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Entre planificación y estrategia

El que ve el juego con comida y bebida en el regazo quiere sentirse ganador a través de los fulanos que juegan; quiere presumir al compadre la victoria obtenida en cancha, cuando sólo ha aportado gritos y reclamos.

Antonio
Antonio Palomino

Actualizado: 9 ENE 2023 - 2:18

Entre planificación y estrategia
Arte: GRADA

En todos los equipos, parece que los fichajes mandan sobre el modelo de juego. Sin embargo, el jugador de moda que llega a un club no es casualidad. Los fichajes, idealmente, llevan muchas horas de análisis y seguimiento, consultas con el entrenador y la directiva para buscar y encontrar el perfil ideal.

En varios momentos de la historia del futbol hemos visto fichajes que se hacían mediáticamente, sin importar el lugar de juego del nuevo futbolista. Este tipo de casos son y serán siempre el menor porcentaje, ya que la idea de juego viene de la mano del entrenador, su metodología de entrenamiento y su modelo de juego. El mismo futbolista puede brillar con un entrenador y ‘ser nadie’ con otro. Cada club en su liga juega un rol, de ahí la función de los dueños en esta pirámide de éxito; son los dueños, quienes deben aprobar el presupuesto para la temporada.

La planeación del club y sus metas van desde la cabeza: ¿cuánto quieren invertir y cuánto quieren ganar?, ¿qué entrenador ofrecerá la posibilidad y una probabilidad alta de obtener los resultados esperados?, ¿qué jugadores quiere el entrenador y qué jugadores no serán necesarios?, ¿cuál es el proyecto de sus fuerzas básicas para generar una fuente de recursos mediata para el primer equipo?, ¿qué torneos se juegan y las expectativas en cada uno? Y así podríamos seguir agregando preguntas a lo que debe contestarse en un club de futbol.

Cierto es que la mayoría de las veces esta planificación no va en orden y se deben ir resolviendo sobre la marcha las dudas que se van generando; malos resultados, jugadores limitados, entrenador sin reacción ante la adversidad y muchos temas más que vivimos en el día a día del fútbol. Cuando se logra una planificación adecuada, los riesgos de que esa inversión se mantenga así es máxima, siempre habrá que adaptar algún cambio y situación inesperada, lesiones, sanciones o hasta en el caso que últimamente hemos vivido: la pandemia.

Entender estos tiempos y procesos siempre será únicamente importante para quienes viven el recorrido, para el aficionado que está en la grada el resultado al final de los 90 minutos, manda. El que no juega quiere ver resultados y no importará si el futbolista tiene 18 o 30 años; no importa si viene como refuerzo o por qué no encontró lugar allá y aquí así. El que ve el juego con comida y bebida en el regazo quiere sentirse ganador a través de los fulanos que juegan; quiere presumir al compadre la victoria obtenida en cancha, cuando sólo ha aportado gritos y reclamos. Ese trabajo es el del aficionado que espera que el trabajo de la semana se convierta en una victoria (aunque no sepa ni cómo ni por qué).

Al final de la temporada, la planificación dará pie a modificar el siguiente paso para la temporada que se aproxima; hacia afuera no importará todo lo trabajado, si no se ganó el título o el “Clásico”, para el aficionado será una temporada más. La importancia de la planificación y su adecuación con el modelo de juego es vital para el club, el entrenador muestra saber y el futbolista demuestra su valor.

El plantel se debe formar desde la idea del entrenador: la meta y cómo lo va a conseguir. Y de aquí se hace la lista de la plantilla actual, los descartes y los que llegarán. También existe la opción de llegar y ver qué jugadores hay para que el entrenador, con cierta experiencia táctica, pueda generar una estrategia para potenciar lo que tiene en casa. Ambos casos, bien encaminados, lograrán éxitos en poco tiempo. Pero cuando no hay estrategia, ni plantilla adecuada a la misma, los resultados negativos serán la comida de cada día. El presupuesto será limitante si el proyecto es dubitativo.

Parece sencillo, pero no lo es. Hay muchas ideas, horas de análisis, conocer el día a día del plantel para poder explotar las virtudes al máximo y limitar las debilidades a lo mínimo. Entender lo difícil de esto desde la comodidad del sofá es la principal limitante a la que hay que enfrentar.

Y recuerden, la pelota siempre al 10.

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