GRADA Opinión

Se termina la carrera de Matías Alustiza

El “Chavo”, lo quieran aceptar o no, ha sido de lo más brillante en cancha que a Puebla llegó en los últimos veinte años. Todavía recuerdo cuando en su presentación, efectuada en la vieja sala de prensa del estadio Cuauhtémoc, los Henaine lo presentaron como el goleador que venía de compartir con Neymar el título de mejor artillero en la Copa Libertadores.

Omar
Omar Rodríguez

Actualizado: 2 SEP 2023 - 2:48

Se termina la carrera de Matías Alustiza
Arte: GRADA

El presente de Matías Alustiza ya no se halla en vestuarios cómodos ni en campos de pasto finamente cortado. El presente del jugador que alguna vez fue el goleador del Puebla, un equipo que hoy no tiene gol y tampoco pies y cabeza, ya no es de fines de semana de grandes estadios y tribunas repletas.

El día a día del “Chavo” ya no es de escuchar frecuentes peticiones para firmar la playera de un aficionado o para salir retratado en una foto que algún seguidor podría atesorar.

La actualidad de Matías Alustiza se halla en una casa donde hay mucho campo, lejos del bullicio de la ciudad. Los días del “Chavo”, que ya acaricia los cuarenta años de edad, están en disfrutar sus últimos momentos como futbolista profesional en el Club Chacarita.

Los fines de semana, cuando afronta los compromisos de la liga regional, el “Chavo” ya no rivaliza en la cancha con jugadores que tienen como principal objetivo campeonar. En esas canchas de pasto salvaje Matías sale a divertirse, lo que no siempre pudo hacer cuando competía por resultados, ya sea para pelear por la liguilla o para evitar el descenso de categoría.

Ahora que la carrera de Matías Alustiza tiene más pasado que futuro, justo es dimensionar lo que hizo en Puebla. 

¿Tiene detractores? Claro, como todos. 

¿Tiene severos críticos? Por supuesto.

¿Hay personas que le restan valor a lo que hizo? Sí, aunque sean los menos.

¿Hay quien no olvida el incidente con la pistola de balines? Eso es algo que nada tiene que ver con lo que se juzga en esta columna: su valía futbolística en un Puebla que, durante su estadía, pasaba por momentos críticos.

Nada mejor que la historia respaldada en datos para dar certeza argumentativa a la valía que para un club representó un jugador, que en este caso es el zurdo argentino.

El “Chavo”, lo quieran aceptar o no, ha sido de lo más brillante en cancha que a Puebla llegó en los últimos veinte años. Todavía recuerdo cuando en su presentación, efectuada en la vieja sala de prensa del estadio Cuauhtémoc, los Henaine lo presentaron como el goleador que venía de compartir con Neymar el título de mejor artillero en la Copa Libertadores.

Hay que decir, porque así sucedió, que su primera temporada con Puebla no fue lo que se esperaba. Tan no le fue bien que, incluso, él y su representante coquetearon con la posibilidad de regresar a Ecuador. Pero Alustiza hizo bien; dijo no a la posibilidad de regresar a una liga de nivel inferior a la mexicana y en su lugar permaneció en Puebla. La recompensa vino después: goles de todas las formas. Hubo zurdazos que se convirtieron en golazos; hubo regates que rompieron cinturas y que terminaron en asistencias o en sacudidas a la red de la portería; hubo tardes de uno, dos y tres goles; hubo tardes y noches mágicas en donde un jugador de muslos potentes corría por los costados o por el centro, pero siempre con la mira puesta en la portería rival.

El “Chavo” Alustiza pudo ser un jugador de un club en México. Mencionar esto es pecar de especulador: considero que, de no perder su tiempo en Pachuca, Atlas y Pumas, Matías bien pudo estar en el top tres de históricos anotadores de la Franja. A pesar de sus salidas, todas efímeras, Matías superó la barrera de los setenta goles sumando Liga, Copa y partidos internacionales.

Ahora que Matías corre por sus últimos balones en el fútbol profesional, no debe olvidarse que él, a pesar de jugar en una época oscura en el club, signó con goles algunos capítulos históricos en la vida de este octogenario Puebla. 

¿Cómo olvidar el doblete ante Chivas que le dio el último campeonato de Copa a la Franja? ¿Cómo olvidar el doblete marcado ante Racing en el debut de Puebla en la Libertadores? ¿Cómo pasar por alto el gol a Boca Juniors en la reinauguración del Cuauhtémoc y sus anotaciones ante Betis en el mismo recinto?

El “Chavo” está por finalizar su carrera. El tiempo, como sucede casi siempre, le da a cada quien el lugar que merece en la historia. Sus detractores dirán, quizá con razón, algunas cosas en su contra. Pero no hay alguien que, apelando a los datos y sus actuaciones, pueda decir que Alustiza era un jugador cualquiera.

No, el “Chavo”, en Puebla, fue todo menos un jugador cualquiera.

Sobre el autor

Omar Rodríguez
Omar Rodríguez

Periodista poblano, escritor, conductor de radio y televisión. Ha realizado coberturas de 30 torneos de Liga MX y coberturas internacionales, entre ellas Copa del Mundo FIFA y Copa Confederaciones.