Las ausencias inexplicables pesan más
Toca esperar, enfrentarse por primera vez en la historia de México en Copas del Mundo a una Arabia Saudita desconocida, a la que tiene que vencer.
El partido inaugural de la Copa del Mundo de México en Qatar nos tomó a todos por sorpresa, nos llenó de adrenalina, a la distancia, por el penal detenido por Ochoa y en paralelo, la derrota de Argentina frente a Arabia Saudita nos hizo pensar que estábamos del otro lado, que un empate frente a Messi y compañía nos proyectaría a la segunda ronda.
No hay nada más duro y frío que un golpe de realidad y eso sucedió este sábado, después de un decoroso primer tiempo frente a una Argentina calculadora y que midió, pensó y ejecutó; a partir del minuto 60 en el estadio Lusail, volvimos a vivir una pesadilla en una Copa del Mundo, con un Messi eficaz, pero sin estar en total plenitud.
Escribo estas líneas a varias horas de que culminó el partido, es prácticamente de madrugada y ya vi varios programas de análisis postderrota mexicana y sin querer caer en extremos, el camino a los Octavos de Final del Mundial es una misión imposible, no solo es vencer a Arabia; es esperar resultados y combinaciones que te favorezcan.
Y en este punto del venidero fracaso, las similitudes del futbol con la vida vuelven a aparecer. Cuando te equivocas grotescamente, sin importar el contexto, siempre piensas en el “hubiera”; y el “hubiera” para la Selección Mexicana y Gerardo Martino tiene nombres propios, a jugadores que, empezando, contra Argentina, dejó fuera.
Ya con el 2-0 en la frente, de hecho, desde el segundo tiempo, parecía inexplicable la ausencia de Edson Álvarez, bastión del mediocampo del Ajax, acostumbrado a las grandes citas en la Champions League con su equipo y el mejor valorado de toda la plantilla mexicana de acuerdo a portales especializados en finanzas (35 millones de euros).
Con la falta y necesidad inmediata de gol, el señor Martino decidió jugar sin un nueve natural, utilizando un 5-3-2; no pretendo hablar de táctica, pero sí de eficacia en ofensiva y ahí, volvió a apostar por Raúl Jiménez en el complemento, totalmente a la baja; la duda fue: ¿por qué no utilizó a Rogelio Funes Mori, que sigue sin minutos en este Mundial?
Con un punto, sin goles y al borde del precipicio, a punto de igualar el fracaso del Mundial de 1978, al menos en registros, se vuelve a voltear a ver la tan cuestionada convocatoria y sí, obvio, las ausencias vuelven a pesar. ¿Dónde está el goleador de la Europa League, Santiago Giménez? Qué falta nos pudo haber hecho la velocidad de Diego Lainez o los goles de Javier Hernández.
Hago una pausa, vuelvo a leer los párrafos anteriores, trato, como siempre, de que no haya vísceras en estas líneas y sí cabeza fría. Toca esperar, enfrentarse por primera vez en la historia de México en Copas del Mundo a una Arabia Saudita desconocida, a la que tiene que vencer. Hago otra pausa y vuelvo a pensar que las ausencias, cuando son inexplicables, pesan al doble.