El ‘10’

Hablemos del 10 y su significado: "el Genio", "el Distinto", "el Talentoso", "el Mago", y muchas acepciones más tenía el portador de este número que irradia perfección; este número que en la escuela significaba el éxito total; quien tenía un ‘10’ en la libreta lo tenía todo, era el mejor. Quien podía portar la playera con el 10, era el mejor del equipo y, a veces, hasta la capitanía venía con el número.

Arraigado el talento con el número, los grandes maestros que le dieron ese poder mágico a quien portara el dorsal mencionado, era el que lideraría al equipo al éxito, a la gloria, a los campeonatos; era quien sería portada y encabezaría al grupo.

Hoy, los ‘10’ se han ido agotando, tanto por la evolución del juego como por la mecanización de ciertos aspectos desde el futbol formativo. Lo comentaban Pablo Aimar y Román Riquelme en entrevistas: 

“Hoy, a los chicos los ponemos a patear 40 veces la pelota en un sentido, en lugar de dejarlos jugar libremente y más adelante se integran aspectos tácticos. Se deben mejorar estas partes formativas, particularmente me gusta trabajar con el método Coerver, que significa tener la mayor cantidad de tiempo el balón en posesión del jugador, ya que eso le permite hacerse uno y conocer tamaño, forma, peso, movimiento, rebote y demás cuestiones que te permiten familiarizarte con el esférico, con miras a que, una vez en el partido, el balón sea pedido por todos con recursos técnicos para generar beneficio al equipo”.

Quique Wolff le llamaba a la pelota: "la caprichosa"; esta caprichosa que se va con quien mas la quiere y con quien mejor la trata; y estos eran los ‘10’. En el pasado hemos visto a grandísimos portadores del número mágico: Maradona, Zico, Platini, “Ronaldinho”, Zidane; estos genios que organizaban con su talento y visión de campo a sus equipos; estas maravillas que hicieron ganar a sus equipos títulos y reconocimientos; estos ‘monstruos’ del futbol que nos maravillaron con sus actuaciones.

¿Se preguntará por qué no están “Pelé” y Messi en estos nombrados? “Pelé” tenía tantas funciones al ataque que no sería justo encasillarlo como “solo un 10”, mismo caso de Leo, que desde la banda (inicio de carrera) ha copado cuanto centímetro cuadrado de pasto hay en sus arrancadas.

El ‘10’ hoy está quedándose fuera del esquema. Lamentablemente las modas tácticas en el futbol han ido desapareciendo a este portento de futbolista. Llegó el “doble 5” y entonces había que correr más y brillar menos; de repente aparecieron Xavi, Iniesta y Pirlo, y entonces el ‘10’ ya no partía adelante de la media y atrás de los delanteros, estos generadores de futbol ya estaban por todos lados. El ‘10’ se hizo parte de una cultura de éxito y muchos goleadores tomaron el dorsal para tener ese poder: Kane, Neymar, Mané, Van Nistelrooy, Rooney; todos estos son ejemplos de ‘9’ disfrazados de ‘10’. 

Luego tuvimos a Bergkamp, Del Piero, Totti, Baggio, cargándose el número como generadores y finalizadores, ante la reticencia táctica de Países Bajos (Holanda) e Italia; estos ejemplos debían funcionar como ambos puestos; y tenemos como ejemplo final a los que no usan el ‘10’, pero son dignos representantes de este linaje y orgullosos portadores (si quisieran) del mismo.

La formación mecánica que de repente se ha generado en fuerzas básicas ha limitado el crecimiento y desarrollo de esos niños y niñas que, con su talento y libertad, podrían mandar en todos los campos. La libertad con la que los grandes cánones del número ‘10’ crecieron debe ser la prioridad en los nuevos talentos. 

Hoy tenemos el lujo de disfrutar a varios que fueron y algunos que siguen siendo, y esperamos que muchos más vengan, portando el número ‘10’ con todo el orgullo y el talento que este reconocimiento en cancha conlleva. Esperemos que estos míticos y raros personajes no se extingan jamás.

Y recuerden, la pelota siempre al 10.