Israel Reyes Romero, a tope

El rendimiento que está teniendo Israel Reyes no es sorpresivo, estaba en un equipo donde ya no cabía porque su potencial se marcaba juego a juego y ahora está en otro donde empieza a ya no caber tampoco. La visión de campo, el timing y la capacidad de adaptación son extraordinarias, en conjunto hacen pensar que no debe estar más de dos años en Coapa y poder emigrar a Europa en algún momento.

Lo comentaba con algunos conocidos hace aproximadamente ocho meses: Israel Reyes para jugar en la Copa del Mundo debía haber sido vendido en junio, se hubiera convertido en titular en América y la opción de jugar en Qatar hubiera sido más que viable. Sin embargo –y como bien sabemos –el “hubiera” no existe.

Su actualidad y presente en ese momento fue retenerlo para intentar buscar más por él y terminaron vendiéndolo por lo mismo con un retraso en su proceso de seis meses.  Las cosas como son.

Hoy es inamovible en la zaga de América; y no solo eso, sino que cada partido tiene actuaciones memorables, no se confunde en las coberturas, ha quitado el puesto a Néstor Araujo y apunta a que la convocatoria a Selección es un trámite que lo llevará a ser titular en los próximos encuentros.

Ha demostrado por sí mismo que está a un paso mediato de tener una larga y exitosa carrera. A sus 22 años tiene un futuro prominente y un presente fantástico.

Y de aquí parte el entendimiento de que los equipos que forman deben dar herramientas para que los chicos con talento tengan el siguiente paso en su carrera de manera esquematizada, bien pudo haber venido un equipo con mucho dinero y moverle las ideas a Israel; pero lo bueno de su juego está conectado al entendimiento que el tipo tiene sobre su carrera. No se ha vuelto loco en la cancha, no le han dado ‘aires de grandeza’ (que mira que a su edad muchos ya les dieron y así andan dando pena porque no les alcanzó el humo), se mantiene centrado y enfocado en cada partidos y se debe al club que lo ha fichado.

En su momento, saliendo de Atlas para tener más minutos en Puebla, fue un gran movimiento por parte de la directiva camotera; aceptó a un joven con mucha proyección y lo puso a jugar, pronto lo hizo titular e inamovible en el grupo de Larcamón, situación que hizo que los grandes se fijaran en él. América movió ficha rápidamente para llevarlo en el verano del 2022, pero las aspiraciones económicas de los de la Angelópolis frenaron el fichaje que pudo y debió darle una proyección más rápida al chico. Sin embargo, ni él ni América se desesperaron y mantuvieron el compromiso para seis meses después.

Llegó a Coapa y como si hubiera estado ahí toda la vida, ha sentado de maravilla, dándole finalmente esa seguridad que por Cáceres y Valdéz había sufrido, la pareja con Araujo parecía digna de representativo nacional y al parecer ha sido el sustituto perfecto en lugar de su complemento. Habla mucho de la calidad de Israel, que ha podido tomar el puesto de Néstor Araujo y no solo eso, sino poner muy difícil a Araujo la vuelta por sobre Reyes; es más probable que compita con el uruguayo que con el mexicano.

Este esfuerzo diario del chico ha hecho que su trabajo tenga frutos inmediatos, que la idea de ir al extranjero no sea una ilusión ni un cuento pasajero que le dicen a los que tienen un par de temporadas decentes. Es un paso más hacia ese futuro inmenso y prometedor que día a día demuestra.

Tiene la madurez y visión de un tipo de 30 años con 100 partidos en la espalda como seleccionado y con muchos más como futbolista de club, la lectura de juego que demuestra y hace eficiente para su equipo es maravillosa. Los alcances, guardando proporciones, pueden ser para tener otro defensa central de élite en Europa y hasta capitaneando al Tricolor, pero parece muy pronto para hacerse realidad lo que sin duda pasará en unos años.

Lo que ofrece Israel al América hoy, es la seguridad que los extranjeros y aun Néstor Araujo no confirmaban; esta sangre joven, hambre de triunfo y deseos de ser protagonista cada partido desde un perfil silencioso pero eficiente, es y será el sello de calidad de Israel Reyes Romero.

Y recuerden, la pelota siempre al 10.