Don Marcelo ¿quién es? (I)
El señor Bielsa tiene la experiencia que necesitamos, que añoramos y que seguramente (si lo dejan trabajar a gusto) podremos aprovechar no sólo para cuatro años, sino tal vez ocho o hasta 12.
Suena el nombre de Marcelo y a muchos nos ilusiona, a otros espanta y, a algunos más, los hace rabiar. El señor Bielsa tiene la experiencia que necesitamos, que añoramos y que seguramente (si lo dejan trabajar a gusto) podremos aprovechar no sólo para 4 años, sino tal vez 8 o hasta 12, y dejar un legado pleno en Selección que nos lleve de ser nivel “C” a nivel “B” con aspiraciones reales a ser “A”.
El método de trabajo de Marcelo Bielsa es simple y muy complejo a la vez, simple en el sentido que él –con su grupo de coordinadores– toma las riendas totales del club o equipo adonde llegan y limpian desde las raíces para que el producto sea concienzudo y eficiente. Cortar la hoja sucia del tope del árbol no ayuda a su crecimiento, solo lo medio arregla, pero el daño sigue en la raíz.
Comenzó su carrera en Newell’s de su natal Rosario, después de dirigir en fuerzas básicas subió al primer equipo donde, en su primer año, logró el título en una disputa directa contra River Plate. Y además, para lograrlo, utilizó a 10 jugadores de básicas ascendidos al primer equipo. En su segundo año obtuvo el mismo resultado: campeón ante Boca.
Esto lo catapultó a México con el Atlas, donde fue el gestor de la reestructuración de Fuerzas Básicas y que dio como resultados a jugadores como “Rafa” Márquez, Juan Pablo Rodríguez, Jared Borgetti, Oswaldo Sánchez y Pável Pardo. Y saltó a América, donde tuvo solo 33 partidos siendo que por las exigencias minuciosas de disciplina y trabajo, los mismos jugadores se quejaron y después de bajar el rendimiento en cancha, terminaron cesándolo.
La mentalidad y el tipo de trabajo explícito para lograr el éxito ha sido la carta de presentación de Marcelo, donde quiera que se ha parado.
Regresó a Atlas como director deportivo para seguir el proyecto de formación de jugadores y que les dejó la estructura completa para lo que hoy es el club rojinegro. Viajó a Vélez, donde también logró ser campeón en su primer año y de ahí viajó a Barcelona para entrenar al Espanyol, donde estuvo unos meses ya que llegó el llamado de la Albiceleste, donde dejó los mejores registros (con un 70% de rendimiento). Si bien el equipo fue eliminado en el ‘98 por Holanda y el golazo de Bergkamp, y en 2002 en grupos a pesar de la increíble escuadra que llevaban al torneo, logró que el equipo consiguiera la final de la Copa América de Perú, aunque salieron derrotados en penales ante Brasil. Obtuvo la medalla de Oro en Atenas con chicos como: Ayala, Burdisso, Coloccini, Mascherano, Heinze, Saviola, Tévez, D’Alessandro y Lucho González.
Saltó a la selección chilena y tomó a jugadores con mucho potencial que se hicieron referentes mundiales Claudio Bravo, Matías “Mati” Fernández, Mark González, Mauricio Isla, Alexis “el Niño Maravilla” Sánchez, Arturo Vidal, Humberto Suazo, Jorge “El Mago” Valdivia y Gary “el Pitbull” Medel. Nuevamente con rendimiento alto (60%). De ahí comenzó un andar por equipos europeos reestructurando y dando su filosofía como camino para cambiar sus resultados: Athletic Club de Bilbao, Olympique de Marsella, Lille y el último que tiene un gran legado es el Leeds United (a quien regresó a primera de vuelta), todos fueron aprovechadores de la filosofía Bielsa, no solo en lo táctico, sino en lo integral y humano.
Si algo caracteriza a Marcelo es la parte cognitiva donde entiende y explica a futbolistas, prensa y fanáticos, lo que debe entender el pleno que disfruta de este deporte. La apuesta de la Selección Nacional por tener a don Marcelo es una apuesta total al cambio que necesitamos, como bien lo mencionaba no solo cuatro, sino un proceso de hasta 12 años.
En su momento ya desaprovechamos a La Volpe y Martino por las prisas que genera la prensa y el aficionado fanático que, sin argumentos y solo reclamos, está al pendiente. El producto tricolor se hizo financieramente total para los que manejan la oficina y no la cancha, situación que interviene de manera directa para no permitir revoluciones como la que Bielsa ofrecería.
Hoy les ofrezco la semblanza del posible entrenador de la Selección; en una columna siguiente les daré a conocer su método, filosofía y enseñanzas, las cuales (de ser realidad) potenciarían por fin a la Selección Mexicana.
Y recuerden, la pelota siempre al 10.