Los “ratoncitos verdes” en el cuento de nunca acabar
El cuento de hartazgo (de nunca acabar) vivirá un capítulo más y el cuento de Jaime Lozano al frente de la selección deberá acabar sin duda; en ambos casos, la federación se encargará de continuar con el error y la fantasía.
Por enésima vez, la Selección Mexicana se encuentra contra las cuerdas, por no decir que ya vive ahí y solo se dedica a ver quién y cómo le acomoda el siguiente golpe. Sabemos bien que los golpes primeros y más certeros son los que la misma federación otorga.
“Diferentes resultados con los mismos componentes”, es el lema con el que se trabaja en las oficinas y la parte técnica del equipo nacional, quiere vendernos la idea de cambio con la misma receta. Hace tiempo se creía. Hoy, el fanático se dio cuenta que es “atole con el dedo”.
Y hoy no se ven los intensos que querían al “Tata” fuera hasta de la Tierra porque no sabía de fútbol y pacientemente pensaban que Cocca y Lozano harían un gran trabajo. Gran ridículo de ambos. Cocca “vendiendo espejitos” de gran entrenador cuando fue corrido de todos los clubes en los que estuvo. Solo tuvo éxito en el Atlas bicampeón pero todos sabemos lo que hubo detrás de ese lastimado trofeo; por lo deportivo se ganó de manera gratuita porque la parte administrativa ya había hecho su parte de influencia, tanto así que hoy Atlas, con la misma base, no gana 2 partidos seguidos.
Y Lozano, que lo único que ha hecho fue un título con un equipo libre de edad en contra de otros con restricción de edad. Vivir del pasado es lo que mantiene al 90% del fútbol mexicano profesional (y amateur); todo el recorrido del “Jimmy” ha sido plagado de fracasos en cuanta institución que lo ha puesto al mando.
Al paso que la federación maneja al equipo y sus constantes llamados títeres, no nos sorprenda que en algún momento hasta el infalible fracaso llamado Rafael Puente Jr tenga a la selección al cargo.
Hoy vamos con una desventaja de 2 goles contra Honduras en el Estadio Azteca, que desde los años 90 y “dos miles” no pesa a ningún rival, pero cómo le pesa al nacional; al que se supone que se debe hacer fuerte, se hace chiquito. Nunca mejor ganado el apodo de “ratoncitos verdes” para los comandados por Lozano.
Vamos con esa desventaja más allá del marcador, esa desventaja moral, emocional, deportiva, futbolística, estratégica, y cualquier adjetivo que usted, amable lector, quiera acompañar en esta lectura. Y estas varias razones nos impiden ver la posibilidad de avanzar en los cuartos de final y una posible Copa América (aunque haya un repechaje posible contra Trinidad y Tobago. La Concacaf jamás dejará solo a México).
El pueblo quería fuera a Ochoa, lesionado sale, entra Malagón y demuestra que no es un arquero listo para la selección; sí debe estar en el proceso, pero el titular no lo puede ser, viendo sus actuaciones en América y su carrera, es imposible que tome el puesto y no lo deje ir. Mientras Montes siga más preocupado por lo que cree que es que lo que realmente es, seguirá fallando atrás; Johan esperó tanto por la oportunidad de ser titular que hoy se ve nervioso en recorrido y 1 a 1. Los laterales tirados a la basura con Sánchez y Gallardo, cuando tienes a Kevin y Arteaga; la contención con un Romo inoperante en Rayados y de verde, con un “Chiquito” que es más por fama que por argumentos futbolísticos, junto a Edson que en Europa brilla y aquí se ensucia, no tienen control del medio campo.
Arriba, Giménez solo y sin juego a sus movimientos se nota perdido, entra Orbelín que es una de las grandes mentiras del último proceso futbolístico nacional y Antuna que con el liderazgo de “Ibra” en el Galaxy era un crack y aquí sin disciplina es cualquier jugador para liga de domingos; Raúl Jiménez, que desde su lesión no fue ni será ni el 50% de lo que fue, irremediablemente quedó muy tocado internamente (ya ni se diga la inseguridad con la que se le nota) y el “Chucky” Lozano, ocupado al 100% de correr, tirarse y ‘llorar’ todas las jugadas, el panorama para el partido de vuelta se ve aterrador.
Más allá del paso a la siguiente etapa, se podría prever una derrota histórica más en el coloso de Santa Úrsula. Las soluciones que te pueden ofrecer Chavez, Arteaga, Kevin, el “Pochito” y hasta Quiñones se quedarán calentando el banco mientras la lista sea impuesta y el entrenador tenga poco y nada de estrategia.
La burbuja en la que vive la Selección, pensando en un primer nivel mundial deja ciegos a los que desde ahí no ven nuestra realidad. Escenarios de equipo entre categoría C y D del mundo; eso tenemos hoy día.
El cuento de hartazgo (de nunca acabar) vivirá un capítulo más y el cuento de Jaime Lozano al frente de la selección deberá acabar sin duda; en ambos casos, la federación se encargará de continuar con el error y la fantasía.
Y ojo que Bielsa (a quien no le permitieron limpiar el muladar en el que actúa la federación) ya puso en orden a Uruguay. Clase magistral ante la Argentina campeona, de visita y lo que se viene en los próximos meses con plantel joven y que serán referentes de cara al siguiente Mundial.