El Tri: nuestras realidades y promesas

Hoy queda más clara que nunca la frase: “las individualidades ganan partidos, los equipos campeonatos”. Nuestras individualidades no son tantas ni tan buenas y el equipo sufre por esto.

Antonio
Antonio Palomino

Actualizado: 9 DIC 2022 - 9:56

El Tri: nuestras realidades y promesas
Arte: GRADA

¿Quiénes fueron a Qatar y qué hicieron para lograr los objetivos del equipo? Muchas veces esperamos que hagan lo que mejor saben y los rivales terminan permitiéndoles hacer lo que más pueden.

Hoy queda más clara que nunca la frase: “las individualidades ganan partidos, los equipos campeonatos”. Nuestras individualidades no son tantas ni tan buenas y el equipo sufre por esto.

Guillermo Ochoa: fue fundamental en los 3 juegos, salvador y víctima, atajó lo que debía y miró dos golazos y una definición en corto que no pudo detener.

Jesús Gallardo: jugó de manera segura y recuperó sensaciones positivas, pero lamentablemente al final volvió a tener las inseguridades de siempre.

César Montes: tuvo el temple de quien lleva 10 años jugando en el Tricolor y eso ayudó a sopesar la línea de 4 y de 5 con la que Gerardo Martino enfrentó el grupo. Un juego sobrio, fuerte y educado para salir jugando fue el referente principal de César, quien por arriba estaba intratable y por debajo inalcanzable. 

Héctor Moreno: con experiencia, jugó tranquilo y bien ubicado, ante poloneses y  argentinos no tuvo tanto trabajo pero el gol árabe cayó en una pared donde le ganan la espalda y permite el gol que mató aspiraciones.

Kevin Álvarez: su debut hizo que el mundo lo conociera y seguramente partirá a Europa pronto; al ataque, veloz, incisivo y encontrando espacios. Tal vez faltó un poquito de coordinación para con Hirving Lozano buscar el 2 vs 1 al ataque.

Jorge Sánchez: sufrió lo de siempre, malas marcas al primer corte y mal perfilado para defender.  Al ataque poco y nada siendo muy sencillo perder el puesto con Kevin durante el Mundial y a futuro.

Néstor Araujo: siempre ofreció garantías, siendo su mayor problema la velocidad. En esta ocasión potenció esta debilidad acomodándose con espacio suficiente para anticipar la jugada rival.

Héctor Herrera: demostró con creces por qué debe irse ya: traslados lentos, cero influencia en el ataque y débil y lento en el uno vs uno lo dejaron expuesto en cada jugada que disputó.

Andrés Guardado: al igual que Héctor, mostraron que su tiempo pasó, lo llevaron al Mundial para cumplir con el 5to. Mundial y ponerlo en la historia. Más allá de esto, nada.

Orbelín Pineda: ‘eterna promesa’ que demostró con pocos minutos que podría ser alguien de cambio, pero la falta de consistencia en su juego lo mantiene en la banca.  Ojalá algún día despierte.

Edson Álvarez: ‘todoterreno’, marcador incansable y salida al primer momento se mantuvo como lo que sabemos; su ausencia contra los argentinos nos dejó austeros para mantener ese centro de campo cerrado y eficiente.

Carlos “Charly” Rodríguez: tuvo la oportunidad y la desaprovechó, dejó ir el escenario donde sería indudable su titularidad.

Erick Gutiérrez: estuvo y se fue, sin pena ni gloria, lo aprendido en Países Bajos fue pasajero puesto que no pudo ni supo aprovechar sus minutos en cancha.

La joya, Luis Chávez: para quienes no lo habían visto jugar es una sorpresa; sin embargo, hemos visto su progreso en Pachuca y este momento iba a llegar. Esperamos que le permitan crecer e irse, que la avaricia no frene su salida a Europa.

Rogelio Funes Mori: la ‘manzana de la discordia’, tuvo 8 minutos para defender lo indefendible: su convocatoria.

Raúl Jiménez: quedó mal de la fractura, no es el mismo, no trae ritmo y no ha sido el gran delantero que parecía apuntar hace años. 3 Mundiales ‘sin pena ni gloria’ y es convocado, parece, como agradecimiento a la chilena contra Panamá.

Alexis Vega: fue punzante mientras el oxígeno le rindió; sin embargo, le falta culminar las jugadas, corre mucho, hace fintas, pero no termina las jugadas. Otra promesa en el aire. Más inflado de lo que realmente es.

Hirving Lozano: cual cuchillo en mantequilla, pero su estado mental de aceleración no le permite terminar las jugadas a favor suyo; ya que hizo lo más difícil, se equivoca. Se quita a todos y termina pateando a la luna.

Henry Martín: demostró que no es lo mismo destacar en la liga que en Mundial, simplemente se vio muy chato, su “potencia” no hace diferencia en escenarios internacionales.

Roberto Alvarado y Uriel Antuna: entraron para hacerle un favor al rival. No atacaron con idea, ni con velocidad, y solo ralentizaron el ataque (necesario) en el equipo Tricolor.

Y recuerden, la pelota siempre al 10.

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