El abuso de autoridad en el deporte

A nivel mundial se vivió uno de los momentos más grises en el deporte femenil cuando Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, le dio un beso en la boca sin su consentimiento a la jugadora del Club Pachuca, Jenni Hermoso, y cargó en sus hombros a la jugadora del Real Madrid Athenea del Castillo durante la ceremonia de entrega de medallas, tras ganar las españolas el Mundial de futbol femenil que se llevó a cabo en Australia y Nueva Zelanda.

Por euforia, emoción, diversión, el momento que estaban, pónganle el nombre que más les guste, pero esto significa “abuso de poder”.

Días después, Luis Rubiales salió a dar un vergonzoso discurso, con pose de víctima en el cual menciona que él ya ha pedido perdón y que solo fue un pico, espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, por lo cual no es justo que la sociedad lo juzgue y lo acribille, mucho menos después de haber llevado al fútbol español a uno de sus mejores momentos.

Termina su discurso diciendo “no voy dimitir, no voy a dimitir”, levantando la voz al grado de gritar dejando claro el nivel de poder que tiene. Mientras tanto en la sala con un 90% de los asistentes son hombres, aplaudiendo al escuchar que Rubiales no iba a renunciar; en medio sólo se ve a dos mujeres quienes obviamente no aplauden y agachan la mirada.

Minutos después, Jenni emitió un comunicado en sus redes sociales en donde dio a conocer que lo dicho por el directivo de la federación ha sido “categóricamente falso” y buscando manipular a la sociedad. Hermoso confesó que se ha sentido vulnerable y víctima de una agresión impulsiva, machista y fuera de lugar. 

Este hecho se une a los múltiples casos de abuso de poder que han existido en el deporte, por parte de entrenadores, directivos o cuerpo técnico sobre los deportistas, siendo las personas más susceptibles niños, niñas, personas con discapacidad, atletas élite, por su orientación sexual o su capacidad deportiva.

“Abuso de poder” significa aprovecharse de su autoridad para cumplir sus propios intereses, siendo un acto de violación de confianza y creerse con el derecho de poder pasar por encima de otra persona. 

Rubiales demuestra el abuso de poder que ejerce ante las jugadoras al tomarse la “libertad” de darle un “pico” a una jugadora o cargarla en sus hombros y se vuelve a empoderar al escuchar los aplausos de “su gente”. Hay una gran falta de datos y estadísticas sobre casos de abuso dentro del deporte, pero en los últimos años han salido miles de casos en todo el mundo que demuestran que el número de incidencias es alarmante y que las instituciones, organizaciones deportivas y gobiernos deben de combatir urgentemente.

Se habla que el abuso es violencia no accidental y existen diferentes tipos como negligencia, físico, sexual o psicológico y los medios son acoso y novatadas, con o sin contacto, cibernético y verbal.

En el deporte existen acciones y conductas normalizadas que se dejan de ver como violencia y se dicen que son herramientas que sirven para que el atleta entienda y mejore “todo es por su bien”, como comentarios ofensivos, golpes, miradas o bien el “tocar” a un atleta para mejorar la técnica, hacer masajes o –caso Rubiales –“dar un pico consentido” por la “confianza” que se tiene con los atletas y se realizan sin su consentimiento o aprobación. Claramente un entrenador debe de pedir permiso o avisar que va a tocar el cuerpo del atleta para corregir la postura, nunca se debe de ser sin su aprobación.

Se han dado a conocer casos a nivel mundial, como en 2018 en Argentina, las autoridades descubrieron una red de pedofilia que explotaba sexualmente a jóvenes de fuerzas básicas que se alojaban en academias de futbol, aguantando y callando por cumplir su sueño de debutar. En Japón se realizó un estudio sobre las técnicas que utilizaban los entrenadores como golpear a los niños con bats, palos o dar cachetadas. Se encuestó a 381 niños y el 19% reconoció haber sido golpeado o humillado. Esto se dio en 22 diferentes deportes.

En Estados Unidos existe el caso Larry Nassar, médico de la selección de gimnasia artística que fue declarado culpable y con una sentencia de 175 años por abusar de cientos de niñas y niños gimnastas.

En nuestro país se han visibilizado casos como el de la clavadista olímpica de Sydney 2000, Azul Almazán, donde acusa a su entrenador Francisco Rueda por abuso, discriminación, amenzas, insultos entre otros. Tamara Vega, donde denuncia a su exentrenador Sergio Escalante por estupro, delito que consiste en utilizar la autoridad que ejerce sobre la menor de edad para tener relaciones sexuales.

El abuso de funciones o mejor conocido como “abuso de posición y de autoridad” en el deporte es un problema que se da más en la categoría elite y existe debido a los dirigentes, entrenadores o superiores que sienten que por su posición pueden actuar con impunidad y amenazas ante los atletas, poniendo en riesgo ser seleccionados nacionales o su participación en importantes competencias nacionales como internacionales. La pregunta es: ¿cuánto está dispuesto a soportar un atleta?

Estos casos ponen sobre la mesa la urgente necesidad de desarrollar una legislación que aborde los abusos en el deporte, para erradicar los comportamientos abusivos que se han normalizado y sancionar a los autores. Si se lleva a cabo, sin duda, ayudará a tener una práctica deportiva segura, alentará a denunciar los abusos y desarrollar manuales o protocolos de apoyo.

La FIFA cuenta con un Kit de Herramientas de los Guardianes de la FIFA. Es un práctico manual hecho para las 211 asociaciones mundiales sobre los pasos a seguir para desarrollar e implementar políticas y procedimientos para prevenir y abordar los daños y garantizar el bienestar de todos en el fútbol. Este proporciona un conjunto de herramientas para aplicar medidas de salvaguardia y protección de la infancia en el fútbol. Este curso tiene una duración de 2 años.

Para el COI y para todo el Movimiento Olímpico, la seguridad y el bienestar de los atletas es primordial, a partir de publicación de la Agenda Olímpica 2020, se reiteró el compromiso de apoyar a los atletas dentro y fuera del terreno de juego, reconociendo todos sus derechos, incluido el disfrutar de un ámbito deportivo que les brinde apoyo y que sea seguro. Es de suma importancia la protección de los atletas ante el acoso y el abuso en el deporte por lo cual se creó el Manual para las FI (Federaciones internacionales) y los Comités Olímpicos, con el fin de crear e implementar políticas y procedimientos para la protección de los atletas.

Este manual se creó para proporcionar principios y una orientación para que las organizaciones deportivas puedan usar para proteger la salud y el bienestar de los atletas sobre acoso y abuso. 

“Los efectos del acoso y del abuso en los atletas pueden ser devastadores. Atletas, ¡conozcan sus derechos y trabajen con su organización para promover el deporte seguro”; así lo expresó la medallista olímpica rusa Yelena Isinbayeva, quien es también Miembro de la Comisión de Atletas del COI, miembro de la Comisión del Entorno de los Atletas del COI.

Ahora bien, la pregunta es: en México, ¿cuándo se logrará tener protocolos de salvaguarda y manuales de trabajo para prevenir el acoso y abuso dentro del deporte?

La valentía de los atletas ya no es suficiente para terminar con esto y crear espacios libres seguros para la práctica deportiva.