El “Pueblota” se gana
Habrá quienes interpreten el diminutivo con el afán de cariño, pues de esta forma los nombres abrazan también esa concepción, pero seamos realistas, el “Pueblita” y el “Pueblota” cuadran en determinadas circunstancias o temporadas.
Claro que el “Pueblota” se gana. Esa denominación bautizada por la afición es en alusión a un equipo de mucho corazón, competitivo, con identidad, lleno de ilusiones; en contraste con el “Pueblita”, que se le atribuyó más al hecho interpretativo en torno a un equipo chico, de características limitadas y muchas veces sin pies ni cabeza.
Habrá quienes interpreten el diminutivo con el afán de cariño, pues de esta forma los nombres abrazan también esa concepción, pero seamos realistas, el “Pueblita” y el “Pueblota” cuadran en determinadas circunstancias o temporadas, y en temporadas recientes del pasado fuimos el “Pueblota”, viendo el vaso medio lleno, ¿ok?
(Por favor no me juzguen con sus ánimos europeos de juego.)
El “Pueblota” es sinónimo de un buen manejo de la directiva que se refleja en hechos.
El “Pueblota” es un equipo que soñamos los poblanos, que anhelemos su constancia.
El “Pueblota” es el que hace llorar a niños y gritar a todo pulmón hasta que retiemble nuestro estadio.
Hoy, todo indica que regresamos al “Pueblita” y los responsables son, indiscutiblemente, la directiva del Club. Su gestión y su multicitado modelo es el de abastecer las arcas de dinero, un negocio autosustentable, sin importar la competitividad digna del equipo.
En ese sentido, improvisan y le apuestan a la suerte para dar resultados, pero lo que ellos no quieren ver es que su método es fallido, o sea, existe una incapacidad para gestionar los factores existentes.
El factor “Arce” sólo es una herramienta que aprovechó la oportunidad, aunque tampoco le podemos pedir mucho. Si bien es cierto que la medida de su antecesor la dejó medio alta, el nuevo técnico no goza de una plantilla promesa, y lo que menos quiere la afición son experimentos ni mucho menos que sean tiempos de aprendizaje primario.
Arce debe trabajar mucho, portar la piel gruesa y tener el valor de aceptar todas las consecuencias de sus decisiones, sólo así contribuirá para el retorno del “Pueblota”.
Por lo pronto, a la afición le queda pedirle a Dios que lo ilumine y siga teniendo los pantalones bien puestos. Al tiempo.
En toda esta conjetura, hago memoria de la declaración del director general Ricardo Zayas –que por cierto me recuerda a la que dijo el expresidente de México, Enrique Peña Nieto, que más o menos dice “no me levanto por las mañanas queriendo que le vaya mal a México...”; Zayas también lo expresó, en relación a nuestra querida Franja, en el flamante programa “Canal Franja”, conducido por el inquieto Hectorinho, el atinado Pepe Ortiz y el analítico y defensor de la ilustración, Daniel Ortiz.
Por lo anterior, le creo a Zayas, aunque no baste el amor al equipo, sino la capacidad, en eso estoy de acuerdo.
Aunque habrá que esperar en las próximas jornadas si la capacidad y sus modelos son eficientes y efectivos para ser el “Pueblota”. Porque el “Pueblota”, insisto, se gana.
¡Ojalá!