Ferretti, un cartucho quemado

Muchos de los textos que se presentan semanalmente en esta columna hacen referencia a la labor que a cabo llevan periodistas y comentaristas en diversos espacios y plataformas. ¿Por qué escribir sobre su labor? 

Porque ellos, al ejercer una crítica frecuente y punzante respecto a los manejos de organizaciones y clubes, así como al accionar de un deportista tanto dentro como fuera de su área de trabajo —entiéndase una cancha, una duela o una pista— propician que la crítica, de vez en cuando, también toque a su puerta, la cual, muchas de las veces, no es de madera sólida como la de un roble sino endeble como las tablitas de un guacal.

Expuesto esto, debo mencionar que en este espacio, de nueva cuenta, expondré mi postura —que puede ser certera o equívoca, pero siempre argumentada— con relación al anuncio que recién ha realizado la cadena ESPN.

En días recientes, quizá con la idea de dar un poco de valor a una mesa desgastada en discurso y en credibilidad, el autonombrado líder mundial de deportes anunció la contratación de Ricardo Ferretti, quien a partir de ahora será comentarista y analista.

El fichaje del Tuca, que de ser jugador me referiría a él como un “cartucho quemado”, de esos que deambulan por equipos de bajo presupuesto en la Liga MX o cualquiera de la Liga de Expansión debido a que no saben hacer otra cosa más que seguir viviendo del fútbol, responde a un intento —muy pobre, por cierto— de competir con TUDN y Azteca.

Sucede que la partida de David Faitelson a la empresa de la que es propietaria Emilio Azcárraga debilitó al “talento” de ESPN. David, con sus aciertos y yerros, es más periodista que muchos que todavía salen a cuadro a emitir sus aburridas peroratas en Futbol Picante. Hoy, en las mesas de análisis de ESPN, hay de todo: predicadores, exfutbolistas que viven y hablan del pasado, porristas y una especie relativamente nueva, una que haría bien en extinguirse y que se hace llamar reporfan, que es una mezcla entre periodista y fanático a un club.

Además, cabe destacar que la televisión abierta, vía Azteca, dio otro golpe —del que todavía no se sabe su fuerza— al revivir En Caliente, ahora con la conducción de Martinoli y la colaboración de Luis García, Zague y David Medrano.

Bien, la respuesta de ESPN fue integrar a su equipo a Ricardo Ferretti, mismo que podría señalarse como una de las vacas sagradas del fútbol mexicano pero que, a decir verdad, lleva años siendo un personaje parasitario.

A Ricardo se le recuerda por lo ganado con Pumas y Chivas, pero, sobre todo, por la época dorada en la que lideró a Tigres, equipo con el que conquistó México, pero nada más, puesto que a nivel internacional corto se quedó.

A partir de ahora, a cuadro veremos y escucharemos a un personaje déspota y carente de educación, el cual, porque necesita estar ligado al fútbol, se integra a un rubro que tanto atacó, humilló y menospreció —no hay que olvidar los desplantes que una y otra vez hizo en salas de prensa—.

A partir de ahora veremos y escucharemos en ESPN a otro “cartucho quemado”; uno que, como varios, vivirá de hablar en pasado.