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El circo que no divierte

Después de Qatar tenemos un circo que ha tomado fuerza, puesto que los que mandan parecieran en lugar de “maestros de ceremonia”, los payasos principales, parecen tomar el “no puedes hacerlo peor” como reto y no como reclamo.

Antonio
Antonio Palomino

Actualizado: 14 FEB 2023 - 1:28

El circo que no divierte
Arte: GRADA

La Federación Mexicana de Futbol tenía todo a favor para recuperar la credibilidad que se ha perdido los últimos 20 años en México. No hay eliminatoria, hay proceso para trabajar bien y constante, y cada puntada que sacan para organizarse es aún más hilarante que la anterior.

Recordamos con nostalgia cuando la Selección jugaba los domingos a las 12 del día en el Estadio Azteca y hacíamos sufrir a los vecinos de la Concacaf. Goleábamos a todos y se jugaba con mucha garra y corazón. No había talentos pulidos como los hay ahora, pero tenían más coraje para sacar adelante los partidos.

Habían Campos, Ramírez Perales, Suárez, Ambriz, Peláez, García Aspe, García Postigo, “Zague” y varios más que hacían esa selección del ‘94 digna de admirar. Luego llegaron los Blanco, Ramón Ramírez, “Matador”, “Cabrito” para el ‘98 y aún creíamos en ellos, a pesar de que a “Manolo” Lapuente lo reventamos antes del mundial francés, y terminamos orgullosos y con ese casi 2-0 a Alemania que nos tenía al borde del pasito que siempre falta y faltará. Llegó la generación de Pardo, Márquez, Osorio, la plenitud de Cuauhtémoc y su locura con Luis Hernández, los chicos del Atlas, la Confederaciones de 1999 en casa, “el Vasco” y su error de planteamiento contra USA en Corea y Japón; llegó La Volpe y la Confederaciones del 2005, donde se mostró una táctica que no se había visto antes, orden y atrevimiento para ofender a Brasil, Argentina y Alemania, demostrando que México podía competir ‘de tú a tú’ con los grandes internacionales. El mundial de 2006, donde un ‘zapatazo’ de “Maxi” nos rompió el corazón… Y de ahí, hasta el día de hoy, han sido decepciones, una tras otra, un ridículo mayor al anterior y se basa inicialmente en la actitud de los futbolistas; pasamos de estos tipos que se dejaban la piel en cada juego a los divos que hoy día se molestan si el pasto no está cortado adecuadamente o si hace mucho sol al momento del juego.

Pasamos de García Aspe –y todo lo que representa –a un Héctor Herrera, más ocupado por pintarse el cabello y posar en revistas que por demostrar que tenía talento para ser un ‘10’ que tomara la batuta del “Temo” y terminó reprobado en todos niveles.  La gran “generación dorada” de 2005 que terminó retirada la mayoría antes de los 30 años, y que los que siguen sólo viven del recuerdo de ese título, más allá de méritos propios de su talento. Llegó la del 2011 y todos están perdidos; lo más destacado es “el Pollo” Briseño celebrando barridas en partidos perdidos.

Y hoy, después de Qatar, tenemos a un director general que desde la oficina sacó boleto para el puesto; un entrenador que, salvo el beneficio de la duda, está programado para terminar antes del Mundial su participación; y ahora un rumor con Lillini para tomar la Sub-23 que, francamente, es nefasto para el proceso de crecimiento del futbol mexicano.

El mismo circo ha tomado fuerza, puesto que los que mandan parecieran en lugar de “maestros de ceremonia”, los payasos principales, parecen tomar el “no puedes hacerlo peor” como reto y no como reclamo; se esfuerzan para echar aún más a la basura lo que medianamente podía ser un proceso de crecimiento.

Este circo donde los enanos crecerán, la mujer barbuda será calva y el hombre musculoso será débil. Donde se le dará la oportunidad número ‘mil ocho mil’ a los que ya demostraron que no pueden ni quieren, pero aparecen en los comerciales, que venden internet y pizzas, que se prestan para que los bancos promuevan sus servicios, que simplemente actúan cada que les dicen “a escena”.

Este circo de los mismos dueños de siempre, los mismos negocios de siempre. Vendrá la primera convocatoria y ya suenan muchos extranjeros nacionalizados para sustentar el proyecto de Cocca. Los rivales pueden ser aún más difíciles de lo que parecen (Surinam y Jamaica, los primeros en pasar a la pantalla).  Luego USA, sin fecha FIFA, suena mejor para nosotros que para ellos.

Antes teníamos un show que emocionaba y nos tenía vestidos de verde; ahora sólo tenemos un circo que aburre y da tristeza.

Y recuerden, la pelota siempre al 10.

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