Mi amigo, don Raúl Valadez
El fútbol amateur en Puebla está cundido de torneos, lleno de jugadores que pasaron, han pasado y seguramente pasaron por la liga de don Raúl, y todos recordarán que el fundador, el promotor del respeto, buen juego y disciplina estará siempre presente.
Una de las personas más queridas y respetadas en el fútbol amateur poblano es don Raúl Valadez y Rivera. Un estandarte de respeto y profesionalismo en el sector que siempre impulsó y se ocupó de hacer crecer.
Miles de futbolistas (sin temor a equivocarme) en Puebla pasaron por su liga y algunos pocos más por su equipo, el reconocido Nacional; y todos estamos de luto por la pérdida de este gran ser humano, excelente amigo, paciente maestro e inolvidable futbolero.
Tuve la fortuna de poder aprender muchísimo de él, en algún momento participé en su Liga con varios equipos y ante la presencia de don Raúl, como rival se acercaba siempre a darte un consejo o reconocer el juego que estabas brindando, siempre con respeto y con ese don de palabra que la experiencia y los miles de partidos que seguramente vivió, le daban fuerza para expresarse.
No hace mucho en un programa de televisión por internet que tenía junto con un amigo de toda la vida, tuvimos la fortuna de tenerlo como invitado y disfrutar de más de una hora entre programa, previo y después del mismo, los conocimientos y experiencias de un hombre totalmente empapado de fútbol y que impulsó con su liga el semiprofesionalismo en Puebla.
Jugar en la Liga Mayor Ibérica te daba nombre como futbolista, más allá del poco o mucho que tuvieras por tu juego; te daba un estatus de calidad. “No cualquiera juega ahí”; “es la liga de don Raúl”; “la liga de Valadez es la más fuerte”; comentarios así, siempre alrededor de la liga y no solo por la liga en sí. Todo esto era y es fruto del trabajo constante de años de don Raúl.
El fútbol amateur en Puebla está cundido de torneos, lleno de jugadores que pasaron, han pasado y seguramente pasaron por la liga de don Raúl, y todos recordarán que el fundador, el promotor del respeto, buen juego y disciplina estará siempre presente.
Duele mucho saber que alguien tan querido y respetado, pero sobre todo humano, no está más con nosotros. Un señor en toda la extensión de la palabra. Cuando te equivocabas, más allá de un regaño, te daba un consejo para aprender; cuando acertabas, te aplaudía, pero también te daba esa calma y paz del buen maestro.
Siempre se dedicó al fútbol amateur y todas sus consecuencias, con una grandísima visión y un mayor entendimiento del deporte pudo hacerse camino, sin dudarlo, en la esfera profesional. Pero su cariño y amor por el fútbol local nos permitió disfrutar de su vida dentro y fuera de la cancha.
Las columnas que aquí he escrito desde el primer día, puntualmente se las compartía y tenía o se daba el tiempo, si es que no lo tenía al momento, de leerlas y mandarme comentarios, muchos de agradecimiento y apoyo por compartirle lo que entiendo u opino de diferentes temas, y muchas veces para platicar sobre el tema en cuestión, varias idas y vueltas por Whatsapp, y todo quedaba en un “nos veremos pronto, será un gusto platicar mas del tema”. Una persona maravillosa que estaba siempre al pendiente de quienes tuvimos el gusto, placer y honor de conocerlo.
Hoy el fútbol se nota triste, se percibe esa ausencia, viendo los comentarios y las publicaciones de cuanta gente conoció a don Raúl, sabemos que la Liga Mayor Ibérica no será la misma sin su presencia en cada cancha. La Liga –que espero cambie su nombre a “LIGA RAUL VALADEZ Y RIVERA” –se hará gris por el recuerdo, pero brillará por lo que sembró y cosechó don Raúl.
Todos los que lo conocimos, sabemos que nuestro próximo juego tendrá un dejo de tristeza y extrañeza al recordar en una cancha de fútbol a quien estuvo siempre a la banda disfrutando de su pasión por el deporte y su gran vocación de servir y enseñar.
Hoy, en su división amateur, Puebla está de luto, tenemos la cara hacia abajo y el corazón estrujado, las lágrimas humedecen los ojos y queremos pensar que no es cierto y que el próximo partido veremos a don Raúl ahí al costado, disfrutando del juego.
Mi más sentido pésame a su familia sanguínea, y a todos los que podemos decir que fuimos familia de él. Pronta resignación.
Hasta siempre, mi amigo don Raúl.