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Marcelo, modos y maneras (II)

Marcelo no hará comerciales, no se prestará a jugadores impuestos, exigirá tener injerencia en la estructura total de la selección en divisiones menores y seguramente demandará jugar partidos de alto nivel en fechas FIFA.

Antonio
Antonio Palomino

Actualizado: 21 ENE 2023 - 6:29

Marcelo, modos y maneras (II)
Arte: GRADA

Hablar, leer, escribir y escuchar sobre y de Marcelo Bielsa es no dejar de aprender jamás sobre futbol; es entender que no sólo lo que pasa dentro del rectángulo importa, sino que las personas que juegan también deben entender más cosas que sólo patear el balón.

La filosofía sencilla y humilde, pero exigente de Marcelo puede ser algo para pensarse en cuanto a aceptar la posibilidad de que sea el director técnico de la Selección Nacional Mexicana. No es ni será fácil para los directivos decir que sí a todo lo que implica don Marcelo y su entorno. La exigencia mental y deportiva muchas veces agota a los equipos los primeros meses, pero después de ese periodo de adaptación, sus equipos juegan por nota.

Dentro de la mentalidad que el mismo Bielsa enseña a sus jugadores, da notas específicas de entendimiento de juego que entendidas de la manera correcta hacen crecer al futbolista, pero en México sabemos que las ideas las segmentamos para enfocarnos en lo que queremos criticar.  

Por ejemplo, Marcelo dice: "Nosotros deberíamos aclararle a la mayoría que el éxito es una excepción. Los seres humanos de vez en cuando triunfan. Pero habitualmente desarrollan, combaten, se esfuerzan, y ganan de vez en cuando. Muy de vez en cuando". Corremos el riesgo de que la prensa diga: “Dice Marcelo que los seres humanos de vez en cuando triunfan, ¿acaso está lavándose las manos en salud? ¿Está presagiando que la derrota es habitual?” 

Ya vi a demasiados medios saciando su sed de golpeo con estas secuencias ridículas. En fin, el tema aquí es mostrar la filosofía e ideología que maneja y que podría aceptarse o rechazarse en suelo azteca.

Desde el inicio, Marcelo no hará comerciales, no se prestará a jugadores impuestos, exigirá tener injerencia en la estructura total de la selección en divisiones menores y seguramente demandará jugar partidos de alto nivel en fechas FIFA, pegando fuerte a los intereses económicos del conocido “Mole Tour”.

A los jugadores, como ya lo ha hecho en otros equipos y selecciones, los integrará desde un ámbito humano, les exigirá una presencia social y que sean ejemplos para la nación, desde su posición de futbolistas y referentes del sueño de muchos chicos, deben mostrarse tal cual.  

En Leeds llevó al plantel a recoger basura en alguna autopista para que entendieran que son unos afortunados por trabajar un par de horas y ganar muchas veces más que un aficionado que ‘se rompe el lomo’ toda la semana para poder asistir con un boleto pagado al estadio a alentarlos.

Este tipo de ejemplos provocan un crecimiento como persona, ese crecimiento que necesitan muchos de los seleccionados nacionales. Ese entendimiento que deben dar el máximo no importando las condiciones, son afortunados al tener ese espacio que muchos miles del país desean tener; que si son futbolistas profesionales deben actuar como tales.

Muchos conceptos básicos que potenciados a mentes fuertes pueden generar que el futbolista mexicano, por fin, tenga un techo al cual crecer y no seguir dando saltitos en el piso.

En su momento declaró Marcelo, ante una derrota: "La oportunidad la dejamos pasar. Y aparte también tengan conciencia de que son muy jóvenes, son millonarios prematuros, no tienen problemas, no les importa mayormente lo que va a pasar, porque todo el mundo tiene resuelto lo que va a pasar. Se permiten reírse..." 

El punto fuerte es “millonarios prematuros”; antes el futbol sufría porque el pago no era suficiente, ahora es estratosférico; un tipo de 21 años con un par de jugadas puede estar cobrando millones y no se preocupará por su porvenir, tiene contrato hecho y la vida ganada haciendo poco y a veces nada. 

Este tipo de escenarios serán los que Marcelo modifique para bien del futbolista mexicano.

El cómo hacer el cambio lo tiene claro Marcelo, pues lo ha llevado a cabo en todos sus equipos; el querer que se haga el cambio depende de los directivos quienes son dueños del balón.

Sería un placer tener a Marcelo Bielsa al frente y que jugadores, federativos y hasta aficionados podamos aprender, día a día, de su actuar y andar.

Y recuerden, la pelota siempre al 10.

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