El final del partido
Queda poco para que termine el partido, los ídolos que conocí y con los que crecí se han desvanecido o están cerca de ser leyendas por su adiós. Queda disfrutar los últimos minutos.
Son días de vorágine, en el televisor, en las redes sociales, prácticamente todos los temas que tienen que ver con el futbol en el mundo hablan de despedidas, de conquistas que marcan un ciclo. Sin ir más lejos, uno de los máximos ídolos de este deporte durante los últimos 20 años, Lionel Messi, ha decidido ponerle un alto a su carrera en Europa, para fichar por el millonario Inter de Miami.
“Lo peor de cualquier partido es el final, es como en la vida, cuando sabes que se acerca el cierre de algo que has disfrutado al máximo; el futbol debería ser eterno”, llegó a decir Eduardo Galeano, pero el tiempo, en este deporte y en todo, pasa y no contempla melancolías. Messi puede hacer lo que él quiera, claro, pero llegar a la MLS indica el inicio del final de su carrera.
A sus 35 años, Leo podría colgar los botines mañana y seguiría siendo el mejor para millones; sin embargo, ha decidido hacerlo de forma escalonada, poco a poco, Cristiano Ronaldo abrazó esa posibilidad hace medio año, después del Mundial, cuando fichó por el Al-Nassr de Arabia Saudita, lejos de las exigencias del máximo nivel, pero con un altísimo sueldo.
Aquí no hay reclamos por los futbolistas que decidan ganar más dinero, al contrario esto es un negocio, pero para un tipo de 34 años recién cumplidos como yo, ver el cierre de la carrera de referentes que aplaudí cientos de veces, siendo héroes y villanos, te genera un hueco en el estómago. Te aleja un poco de un deporte con el que crecí, al que le he dedicado miles de horas y en el que incluso ahora trabajo.
Hace no mucho, durante el Mundial del 2018, Jorge Valdano dijo: “No hemos disfrutado como se debería a Cristiano y a Messi, nos la pasamos cuestionando, criticándolos y no tenemos idea cuánto los extrañaremos cuando no estén”... Bueno, esa premisa catastrófica del gran Valdano parece no estar tan lejos. Ojalá tarde bastante aún en suceder.
A la par de este contexto, otros estelares como Zlatan Ibrahimovic, el imborrable sueco, dijo adiós frente al equipo más emblemático de su carrera, el AC Milán, con lágrimas en los ojos; misma situación que Joaquín, un artista y leyenda del Real Betis, un futbolista de otra época, dentro y fuera de la cancha. El suyo, era un futbol antiguo, más puro, más legítimo, sin tantas plataformas, sin tantas polémicas.
Para cerrar, a pesar de que hace no mucho estaba en su mejor nivel, Karim Benzema oficializó su traspaso al futbol árabe, con el Al-Ittihad, mientras que Sergio Busquets se despidió del FC Barcelona, con planes inmediatos aún por conocer.
Queda poco para que termine el partido, los ídolos que conocí y con los que crecí se han desvanecido o están cerca de ser leyendas por su adiós. Queda disfrutar los últimos minutos.