El autogolazo del "Cata" Domínguez

En días recientes se difundieron fotografías en las que se ve una "fiesta infantil" demasiado particular; una en la que aparecen menores de edad con imitaciones plásticas de armas de fuego y con la vestimenta típica de los denominados "narcos", caracterización que la población mexicana conoce demasiado bien, gracias a la gran cantidad de videos violentos que integrantes de diferentes cárteles de la droga filtran a diario, con el fin de atemorizar a sus rivales.

Dicha temática, elegida para la fiesta de un adolescente de 13 años de edad, fue realmente patética y por demás irresponsable, debido a la situación que atraviesa el país en materia de inseguridad, y que en gran medida es generada por grupos de la delincuencia organizada.

Lo que hizo mediático el asunto fue que el festejado era ni más ni menos que el hijo de un jugador del Club de Futbol Cruz Azul, Julio César "El Cata" Domínguez", quien por su propia voluntad subió las desafortunadas imágenes a sus redes sociales, no sabemos si por diversión, por descuido, por orgullo o por torpeza. Y a últimas, es lo que menos importa, pues para cualquier persona con un poco de raciocinio y sentido común, el caso es lamentable.

Las reacciones no se hicieron esperar y el mexicano que es un exquisito de "los memes", comenzó a crearlos y difundirlos de manera viral, por lo que el tema pasó de ser un hecho digno de analizarse desde una óptica objetiva a ser un chiste, como otros tantos.

Al respecto, el comentarista deportivo de la cadena TUDN, Aldo Farías, dijo textualmente en sus redes sociales lo siguiente: “Nunca organizaría un fiesta infantil con temática narco, pero quién soy yo para juzgar al Cata Domínguez si veo El Señor de los Cielos, me sé los diálogos de Narcos, traigo corridos en la troca y me mama Luis R. Conriquez. Les guste o no, ya son parte de nuestra cultura popular”.

El tema de la "narcocultura" no es nuevo, desde corridos que narran y glorifican a personajes delincuenciales hasta series en plataformas de streaming que exponen de manera "novelera" y romántica sus vidas, no son pocas las personas que defienden dicha postura, pues argumentan que no se puede tapar el sol con un dedo, y que el hecho de no hablar del tema no significa que no existe; vaya argumentación.

Por el contrario, existe otro bloque que se opone a afirmar que en México existe la "narcocultura", pues cree firmemente que se trata de un sector específico que alaba las acciones de los más conocidos líderes criminales, que romantiza el salir de la pobreza al incursionar en el narcotráfico y que agradece los regalos que dichos grupos le hace a la población a cambio de protección, como despensas, pavimentación de calles, construcción de escuelas, de canchas deportivas y hasta la organización de bailes y conciertos que sacan a los "beneficiados" de su rutina diaria; todo ello con una "bondad retorcida", pues es bien sabido el origen de los recursos.

Hablamos, pues, de un tema complejísimo, pero que de fondo y de origen es socialmente nocivo. Nadie puede negar los efectos negativos que tienen las drogas en el cuerpo humano, la serie de ilícitos que desencadena por control de territorio y la tristísima cifra de muertos y desaparecidos que el narcotráfico deja y que es cada día más grande; eso no está a discusión.

Por tal motivo, resulta indignante que el jugador de un equipo popular del balompié mexicano como lo es Cruz Azul, haya organizado una fiesta que glorifique al "Chapo” Guzmán, quien actualmente está preso, y que, encima de todo, filtre él mismo las imágenes en las que se le ve a él y a su gente muy sonrientes, como si la temática de la fiesta fuese graciosa.

La tardía reacción del club para el que juega, aunado a las tibias sanciones que recibió (inhabilitado durante cuatro partidos y una disculpa pública), dejan mucho que desear. Sin embargo, se aplaude que aunque tarde, el club y el jugador dieron la cara, y que otra de las medidas sea el sensibilizar y capacitar a Julio César sobre el tema, pues queda claro que "crucificarlo" y hacerlo ver como el más malo de la Liga MX, sería un error.

Queda este ‘autogolazo’ de experiencia para que hechos como este no se repitan, pues el objetivo del deporte siempre es el bienestar de la sociedad, por lo que la exaltación de temas como el narcotráfico sale sobrando y debería ser siempre rechazada por todos.

Y ya se la saben, gente: el deporte es vida.