Lo que se ha ido
Pasan los años, pasan las figuras y seguimos buscando al “nuevo Pelé”, al “nuevo Maradona”, al “nuevo Ronaldo” y, ahora, al “nuevo Messi”. Necesitamos entender, de manera franca, que ninguno de ellos volverá a aparecer jamás.
Siempre entendí que el día que comenzara con mis comentarios de “en mis tiempos”, habría llegado a una edad en la cual la experiencia ya era mucha y los “buenos tiempos” se habían ido, por lo menos como aficionado.
Recientemente he visto nuevamente partidos inolvidables de la UEFA Champions League, en los cuales se marca demasiado la diferencia al día de hoy. Además del tipo de competición, las reglas, los métodos, también vemos que los futbolistas y sus actitudes se modificaron.
En su momento, el tiempo efectivo de juego era mayor, había faltas y se buscaba poner nuevamente en juego el balón; el que había sufrido la falta no esperaba a que llegara la ambulancia, lo atendieran, cojeara un poco para hacer más visible el golpe y revisar si lo están viendo o no, y luego, si todo está bien, levantarse y seguir jugando. En el pasado, había choques, golpes y demás que hoy también hay, y se quieren empujar y mostrar valentía, que el mundo vea quién es el “alfa” en el choque; pero antes solamente se levantaban y seguían jugando. Lo importante era el juego (y mira que había golpes muy fuertes).
Más allá de reconocer el grato juego de muchos –que parecían menos vistosos, pero que hoy se muestran muchísimo más decisivos –y confirmar también algunos rechazos que tenía hace 25 años, y hoy se confirma que estábamos en lo correcto, se percibía un espíritu de juego muy distinto al de hoy. Se quería ganar, se buscaba el espectáculo, había más errores que hoy, ciertamente, pero se buscaba componer la situación de inmediato. Había jugadores maravillosos en todos los equipos y había otros más que, desde sus limitantes, ofrecían un complemento al equipo, y desde sus virtudes generaban fuerza a los más talentosos para que tuvieran espacio y libertad de crear, de hacer sus genialidades.
El futbol ha cambiado y seguirá cambiando, no lo llamaría “evolución” porque se han generado muchos vicios que hoy es complicado eliminar y que, ciertamente, restan al desarrollo del deporte. Volver a lo básico, a lo simple, a los inicios, para que el futbolista vuelva a sentir esa pertenencia y necesidad de disfrutar el futbol y no de ir a trabajar un rato y no importar el resultado.
La actitud con la que ahora los juveniles llegan al primer equipo, los contratos, las exigencias, todo se mueve por el dinero. Hoy, un tipo que ha ganado absolutamente nada más que la oportunidad de llegar al primer equipo llega con la cartera llena. Decía Bielsa, “millonarios prematuros” que tienen la vida resuelta y si no pasa nada con su carrera, ya tendrán la vida hecha. Personajes que valen más por la idea de lo que pueden llegar a ser, que lo que realmente son y serán. Muchos de estos se pierden por la misma presión que les da inicio a su carrera.
Pasan los años, pasan las figuras y seguimos buscando al “nuevo Pelé”, al “nuevo Maradona”, al “nuevo Ronaldo” y, ahora, al “nuevo Messi”. Necesitamos entender, de manera franca, que ninguno de ellos volverá a aparecer jamás.
En los últimos meses vimos pasar a varios que se aproximan al final de sus carreras, algunas majestuosas, otras buenas y muchas más regulares; olvidamos a los malos, esos pasan. Los tiempos cambian, los futbolistas también, toca disfrutar perfiles distintos y talentos muy lejos de los que vimos con estos genios antes mencionados, y otros más que, por hacer la lista sencilla, podemos mencionar 20 y estaríamos dejando fuera a 100 más. La nostalgia que nos invade al ver algún movimiento o jugada, y recordar varios años atrás cuando vimos algo similar con nuestros genios del momento, siempre será un aditamento especial para seguir viendo y disfrutando el futbol.
Los genios que revolucionaron el futbol en el pasado, ahora son leyendas que, algunos, ya no existen físicamente con nosotros, pero de forma etérea prevalecen como los mandamás del juego.
Y recuerden, la pelota siempre al 10.