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Luis Chávez y el sueño

Ojalá que Luis se vaya pronto y que la rompa totalmente en Europa, que no vuelva hasta más allá de los 35 años y que aporte a la selección mexicana tanto como pueda; que demuestre, día a día, por qué es hoy “la joya nacional”.

Antonio
Antonio Palomino

Actualizado: 6 ENE 2023 - 10:03

Luis Chávez y el sueño
Arte: GRADA

El sueño de los futbolistas mexicanos, jóvenes y no tanto, es dar el salto a Europa. A veces la perspectiva de su alcance les nubla el conocimiento y se dan aires de grandeza que cortan su sueño ellos mismos. Esto no es el caso de Luis Chávez, que a pesar de sus 26 –casi 27 –años, tiene claro lo que puede alcanzar en cuanto a próximo fichaje.

La prensa norteña ha tundido con todo a la joya mexicana porque piensan que el dinero paga todo. Ya tuvimos casos donde algunos optaron por irse al norte y evitarse la preocupación del dinero, pero sacrificaron su futuro a cambio de unos, muchos, pesos.

Entender que su talento le dará para esperar el salto a Europa y posiblemente si no se diera, saltar a un club con una mejora económica potenciada, eso no es el problema ahora. El momento es, después de lo hecho en la Copa del Mundo, que Luis debe esperar oportunidad, saber también que no irá de titular adonde llegue, que se entrena distinto, que se trabaja distinto, que la ética profesional allá es totalmente distinta y que su vida cambiará para bien, si su trabajo en la cancha así lo permite.

El mismo trabajo que lo ha llevado a ser figura en Pachuca, que lo llevó a la Selección (por decisión de Martino) y que lo hizo ganarse la titularidad en Qatar, ese mismo trabajo debe ser el bastión sobre el que continúe su proceso.

Al tener casi 27 años, el proceso formativo en Europa, clara y obviamente no será el mismo que un chico de 20, pero con el bagaje que ya tiene, será apuntalar una carrera que por sí misma pinta muy bien. Será ajustar y adaptarse en su toma de decisiones y conocimientos adquiridos; los pequeños momentos de juego que allá le darán una perspectiva y experiencia más amplia que le permitirá, en el mejor de los casos, llegar a un gran equipo y confiar en él como un referente ya del “Tricolor” para los próximos Mundiales.

El proceso de exportación en México es aleatorio: cuando piensas que un jugador puede irse, se aferra a la comodidad que permite trabajar en casa, con un salario exorbitante y la falta de exigencia que puede haber en otro país. Caso puntual de varias estrellas que están terminando estrelladas en la Liga MX.  

Vega decidió no ir 6 meses “porque, qué tal que no rendía”. Imaginen esto. Tienes la oportunidad de viajar al extranjero, cumplir un sueño, demostrar que la “fama” no solo es de ocasión, que por fin puedes cerrar la boca a tantos detractores y dices “es que me van a exigir”; esta mentalidad prevalece en varias figuras que terminan siendo figurines. Y podemos dar varios nombres más que han venido a México a pasear sin exigencia, muchos que se han vendido al mejor postor para continuar ganando dinero a montones, sin una exigencia de resultados.

La trascendencia de la carrera de cada jugador depende de la mentalidad. Hay miles de futbolistas que esperan y quieren llegar a Primera División, sólo el 1% aproximadamente lo logra y de ese 1% convertido al 100%, podemos pensar que hay un 25% que tiene todo bien, un 35% que son buenos y que probablemente haya mejores que ellos, pero con esfuerzo y trabajo compensan esa diferencia de talento, y el resto, el 40%, que como la tortuga al poste, nadie sabe cómo llegó ni cómo bajará; este gran porcentaje que siempre ofrece dudas y que cada plantel tiene muchos incrustados. 

Entendemos que los planteles no pueden tener 25 jugadores top, pero hay jugadores que no deberían ni siquiera de llamarse profesionales, mucho menos tener plaza en primera y tener la oportunidad de otro que tal vez rendiría más. En este aspecto entran muchos detalles más: disciplina, formación, mentalidad, los cuales, además del talento, forjan a futbolistas integrales.

El futbolista mexicano ha evolucionado en algunos temas, pero se ha hecho figurita de plástico también; entender que la mentalidad y metas personales promoverán las carreras de los que deban tener éxito, es la prioridad tanto de nosotros como de ellos.

Ojalá que Luis se vaya pronto y que la rompa totalmente en Europa, que no vuelva hasta más allá de los 35 años y que aporte a la selección mexicana tanto como pueda; que demuestre, día a día, por qué es hoy “la joya nacional”.

Y recuerden, la pelota siempre al 10.

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