2023 como año mundialista
Qatar, como Mundial, tuvo menos “hype” que otros por todo lo que se dio alrededor de la designación de la sede, pero tuvo un final tan bonito que hasta parece armado. El derecho de antigüedad se terminó por imponer con un Messi subiendo al pedestal en el que Maradona y “Pelé” lo esperaban.
Primero: ¡Feliz año! Me ausenté un ratito por las vacaciones, pero ya estamos de vuelta. Después de una rica rosca, hablemos un poco de lo que se viene para el futbol femenil en este 2023. Como fenómeno mundial, y principalmente en Europa, el 2022 cerró con números que auguran muy buenas cosas de cara al Mundial de julio. Ojalá Australia-Nueva Zelanda 2023 tenga una proyección no tan dispar a Qatar 2022.
Qatar, como Mundial, tuvo menos “hype” que otros por todo lo que se dio alrededor de la designación de la sede (sobornos millonarios en medio de opacidad y corrupción), la sede en sí (un país en el que las mujeres y gente de la comunidad LGBT+ no gozan de todos sus derechos humanos), y una logística que implicó jugar un Mundial fuera de vacaciones de verano y en pleno cierre de año, los cuales, en cualquier trabajo suelen ser pesados, ya sea por cuestiones fiscales, cierre de presupuestos y planeación del otro año, o porque ya de plano decimos: “¡Ya pite el final, profe!”; pero el torneo en sí tuvo muchas sorpresas en fase de grupos, un “caballo negro” (Marruecos) que ilusionó a muchxs, y la final más trepidante que he visto. Con un final tan bonito que hasta parece armado. La leyenda en ciernes contra la figura en irrupción. El derecho de antigüedad se terminó por imponer con un Messi subiendo al pedestal en el que Maradona y “Pelé” lo esperaban. Mbappé, por su lado, como el heredero de un “Pelé” que fallecería unas semanas después, se quedó a unos penales de igualar el tiempo de un bicampeonato mundial. Como si el destino lo supiera, silenció todo el ruido alrededor de la leyenda brasileña masculina para que partiera en paz, como ese héroe que podrá ser igualado eventualmente, y quizá, pero no en este momento.
Por otro lado, la figura brasileña que también camina a lado, e incluso se le ha adelantado en algunos tramos es Marta Vieira. Marta, con 17 goles en mundiales, es la goleadora más prolífica del certamen. Independientemente del género. También, fue lx primerx en marcar en 5 Mundiales; sin embargo, hace unas semanas se rompió el ligamento cruzado. Entonces, es probable que no llegue a Australia-Nueva Zelanda en julio. Por mencionar, en el Lyon femenil dan de alta a las jugadoras con dicha lesión en, aproximadamente, siete meses. Rápido. Pero ella juega en la NWSL, en el Orlando Pride, y ya tiene 36 años. De llegar, tendría la oportunidad de marcar gol en 6 Mundiales. Algo totalmente inédito. Pero no es la única que lo podría lograr. También está Cristine Sinclair, de Canadá, que no ganó el Torneo W en México (el clasificatorio), pero con 39 años es la capitana de su club (Portland Thorns) y de su selección, la campeona olímpica vigente.
Estados Unidos ganó el Mundial anterior (Francia 2019) al imponerse 2-0 sobre un Países Bajos que hizo historia. Sin embargo, ha caído en sus últimas fechas FIFA. Contra Inglaterra (2-1), contra España (2-0) y contra Alemania (2-1). Raro. Ahora, Inglaterra vengó su eliminación en semifinales a pies de las estadunidenses en Francia, tras cuatro años en los que su liga ha crecido muchísimo. Televisivamente, en streaming y en nivel. Esa semifinal tuvo más rating que la final de Champions varonil de ese año, que fue final inglesa (Tottenham vs Liverpool). Las lionesses fueron campeonas de la Euro 2022. Meses después, el duelo Arsenal-Tottenham de la WSL atrajo a poco más de 47 mil espectadores al Emirates Stadium (récord nacional), y en 2021, el Chelsea llegó a la final de la Champions femenil.
Chelsea perdería contra el Barcelona de Alexia Putellas, quien con dos Balón de Oro, y con más tiempo para salir de su ruptura de ligamento cruzado que Marta, podría unirse –o no –a las filas de la Roja, una selección con una gran generación de jugadoras que podría no llegar a más por desidia y poca exigencia de la RFEF con su director técnico, Jorge Vilda. Las jugadoras de categoría han sido claras y se han bajado del barco, pero Vilda no es Luis Enrique, y la femenil no es la varonil.
Alemania siempre está entre los contendientes. Ya han ganado el Mundial en dos ocasiones, son las máximas ganadoras de la Euro ,y también, equipos de la Frauen Bundesliga han ganado la Champions. El partido con más rating en Alemania en 2022 no fue un juego varonil, fue la final de la Euro femenil. Las germanas encararon ese partido, desafortunadamente, sin su mejor jugadora (Alexandra Popp), y terminarían cayendo en tiempos extra. Países Bajos, tras un gran Mundial en Francia, llega con una baja muy sensible: Miedema, su goleadora, quien se tronó apenas en diciembre (igual, el ligamento cruzado).
En fin, esto es sólo una probadita de lo que podría pasar en el siguiente Mundial; uno diametralmente distinto al varonil en los países invitados. Si les da curiosidad, primero denle una googleada rápida y comprobarán que casi la mitad de las selecciones son diferentes. De entrada, México no va, por ejemplo. Segundo, sígannos leyendo por aquí. Un abrazo.