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El legado de Luka y Lionel

Dicen que los futboleros tenemos como parámetro de medición de nuestro tiempo el rango mundialista.

Rubén
Rubén Guerrero

Actualizado: 20 DIC 2022 - 0:03

El legado de Luka y Lionel
Arte: GRADA

Dicen que los futboleros tenemos como parámetro de medición de nuestro tiempo el rango mundialista; es decir, nos ubicamos cada cuatro años, como si disputáramos las Copas del Mundo y probablemente sea cierto. 

Desde este martes, por ejemplo, estamos en un reinicio, a tres años y medio de una edición diferente, que tocará a México, Canadá y Estados Unidos, pero también algo más.

No podemos pensar en el 2026, sin dejar de lado lo que fue Qatar 2022, un Mundial de reivindicación y gloria para jugadores fetiche y con los que hemos crecido (envejecido). En su quinto y cuarto turno en Copas del Mundo, respectivamente, este maravilloso deporte, el contexto y hasta la fortuna premiaron a dos figuras que pasarán a la eternidad: Lionel Messi y Luka Modric.

Sus historias son paralelas en el máximo certamen de selecciones, ambos comenzaron en el 2006, en cinco y cuatro posibilidades, obtuvieron un subcampeonato, con la amargura de una derrota inesperada; también, hay que decirlo, cerraron su ciclo en Mundiales con una medalla sobre el pecho que les dio paz, que amortigua las críticas y se van, al menos eso creemos y vimos, con una sonrisa.

Messi y Modric, cual videojuego, tuvieron que utilizar todas sus vidas, en modalidad expertos, para alcanzar la gloria y pasar de nivel. Héroes, emblemas y mitos, que representan un futbol diferente, quizás mejor que actual y del que ellos son de los últimos vestigios, como Cristiano Ronaldo o Zlatan Ibrahimovic, aunque la diferencia es que Lionel y Luka siguen en plenitud.

¿Qué hacías el 16 de junio del 2006? Hace más de seis mil días, cuando Messi brindó asistencia y gol ante Serbia y Montenegro en el Mundial de Alemania, su primera gran aparición; ¿qué hacías el 18 de junio del 2006?, cuando Luka tuvo sus primeros doce minutos de Copa del Mundo ante Japón; Lionel estaba a punto de cumplir 20 años y Modric tenía 21; yo cursaba la preparatoria y tenía 17.

Qatar 2022 también fue una recompensa para ambos, quedando lejos los recuerdos de la eliminación de Argentina en Sudáfrica, la frustración del fracaso, o bien, el adiós anticipado de Croacia en el 2014. Otra coincidencia, en 2010, la Albiceleste se midió en el camino a México e igualmente, a Modric en la Copa del Mundo de Brasil. Vidas paralelas, claroscuros parecidos y talentos similares.

La Copa del Mundo tiene una magia especial, en muchas ocasiones condecoró y recompensó a nombres propios como Ronaldo Nazario, Zidane, Pelé, Maradona, Cannavaro, Iniesta; a futbolistas que tuvieron que, como dice Bielsa, “tragar veneno” y después seguir, no claudicar, como cualquiera en esta vida, para después dejar un legado. Y para Messi y Modric, Qatar 2022 siempre hablará del suyo.

Sobre el autor

Rubén Guerrero
Rubén Guerrero

Periodista. Coordinador de Comunicación en la Liga de Expansión. Autor de 25 Ídolos que todos vimos.