Calificar con ocho derrotas, mucho premio a la mediocridad
Y sí, señores, el Puebla es el epítome de la mediocridad deportiva. Increíble que un equipo con ocho derrotas a cuestas, tres de estas siendo humillado por el rival, aún tenga posibilidades de meterse al repechaje.
El pasado viernes vimos dos caras muy diferentes en el Puebla de la Franja. La primera nos demostró que por calidad y argumentos futbolísticos, el plantel de los franjiazules es de los más pobres del futbol mexicano.
La segunda cara es más agradable, pues vimos a un Puebla que se repuso a la adversidad y de manera furiosa, más por corazón que por buen futbol, intentó alcanzar al que, desde mi punto de vista, es el equipo más equilibrado de la Liga MX.
A final de cuentas quedó demostrado que las ganas, el ímpetu, la sangre, no son suficientes cuando se trata de trascender en la cancha. No caigamos en el romanticismo de perder “con la cara al sol”, pues esto muchas veces es el alimento de los mediocres.
Y sí, señores, el Puebla es el epítome de la mediocridad deportiva. Increíble que un equipo con ocho derrotas a cuestas, tres de estas siendo humillado por el rival, aún tenga posibilidades de meterse al repechaje.
A falta de tres juegos del Clausura 2023, la Franja, en un escenario ideal, podría llegar a 25 puntos, pero debe vencer a Necaxa, Tigres y Tijuana, equipos que aunque no viven su mejor momento, tienen un mejor desempeño que el Puebla.
Pero regreso al tema de las ocho derrotas. En ninguno de estos descalabros, el Puebla merecía siquiera el empate, ni siquiera el viernes pasado, pues un club profesional -quitando a los grandes de Europa- no puede darse el lujo de regalar 45 minutos.
En redes sociales y el entrenador Eduardo Arce quiere vender un equipo “luchón”, pero yo lo veo como un equipo irresponsable, que busca arreglar las cosas cuando ya se fueron al demonio, argumentando siempre que hicieron el esfuerzo, pero no les alcanzó.
No, señores, el Puebla no puede y ni debe estar en el repechaje. ¿Para qué? ¿Para enfrentar a un León, a un Pachuca o –en el peor de los casos –a un América? Mejor nos aguantamos y que se comience a pensar en el próximo torneo.
Los que me conocen saben que yo no tengo nada contra Eduardo Arce, incluso me parecía una apuesta interesante, pero no se puede defender lo indefendible, menos si tus jugadores ni siquiera te respetan.
¿Y por qué digo que no lo respetan? Pues porque así lo dio a entender el mismo estratega tras el juego ante Toluca, señalando -palabras más, palabras menos -que lo que se entrenó en la semana no se hizo en el primer tiempo.
¡Ah, caray! Entonces los jugadores “profesionales” del Puebla deciden jugar “basura” y luego tomarse en serio los partidos. Insisto, el Puebla no debe ni merece estar en el repechaje.