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No hay respuesta correcta: ¿escuchar a Oswaldo o Chiquimarco?

Hoy, si queremos escuchar alguna voz autorizada en televisión abierta, tenemos que oír los absurdos comentarios de Oswaldo Sánchez, quien, autonombrado como leyenda del Tricolor, manifiesta saber todo lo que está mal. Ya no mencionaremos a detalle el análisis de otros exfutbolistas y del exárbitro Marco Antonio Rodríguez, pues ya con referenciarlos se genera un hartazgo.

Omar
Omar Rodríguez

Actualizado: 2 JUN 2023 - 4:56

No hay respuesta correcta: ¿escuchar a Oswaldo o Chiquimarco?
Arte: GRADA

Si una noche decides presionar el botón de encendido y acto seguido marcar con el pulgar los dígitos del control remoto de tu televisión, te sugiero no teclear los números que dirijan la señal de tu televisor a uno de los canales en donde transmiten uno de tantos programas de debate deportivo.

¿Cuál es la simiente de esta recomendación? No hay una respuesta sino varias: en estas emisiones con un formato en agonía no hay debate argumentado; lo que hay, si es que hay algo, es un intercambio de opiniones sin fundamento puesto que los analistas —que no analizan sino exteriorizan racimos de creencias añejas— abren la boca para criticar con vehemencia lo que un día antes defienden con firmeza; en estos programas hay una cabeza que, dependiendo del canal, suele hablar bien o mal del América y con este tema agota la paciencia de la audiencia; en estos contenidos de una televisión que prácticamente está muerta hay siempre un comentarista-predicador que, rebasado por su personaje, grita y hace alboroto de un tema que no entiende y que no domina.

Esta sugerencia, apreciable lector, deriva del bochornoso papel que el domingo pasado protagonizaron los personajes de dos mesas de debate; una de ellas presume ser muy picante y otra pregona tener siempre la última palabra. En ambos casos, el debate de ideas estuvo relacionado con la grandeza nacional de Chivas y la grandeza regional y pequeñez nacional de Tigres, además de la tradición e historia de uno y el poderío económico del otro.

Tras escuchar la ridícula taxonomía de los expertos en materia deportiva con relación al subcampeón y al campeón del futbol mexicano, me quedó claro que, actualmente, en las grandes cadenas de televisión, ser profesional del análisis deportivo no equivale a respetar a la audiencia a partir de la emisión de juicios razonables ni lógicos, sino a manifestar con palabras desordenadas lo que una mente enmarañada apenas si piensa; hoy, por desgracia para el consumidor, que en este caso es la audiencia, el profesionalismo de los analistas deportivos tiene que ver, casi de manera exclusiva, con la acción de cobrar por hacer algo de escasa calidad.

Comprendo que vivimos en una época en donde el comentario absurdo e incendiario provoca grandes reacciones —que se miden por rating en el caso de la televisión y por visualizaciones e interacciones si nos referimos a los contenidos difundidos en plataformas digitales— sin embargo, hay comentaristas que, como le sucedió al Dr. Jekyll en la novela corta de Louis Stevenson, terminan por convertirse en un Mr. Hyde, un ser que deja atrás a la persona para convertirse en un ser aborrecible.

Hoy, si tenemos la intención de participar pasivamente como espectadores de un debate deportivo, debemos tolerar a Álvaro Morales, quien ya no controla a su personaje, pues éste tiene vida propia y ha dejado guardado en algún lugar al periodista que, hace muchos años ya, solía escribir y hablar con sapiencia y elegancia de beisbol.

Hoy, si queremos escuchar alguna voz autorizada en televisión abierta, tenemos que oír los absurdos comentarios de Oswaldo Sánchez, quien, autonombrado como leyenda del Tricolor, manifiesta saber todo lo que está mal y bien a partir de un sistema de creencias que, paradójicamente, exalta más su ignorancia que su saber. Ya no mencionaremos a detalle el análisis de otros exfutbolistas y del exárbitro Marco Antonio Rodríguez, pues ya con referenciarlos se genera un hartazgo.

En México se muere el debate deportivo y no hay medicina efectiva para ello, solamente paliativos.

Sobre el autor

Omar Rodríguez
Omar Rodríguez

Periodista poblano, escritor, conductor de radio y televisión. Ha realizado coberturas de 30 torneos de Liga MX y coberturas internacionales, entre ellas Copa del Mundo FIFA y Copa Confederaciones.