La dignidad de los indignos
Lo benevolente que es el futbol mexicano permitió que el Puebla de Eduardo Arce llegara al repechaje sin hacer nada por ganarse su lugar. A final de cuentas, un Tigres ‘a medio gas’ confirmó el fracaso anunciado.
La noche de este domingo se consumó un fracaso advertido desde la jornada 1 del Clausura 2023. Un fracaso que se veía venir desde el 9 de enero de este año, cuando Pachuca humilló 5-1 al Puebla.
Como ya he dicho en innumerables ocasiones, un equipo que hace 20 puntos en un torneo y que presume 9 derrotas, tres de estas siendo humillado por el rival, no puede y no debe siquiera aspirar a ser campeón
Lo benevolente que es el futbol mexicano permitió que el Puebla de Eduardo Arce llegara al repechaje sin hacer nada por ganarse su lugar. A final de cuentas, un Tigres ‘a medio gas’ confirmó el fracaso anunciado.
Y el discurso será el mismo de siempre por parte de la directiva: que Puebla supuestamente fue un gran rival, que se cayó con la cara al sol y que el equipo tiene mucha dignidad.
Nada más falso que eso.
Indigno y vergonzoso es lo que mostró el Puebla este torneo. Indigno que un equipo que aspira a llegar a Liguilla tenga a un Ferrareis más preocupado en pegarle a Lainez que en defender.
Indigno es que un Omar Fernández haga malabares improductivos, corra ‘a lo loco’ y no sepa dar un pase correctamente. Desafortunadamente, esto le gusta a muchos aficionados, que prefieren un jugador tribunero que productivo.
Indigno es que la esperanza de no recibir gol sea Antony Silva. Tanto va el cántaro al agua que termina por romperse…y el cántaro se rompió en más de 20 ocasiones durante el torneo.
Indigno es un entrenador que pecó de novato y ayudó a desconcentrar al cobrador del penal más importante del torneo, mandando a hacer cambios antes de que se ejecutara la pena máxima; cambios que, por cierto, destrozaron (más) al Puebla.
Indigno es que en estos momentos, Eduardo Arce siga siendo el entrenador del Puebla.
Indigna es, por supuesto, una directiva más enfocada en el marketing y en guardar silencio ante el grave caso del depredador sexual al que abrió las puertas de los equipos juveniles, que en armar un equipo con inteligencia.
Indigno, finalmente, es que este Puebla, el “patito feo” de Grupo Salinas, siga vendiéndole humo a la afición con un futuro mejor.