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La histeria avanza

En tanda de penales, siempre es y depende del estado mental y físico del jugador, por más que se entrenen mil penales antes del definitorio, siempre habrá que igualar las condiciones de presión mental y cansancio físico que repercuten siempre en la toma de decisión final.

Antonio
Antonio Palomino

Actualizado: 13 DIC 2022 - 3:56

La histeria avanza
Arte: GRADA

Juego a juego se va construyendo una final que parece tendrá a dos equipos maravillosos que han forjado su destino desde el día 1.

Hablemos de croatas y su estrategia de mantener un partido controlado desde su posesión de balón y la inoperancia ofensiva de Brasil. Entendemos bien que el "Jogo Bonito" apantalla a todos y emociona; sin embargo, este mismo dejó en el suelo a unos coreanos inocentes que jamás arriesgaron ensuciar un poco el partido para detener la avalancha brasileña.

Los croatas, más rústicos y adiestrados a entender que un día se juega con mil pases y otros días se juegan 100 pero bien dados, controlaron a los brasileños y sus embates, acorralándolos a la frustración de alargar el juego y no encontrar ni un solo espacio. Sólo hubo uno y lo aprovechó Neymar, a semejante ofensa, croatas avanzaron y empataron de manera hasta sencilla.

En tanda de penales, siempre es y depende del estado mental y físico del jugador, por más que se entrenen mil penales antes del definitorio, siempre habrá que igualar las condiciones de presión mental y cansancio físico que repercuten siempre en la toma de decisión final. Brasileños sobrepasados por la importancia de su escudo sucumbieron ante la definición final, camino libre para los croatas que desde su aparición en 1998 han sido grandes revulsivos en las Copas del Mundo.

Por otro lado, el mismo día, se medían “paísesbajeños” contra argentinos, con mucha historia en Mundiales; este juego no fue la excepción de pasión y entrega por ambas escuadras, equipos ‘calientes’ que jugaron cada balón como si fuera el último.

El mago más grande de nuestro tiempo encontró una rendija por dónde pasar el balón y asistir a un compañero para adelantarse y luego él mismo incrementar el marcador, pero no contaba con la potencia del delantero que salió del banquillo para llegar de igual manera, hasta la tanda de los penales. Jugadores de ambos bandos se dieron a diestra y siniestra en el juego y eso repercutió en la alegría final de unos en lo que algunos mandan como falta de deportivismo, pero si usted, estimado lector, tuvo alguna vez un partido tan denso anímicamente como aquel, seguramente dirá: “así es el futbol”.

Nos topamos con marroquíes y unas ganas enormes de seguir avanzando aunado a un esquema táctico seguido al pie de la letra. Quien diga que estos chicos juegan antifutbol, les rogamos vuelvan a ver los partidos de ellos, analicen, y entiendan que el futbol tiene tantas variantes que, a veces, hay que construir las victorias paso a paso y jugada a jugada.

Los portugueses, por su lado, hicieron cuanto pudieron sin el “Comandante” y luego lo metieron como revulsivo, incrementaron sus opciones, pero los africanos entendían bien el cómo ganar el partido, y aguantaron con el solitario gol hasta el último minuto del agregado.

Cerrando estas épicas batallas vinieron ingleses y franceses en el que, fácilmente, puede ser uno de los 3 mejores partidos de la Copa del Mundo y que tristemente para Kane, su penal errado los dejó fuera. Una vez más, un plantel ‘de 10’ fue echado de las competencias, los ingleses parecen tener generaciones y generaciones de futbolistas de mayor nivel, pero los títulos no llegan. ¿Sabrá usted, apreciable amigo, la solución a estos problemas? Mientras, los franceses, apegados a su juego de conjunto y la explosividad de Kylian, hicieron lo que debieron para ganarlo, a pesar de los errores continuos del mosquito.

Vienen semifinales histéricamente cargadas de emoción y vamos a disfrutarlas.

Y recuerden, la pelota siempre al 10.

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