Pericos, el oasis del dolido aficionado poblano

Muchas veces, al aficionado poblano se le tacha de “pecho frío” y resultadista, pues supuestamente solo apoya a sus equipos cuando estos tienen un buen desempeño y cosechan triunfos.

Sí y no. Es una realidad que muchas veces la afición poblana es de las que más dolores soporta. Somos un estado futbolero y eso deriva en navegar en un mar de decepciones que se fraguan en el Cuauhtémoc.

Sin embargo, de vez en cuando llegan momentos dulces y uno de estos llegó con los Pericos de Puebla, que se convirtió en un oasis para todos los aficionados poblanos; incluso para los futboleros, como su servidor.

Un Hermanos Serdán lleno en la Serie del Rey fue la muestra de que al aficionado poblano no le hacen falta “huevos”, como tontamente dicen muchos, sino que hacen falta proyectos exitosos y con credibilidad.

Todo es oferta y demanda. Es increíble que se pida a la gente consumir un producto si este es defectuoso, pues cuando la propuesta tiene tintes ganadores, el fan siempre responde y llena estadios.

Pericos resultó ser esa oferta. Mantuvo al pie de la butaca a sus aficionados y a los no tan aficionados, todos esperando un imparable de Leo Germán, un jonrón de O’Brien o Carter, o incluso un juego perfecto de Ynoa y Camacho.

Y no solo eso, generó nueva afición a un deporte muchas veces minimizado. Gente que en su vida había pisado el Serdán se hizo presente y pasó un momento emocionante que provocará que la próxima temporada regrese al inmueble.

Sí, lo hecho por la “Novena Verde” de la mano de Sergio Omar Gastélum no es para nada poca cosa. Fue un respiro entre tanta barbaridad deportiva que vemos en el profesionalismo.

Un trago dulce, que combinado con el Mundial de Fútbol 7, ha regresado la sonrisa a la afición poblana, que al menos regresará a sufrir con el Puebla de la Franja con nuevos ánimos y ganas de ver a un equipo triunfador